Hanna Katzir falleció a sus 78 años.
Sus familiares aseguran que su salud se deterioró durante su cautiverio. Su hija, Carmit Palty Katzir, expresó que "su corazón no pudo soportar el terrible sufrimiento desde el 7 de octubre".
El esposo de Hanna fue asesinado en el kibutz Nir Oz durante la masacre, mientras que su hijo fue secuestrado y posteriormente asesinado en Gaza. Tras su liberación, la familia informó que Hanna regresó con la salud muy deteriorada y que necesitaba ser hospitalizada debido a problemas cardíacos que no tenía antes del secuestro.
Agregaron que "las difíciles condiciones y el hambre" durante su cautiverio fueron las principales causas de su debilitamiento.
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