jueves, 10 de mayo de 2012
Los Juegos Olímpicos de Londres y la amenaza del terrorismo islámico
Los Juegos Olímpicos de Londres y la amenaza del terrorismo islámico
El 27 de julio próximo, se inaugurarán en Gran Bretaña los Juegos de la XXX Olimpíada de Londres 2012 o “Juegos Olímpicos Londres 2012″ en el Estadio Olímpico de esa ciudad, que finalizarán el 12 de agosto en la misma sede, en medio de extraordinarios dispositivos de seguridad -los mayores de su historia en tiempos de paz- por temor a sufrir un atentado terrorista islámico similar en envergadura o más pequeño al que afectó a Estados Unidos el 11 de septiembre del 2001.
El evento deportivo que se realizará en la capital del Reino Unido, que erige a Londres en la primera localidad del mundo en organizar los Juegos Olímpicos en tres ocasiones, (las anteriores fueron en 1908 y 1948) será inaugurado por el mítico agente 007 James Bond, encarnado por el actor británico Daniel Craig, a quien se puede ver en un cortometraje titulado “The Arrival” (“La llegada”) filmado por el laureado director Danny Boyle, cuando es llevado desde un helicóptero desde el Palacio de Buckingham, donde Su Majestad le encomienda la misión de descender en paracaídas en el Estadio Olímpico, para dar comienzo a la ceremonia de apertura.
Lejos de la fantasía cinematográfica de su espía más célebre, los servicios secretos ingleses y sus fuerzas armadas se preparan para la contingencia real más dramática. Como parte de las medidas de prevención, el Ejército británico desplazará soldados y misiles tierra-aire en la parte superior de edificios de viviendas residenciales como protección ante amenazas terroristas aéreas durante los Juegos Olímpicos. “Estamos realizando ensayos para el peor de los casos, no para el más probable”, dijo en una conferencia de prensa el general Nick Parker, a cargo del rol militar de Gran Bretaña durante los Juegos Olímpicos. “Entiendo que esto es inusual, pero es por el bien mayor”.
Teniendo en consideración que el nivel de amenaza de un ataque terrorista es “sustancial” en Gran Bretaña, el tercero más alto, lo que significa que un atentado es visto como una posibilidad fuerte, unos 12.000 policías, 13.500 militares, 13.200 guardias de seguridad privados y 3.000 voluntarios, estarán movilizados para proteger la capital durante los Juegos. Tendrán a su disposición aviones de combate, dos buques de la Marina, incluido un portahelicópteros estacionado en el Río Támesis, que conecta a Londres con el mar y atraviesa toda la ciudad.
Gran Bretaña, aliado incondicional de USA, que fue uno de los mayores partidarios de la invasión estadounidense en Irak y Afganistán, es considerado como un objetivo prioritario para los terroristas. Cabe recordar que atacantes suicidas de nacionalidad británica y religión islámica, mataron a 52 personas en una ofensiva coordinada contra Londres, el día después de que la ciudad fuera designada sede de los Juegos en julio del 2005.
Atento a las dolorosas reminiscencias del 11/9 y para impedir que se repitan, el Reino Unido asegura que está dispuesto a abatir cualquier aeronave que pueda encontrarse bajo el control de terroristas o represente una amenaza para los participantes y los complejos deportivos de los Juegos Olímpicos. Según informó el diario The Daily Mail, el Teniente Coronel Brian Fahy dijo que es “factible” que vehículos aéreos no tripulados dirigidos por control remoto, cargados con sustancias tóxicas y lo bastante pequeños como para caber en una mochila podrían utilizarse como un arma biológica. Por su parte, el ministro de Defensa del país, Philip Hammond, afirmó que es capaz de “dar la orden de derribar aviones que representen un peligro para los participantes de los Juegos Olímpicos y sus instalaciones” y que está “absolutamente dispuesto a tomar esa decisión”.
En 2010, Downing Street publicó una actualización de la Estrategia de Seguridad Nacional en la que afirmaba que “el Reino Unido se enfrenta a amenazas nucleares ahora” y alertó sobre “la posibilidad que las armas nucleares, o materiales de esa índole, puedan caer en manos de Estados canallas o grupos terroristas”. El politólogo estadounidense Graham Allison, reconocido analista de la Seguridad Nacional de Estados Unidos, especializado en armas nucleares y terrorismo, había realizado por aquella época, un análisis en la revista Technology Review sobre el estado del armamento nuclear en el mundo, los potenciales riesgos y las posibles soluciones. Según Allison, “un ataque terrorista con armas nucleares que devaste una de las grandes ciudades occidentales es hoy por hoy inevitable. Si los gobiernos no hacen más de lo que se está haciendo actualmente, las posibilidades de que esto ocurra en el plazo de una década son de más del 50%.
No obstante el dispendioso costo del presupuesto de seguridad de más de mil millones de libras en tiempos económicos turbulentos, y la explicación de la especialista Margaret Gilmore en temas de seguridad en el Royal United Services Institute (RUSI), en la cual afirmaba que “es imposible garantizar que se puedan eliminar todos los riesgos, pero se puede hacer mucho para disuadir a alguien que quiera trastornar o lanzar un ataque contra los Juegos y mitigar el impacto si, por ejemplo, se produce un atentado”, han tranquilizado a los habitantes de Londres. Habida cuenta que los expertos han expresado su preocupación por los riesgos para la seguridad de la población y dudan de su eficacia, unos 4 millones de londinenses, más de la mitad de la ciudad, según una investigación de empresas turísticas del Reino Unido, planean salir de la capital durante el tiempo en que se celebren los Juegos Olímpicos 2012.
La primera edición de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna, se realizó en Atenas, la capital de Grecia. Desde entonces los Juegos Olímpicos de Verano se han llevado a cabo cada cuatro años alternadamente en diversas partes del mundo, con la excepción de los torneos de 1916, 1940 y 1944, a raíz del estallido de la Primera y Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, 49 países participaron en los Juegos en Berlín, Alemania Nazi, entre el 1 y el 16 de agosto de 1936. España en una actitud ejemplar boicoteó ése evento y no participó del mismo, propiciando como alternativa la Olimpíada Popular en Barcelona, que lamentablemente fue suspendida por comenzar la Guerra Civil que desangró al país ibérico, un día un día antes de la inauguración de los Juegos.
El historial de los Juegos Olímpicos tiene otra mácula. El 5 de septiembre de 1972 durante la XX edición de Los Juegos Olímpicos de Verano, celebrada en Munich, Alemania, un comando de terroristas palestinos denominada Septiembre Negro asesinó cobardemente a once de los veinte integrantes del equipo olímpico de Israel.
En las cuatro décadas transcurridas desde los crímenes, las familias de los atletas olímpicos israelíes muertos han pedido infructuosamente en repetidas ocasiones, un minuto de silencio en reconocimiento de la masacre, pero la propuesta fue rechazada por el Comité Olímpico Internacional (COI), que de tener un mínimo de dignidad, debiera de motu propio impulsar el homenaje a los deportistas asesinados.
A pesar de las declaraciones del candidato laborista a la Alcaldía, Kennet Robert Livingstone, quien sostuvo recientemente en una mezquita que Londres será un faro para el Islam, la capital inglesa, corre serio riesgo de ser agredida nuevamente, por el terrorismo islámico.
Rubén Kaplan
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