El entramado terrorista contra los judíos que España debe dejar de financiar
El 22 de octubre de 2021 el Ministerio de Defensa de Israel designó a 6 ONGs palestinas como organizaciones terroristas. Escondidas tras una fachada humanitaria, realmente dichas organizaciones operan dirigidas por y en beneficio del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), designado como organización terrorista por la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá e Israel.La investigación que ha llevado a su reciente inclusión en el catálogo de bandas terroristas evidencia los vínculos con terroristas de la extrema izquierda y separatista de España y las instituciones a su cargo, que han regado con ingentes recursos públicos a esas organizaciones durante años.
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El Ministerio de Defensa de una democracia garantista como es Israel, tras una exhaustiva investigación, desentraña la trama de complicidades, financiación y vasos comunicantes entre una organización terrorista con un sangriento historial y sus grupos de apoyo. Algo de lo que en España sabemos, dolorosamente, mucho. Como sabemos la importancia de cortar el entramado de organizaciones que, vestidas de “ONGs” con misiones “sociales” o “humanitarias” aportan el dinero, el parapeto, la cantera y la infraestructura para que los terroristas asesinen.
Resulta que muchas de muchas de estas organizaciones de la constelación del Frente Popular para la Liberación de Palestina (organización terrorista así definida por la Unión Europea, España, EEUU y todas las democracias homologables) han sido subvencionadas frívola e irresponsablemente por el contribuyente español, vía poderes públicos e instituciones del estado.
Esto debería disparar las alarmas y empujar a nuestras autoridades a hacer una profunda reflexión sobre el destino de las subvenciones a cierto tipo de chiringuitos. El proceso debería incluir asimismo la adopción de mecanismo de control ejecutivo y judicial de esta forma de lavado de dinero y financiación del terrorismo, y la apertura de una investigación de la Fiscalía para depurar responsabilidades.
En lugar de eso, asistimos avergonzados a una exhibición de chulería, de intoxicación y de victimismo por parte de todos aquellos que han estado robando a los españoles para entregar, en un acto de libro de prevaricación, el dinero de todos a una banda de asesinos internacionales de civiles.
Que sea un escándalo no significa que nos pille por sorpresa. Importantes cargos públicos españoles del espectro podemita e independentista, con la pasividad y connivencia de sus socios de la izquierda, llevan años haciendo una exhibición impúdica de convivencia con los terroristas del FPLP, que se mueven por España con total libertad, participando regularmente en actos públicos, sin que los juzgados impidan su entrada al país ni las fuerzas de seguridad intervengan para detenerlos.
Las organizaciones que han sido identificadas y catalogadas como terroristas son la Unión de Comités de Mujeres Palestinas (Union of Palestinian Women’s Committees, UPWC), la Asociación de Derechos Humanos y Apoyo a Prisioneros (Prisoner Support and Human Rights Association, Addameer), el Centro de Investigación y Desarrollo Bisan, la Unión de Comités de Trabajo Agrícola (Union of Agricultural Work Committees, UAWC) y las organizaciones Al-Haq y Defensa Internacional de la Infancia (Defense for Children International-Palestine, DCI-P). Todas ellas se han beneficiado de financiación pública española, bien a través de la Unión Europea, o directamente de distintas administraciones nacionales.
Dinero del contribuyente español, destinado al terrorismo
El caso más flagrante en España es el de Addameer, siendo nuestro país el financiador más generoso de dicha organización. A las tournées para sus líderes organizadas por el ámbito del independentismo catalán y vasco y la extrema izquierda representada en el actual Gobierno de España hay que sumar los casi 2 millones de euros que este grupo equivalente a los colectivos de apoyo a los presos etarras ha recibido del erario público español en el último lustro. Otra de las organizaciones, la Unión de Comités de Trabajo Agrícola ha recibido en el periodo 2019-2021 400.000 euros directos por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la Agencia de Cooperación al Desarrollo.
Entre los gobiernos locales e instituciones españolas que más han contribuido a sostener a Addameer -que además de hacer suya la causa de los asesinos desvía fondos para sufragar sus actividades criminales- destacan el Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Barcelona y el gobierno foral de Navarra. Los ayuntamientos de San Sebastián, Vitoria y Rivas Vaciamadrid y la diputación de Guipúzcoa también han financiado a Addameer y sus miembros en los últimos años.
Extrema izquierda, separatistas, los aliados naturales de las organizaciones terroristas
No es casualidad que quienes esquilman al ciudadano español que paga impuestos para pagar sueldos de terroristas palestinos y sufragar el enaltecimiento de masacres de israelíes sean quienes siguen haciendo lo mismo en España con los grupos terroristas que hemos padecido aquí. Los socios del entorno del FPLP en España se encuentran, como es natural, en la izquierda más radical y los movimientos separatistas que antes se han mostrado igualmente complacientes con el terrorismo de ETA y no han perdido ocasión de desacreditar el Estado de Derecho y su respuesta legítima ante la amenaza terrorista. Por otra parte, entre los abogados españoles de las 6 falsas ONG palestinas están Podemos, las CUP y algunos eurodiputados de Podemos-IU, actores políticos todos ellos que han dado cobertura y apoyado activamente a quienes atacan por sistema a los judíos.Los citados grupos radicales, entre ellos la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y diputados del Parlamento Vasco, han colaborado hasta hoy con estas “ONG” a pesar de que su relación con el FPLP se conoce durante años.
La trama de ONG´s españolas colaboradoras con el terrorismo
La financiación por parte de las instituciones españolas de satélites del FPLP como la Unión de Comités de Trabajo Agrícola se canaliza a menudo a través de ONGs españolas con una engrasada maquinaria de acceso a fondos públicos. Estas ONGs son las que después envían el dinero obtenido del Estado a la trama civil de organizaciones terroristas destapada por Israel. Un ejemplo de esta ingeniería relativamente compleja de financiación es Al Quds Andalucía, una ONG que recibe asiduamente financiación del ayuntamiento y la diputación de Málaga. Sólo entre 2018 y 2019, Al Quds Andalucía obtuvo casi 200.000 euros para proyectos conjuntos con organizaciones satélites del FPLP como el Health Work Comittees. El mismo mecanismo utilizan en el País Vasco Mundubat y Sodepaz, dos grandes receptores de fondos del Gobierno vasco.
Tampoco hay que perder de vista a ONG como Paz con Dignidad, pertenecientes al ámbito de la extrema izquierda antisistema como algunas de las anteriores y que juegan un papel clave en la promoción del FPLP en España con actos como el patrocinado por el ayuntamiento de Barcelona o las giras por todo el territorio español organizadas para los portavoces oficiosos de ese grupo terrorista.
ANEXO: Sobre la organización terrorista FPLP y enlaces: https://a-com.es/el-entramado-terrorista-contra-los-judios-que-espana-debe-dejar-de-financiar/
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