miércoles, 16 de octubre de 2024

 

Reseña de Libro

LAS PUERTAS DE GAZA: UNA HISTORIA DE TRAICION, SUPERVIVENCIA Y ESPERANZA EN LAS TIERRAS FRONTERIZAS DE ISRAEL

Por Amir Tibon
Little, Brown and Company, 352 pp., $30

Reseñado por Jonathan Schanzer

Washington Free Beacon

Octubre 6, 2024

A un año de la guerra impuesta sobre Israel tras la matanza del 7 de octubre, varios libros ahora están saliendo al mercado. Ninguno ha sido más anticipado que el del periodista Amir Tibon de Haaretz.

Tibon, un periodista talentoso que pasó varios años en Washington escribiendo para el diario de referencia de Israel, experimentó el 7/O en formas que pocos otros lo hicieron. El estuvo inmovilizado junto con su esposa y dos hijas en el cuarto seguro de su casa en Nahal Oz, un kibutz adyacente a la Franja de Gaza. Los combatientes de Hamas rondaron la zona en busca de víctimas ese día, matando a 1,200 y secuestrando a 245.

Por suerte, la historia de Tibon tiene un final feliz: El y su familia fueron rescatados por el padre del autor, Noam Tibon, un general retirado en las Fuerzas de Defensa de Israel, junto con un puñado de soldados valientes en deber activo que enfrentaron valientemente a los terroristas bien armados que invadieron el sur de Israel en ese día fatídico.

El relato apasionante de Tibon del 7/O se basa en su recuerdo, tanto como relatos de sus vecinos y amigos de Nahal Oz. Todos ellos soportaron un infierno que no olvidarán pronto. Lamentablemente, algunos todavía están viviendo ese infiermo mientras lloran familia y amigos asesinados o esperan ansiosamente enterarse de la suerte de los seres amados todavía retenidos por Hamas en Gaza. El relato de Tibon de sus historias es tanto escalofriante como autorizado.

Las Puertas de Gaza, sin embargo, tiene más que ver con el ataque de Hamas. El autor teje expertamente en la historia del kibutz, la historia de la violencia de Hamas, e incluso la política actual de Israel.

Como resultó, Nahal Oz estaba a punto de celebrar su 70º aniversario en la noche del 7 de octubre. Establecido por primera vez en 1953, Nahal Oz fue creado por sionistas fervientes que soportaron trabajo agrícola agobiante para construir una comunidad sobre las tierras fronterizas de Israel. Su éxito era un imperativo estratégico. Señalaba al mundo árabe que Israel no se acobardaría, incluso en medio de ataques de fedayines (combatientes irregulares) de Gaza. De hecho, la orden militar de crear el kibutz fue emitida por ningún otro que Moshe Dayan, cuyo parche en el ojo icónico y sonrisa traviesa sólo amplificaron la fascinación del país con su astucia en el campo de batalla.

Con el tiempo, la comunidad floreció. Pero con el grupo terrorista Hamas atrincherado frente a la frontera, era una montaña rusa. Un punto de inflexión fue la primavera del 2001. Como nota Tibon, eso fue cuando "Hamas había encontrado una forma de superar el obstáculo del cerco fronterizo." Las olas subsiguientes de proyectiles crudos pero peligrosos necesitaron la construcción de "habitaciones seguras" en las casas a lo largo de Nahal Oz. (la sala segura de Tibon, hecha de cemento grueso, una puerta fuerte, y una bandeja de acero para cubrir la ventana, fue lo que permitió a Tibon y su familia sobrevivir el 7 de octubre.)

El año 2007 fue otro hito para Nahal Oz y las comunidades circundantes. Eso fue cuando Hamas conquistó la Franja de Gaza por la fuerza, derrocando a la Autoridad Palestina reconocida internacionalmente. A partir de allí, la seguridad se deterioró rápidamente. Hamas se volvió el soberano, permitiendo al grupo dedicar recursos significativos a su maquinaria bélica. El bombardeo prolífico a Israel por parte del grupo, sin embargo, fue superado por el sistema de defensa contra misiles Cúpula de Hierro, de Israel, el cual interceptó exitosamente su primer proyectil en abril del 2011. Desde entonces, el Cúpula de Hierro ha protegido grandes franjas de Israel del 90% de los ataques de Hamas, si no más.

Para Nahal Oz y las otras comunidades sureñas, sin embargo, Cúpula de Hierro hace poco. Ellos están demasiado cerca de Gaza como para interceptar los cohetes de corto alcance y morteros que Hamas les lanza. Algunos residentes no pudieron manejar la amenaza constante y eligieron partir.

Pero el pueblo israelí es destacablemente tenaz. Las comunidades sureñas fueron reconstruidas mejor, atrayendo a gente como Tibon a construir una vida en Nahal Oz, incluso tras la guerra de 51 días con Hamas en el 2014.

El relato de Tibon de la última década—después que se mudó a Nahal Oz—es más bien contundente en su evaluación del liderazgo político de Israel. El autor critica al Primer Ministro Benjamin Netanyahu por fallar a Israel en múltiples formas (de ahí la palabra "traición" en el subtítulo del libro).

El primer ministro llegó a un acuerdo con Catar, el cual permitió al estado del Golfo conspirador y partidario del terrorismo dar un estimado de u$s30 millones por mes a la Gaza controlada por Hamas en un esfuerzo descabellado por sostener la "calma." Esto obviamente fue horriblemente contraproducente y nunca debería haber sucedido.

Los ataques del 7/O tuvieron lugar bajo el mandato de Netanyahu. Esta falla de la inteligencia y el ejército finalmente recae sobre el jefe de estado, aun cuando muchos otros aceptarían la responsabilidad y la culpa. Tibon también destaca correctamente que la búsqueda de Netanyahu de una reforma del sistema legal israelí encendió una tormenta política que llevó innegablemente a Hamas a creer que el país estaba dividido y débil.

Finalmente, Netanyahu fue demasiado lento para responder a miles de israelíes a raíz del ataque de Hamas. Fueron finalmente las organizaciones sin fines de lucro y voluntarios los que ayudaron a personas como Amir Tibon a reasentarse tras el 7 de octubre.

Tibon, sin embargo, también critica al primer ministro por no lograr llegar a un acuerdo de rehenes con Hamas. Este es un refrán común entre los críticos del primer ministro. Y el sufrimiento de los rehenes no puede ser ignorado. Pero debe reconocerse que Hamas (y sus patrones en Teherán) han rechazado repetidamente cumplir los términos legítimos de Israel. Mientras tanto, Netanyahu está trabajando para proteger a un estimado de 10 millones de ciudadanos contra Irán, Hezbola, los hutíes, las milicias en Irak y Siria, y más allá.

Adecuadamente, el título Las Puertas de Gaza se deriva de la historia bíblica de Sansón. El guerrero judío levantó las pesadas puertas de la ciudad filistea de Gaza después que sus enemigos trataron de atraparlo allí. Un año después que comenzara la guerra en el Medio Oriente, los israelíes están todavía tratando de luchar para salir. Las puertas de Gaza no son menos pesadas hoy.

Jonathan Schanzer, un ex analista en finanzas del terrorismo en el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, es vicepresidente principal de investigación en la think tank no partidista Foundation for Defense of Democracies.


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