jueves, 3 de abril de 2025

Del Jewish Journal

  

DESTRUYENDO EL PRESTIGIO DEL TERRORISMO
Los islamistas que se han vuelto profesores que deben sus nombramientos a lavar exitosamente las mentes de los estudiantes y a difundir mentiras sobre Israel ahora tendrán que encontrar instituciones más adecuadas para ejercer su profesión.

Por Thane Rosenbaum
Marzo 30, 2025
traducida por 
Marcela Lubczanski
Este es un momento terrible para explorar opciones de carrera en terrorismo—tal vez el peor en la historia. Su prestigio una vez soñado se ha desmoronado. Elige este camino traicionero y te encontrarás en constante movimiento, mirando siempre por encima de tu hombro. Soldados de las FDI aquí; agentes del ICE allí. Y no hay absolutamente ninguna oportunidad de avance.

Cada vez que un nuevo líder de Hamas surge de un túnel, Israel lo elimina. Y todos esos líderes estudiantiles en los campus universitarios que hace un año habían ganado la admiración de los antisemitas en todas partes—expresando abiertamente su lealtad a los asesinos de bebés islamistas mientras ellos mismos se envolvían en máscaras de kefíes—ahora están siendo despojados de sus visas y se les están destruyendo sus tarjetas de residencia.

Los presidentes de Universidades que declararon temporada abierta de acoso a los judíos bajo la pretensión absurda de la Primera Enmienda, han sido despedidos o se les pidió renunciar. (¡Columbia ahora ha despedido a dos presidentes en el mismo año!)

Para salvar su financiación federal, Columbia accedió a las demandas de la administración Trump que prohíban las máscaras de kefíes, incrementen la aplicación de la ley para prohibir protestas violentas y proteger a los estudiantes judíos, y declarar en quiebra sus departamentos antisemitas de Estudios Meso-orientales, Sudasiáticos y Africanos. Sorprendentemente—incluso para los estándares arrogantes de la Ivy League—la presidente de Columbia mantuvo una llamada con el profesorado y los tranquilizó que ella no estaba planeando honrar ninguno de esos compromisos.

Chau, chau.

Los estudiantes y profesorado de Columbia siguen sin arrepentirse. Muchos salieron a corear consignas en favor de los hutíes respaldados por Irán, a quienes Estados Unidos está ahora, finalmente, bombardeando por apoyar a Hamas y atacar buques comerciales en el Mar Rojo. Fuera de las puertas de Columbia, ustedes escucharán: “¡Yemen, Yemen enorgullécenos, da vuelta otro barco!”

La espada de Damócles del Título VI está finalmente cayendo sobre Columbia. Otras escuelas están por seguir. La Ley de Derechos Civiles es clara: los estudiantes judíos que identifican a Israel como su lugar de origen nacional están protegidos de la discriminación. De alguna manera, estas universidades de “élite” no se dieron cuenta que pedir la destrucción de Israel y la muerte de los judíes es patentemente discriminatorio. Crear tal atmósfera, y permitir el apoyo institucional al terror, coloca en peligro la financiación federal.

Esas son buenas noticias. La mala noticia es que los judíos no pueden torcer su capacidad insaciable de disminuir la autoestima. Cerca de 650 profesores firmaron una carta que condenaba la decisión del gobierno de retener u$s400 millones de Columbia. Un verdadero acto de autoestima demandaría que Columbia renuncie a los u$s900 millones adicionales en fondos federales que está destinada a recibir.

Columbia, después de todo, cuenta con una dotación de u$s15,000 millones. Si no puede resistir odiar a los judíos, entonces puede permitirse hacerlo con su propio dinero. Tal es el precio de convertirse en una cloaca de antisemitismo.

Mientras tanto, los islamistas que se hacen pasar por profesores que deben sus propios nombramientos a lavar exitosamente los cerebros de los estudiantes y a difundir mentiras sobre Israel ahora tendrán que encontrar instituciones más adecuadas para ejercer su profesión.

Yo escucho que ISIS está contratando.

La Escuela de Derecho de Yale despidió a un "académico" afiliado a un grupo terrorista sancionado como una “organización de caridad falsa.”

Dos “profesores” del Centro para Estudios Meso-orientales de la Universidad de Harvard fueron instruidos de guardar su propaganda de Hamas y unirse a alguna otra caravana antisemita. Nunca se le ocurrió a nadie que un departamento dedicado ostensiblemente a entender el Medio Oriente podría ofrecer al menos un curso pro-sionista—o al menos tener una palabra amable que decir sobre Israel.

El profesorado de Harvard acusó que la universidad había cedido la autoridad a “matones y actores de mala fe comprometidos con silenciar el discurso con el cual discrepan."

¿En serio? Los únicos matones reales en los campus son los que están gritando en las caras de los estudiantes judíos “¡Regresa a Polonia!” En Harvard, multitudes pro-Hamas empujaron a un estudiante judío. La biblioteca durante la semana de finales estaba repleta de estudiantes sosteniendo carteles que atacaban a Israel. Todos recibieron créditos adicionales y se graduarán con honores. 

El único discurso “silenciado” fue el que concede a Israel el derecho a defenderse contra los bárbaros medievales.

De acuerdo con el Secretario de Estado Marco Rubio, más de 300 estudiantes han tenido revocadas sus visas debido a sus simpatías hacia Hamas y actividades de agitación en los campus.

Un estudiante de posgrado de Tufts fue arrestado y está siendo detenido en la misma instalación donde se encuentra el ex estudiante de posgrado de Columbia cuya tarjeta de residencia fue rescindida. Un estudiante de Georgetown está enfrentando también la deportación, acusado de haber estado “difundiendo activamente propaganda de Hamas y promoviendo antisemitismo en redes sociales.” El padre de su esposa, aparentemente, es un asesor de Hamas.

Naturalmente, Georgetown ignoró las preocupaciones de seguridad nacional en funcionamiento aquí. Ellos conjuraron la falsedad que estas deportaciones estaban "privando los derechos de la investigación, deliberación y debate libre y abierto." 

¿Desde cuándo alguno de estos acampes pro-Hamas invita a alguien a un "debate" civilizado?

Rubio resumió perfectamente el tema. “Permitimos que ingresen en nuestro país para estudiar. Ellos no dijeron, ‘Quiero ir a la universidad, y quiero vandalizar su biblioteca, y quiero perseguir a los estudiantes judíos en la calle, y quiero llevar una máscara sobre mi cara como si fuese Halloween y aterrorizar a la gente.’ No les dimos una visa para hacer nada de eso.”

El punto más bajo para el terrorismo llegó esta semana cuando, asombrosamente, los gazatíes protestaron ¡contra Hamas! Cientos se reunieron en dos ciudades para corear: “¡Hamas fuera! ¡Hamas es terrorismo!” y “Queremos vivir libremente.”

A lo largo de la guerra de 18 meses, las encuestas mostraban a los gazatíes apoyando sólidamente a Hamas y entusiasmados por lo que sucedió en Israel el 7 de octubre.

Algo de ese apoyo aparentemente se ha erosionado. Yo no iría tan lejos como sugerir que los gazatíes han superado su adicción al terrorismo y el odio apocalíptico hacia los judíos. Puede ser que nunca veamos el día en que los palestinos descubran una afición más positiva. Pero al menos algunos se han hartado de Hamas.

Por último, desde la grotesca carnicería del 7 de octubre al Mundo Mágico de Disney. Una muy anticipada remake de "Blancanieves" produjo un tipo de bomba diferente esta semana—cines vacíos en todas partes, el peor tipo de fuegos artificiales fallidos en Hollywood.

En un casting poco común, la Mujer Maravilla y ex instructora de combate de las FDI, Gal Gadot, interpreta a la Reina Malvada. Pero el peor error de casting involucró a Blancanieves. Hubo controversia en torno a Rachel Zegler. Algunos puristas creyeron que el rol no debió haber ido a una latina.

Ellos tenían razón: ella fue mal elegida, pero no debido a su etnia. Una antisemita de 20 años de edad es un anatema para Blancanieves; el odio al judío es impropio de cualquier bella durmiente. Tras el 7 de octubre, Zegler publicó repetidamente, "siempre recuerden, palestina libre [sic].”

Los dioses del cine han sido conocidos por imponer su propia moralidad. Cuando Zegler se miró en ese Espejo Mágico, ella descubrió instantáneamente que no era, de hecho, la más bella de todas.

Thane Rosenbaum es un novelista, ensayista, profesor de derecho y Profesor Uiversitario Distinguido en la Universidad Touro, donde dirige el Forum on Life, Culture & Society. Es analista legal para CBS News Radio. Su libro más reciente se titula "Salvar a la Libertad de Expresión...de Sí Misma." Su próximo libro se titula, "Más Allá de la Proporcionalidad: La Guerra Justa de Israel en Gaza."
Police interact with demonstrators outside of Columbia University on March 24, 2025 in New York City. (Photo by Spencer Platt/Getty Images)



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