El ministro de Asuntos Exteriores de Siria izó el viernes la nueva bandera de su país en la sede de la ONU en Nueva York, celebrando la medida como una "proclamación de una nueva existencia" tras la caída de Bashar al-Assad.
Asaad al-Shaibani izó la bandera de tres estrellas, adoptada oficialmente tras el derrocamiento de Assad en diciembre, y posteriormente habló ante el Consejo de Seguridad, donde instó al levantamiento de las sanciones internacionales y a presionar a Israel para que abandone el territorio sirio.
“Esta bandera no es un mero símbolo, sino la proclamación de una nueva existencia”, declaró en su primer discurso ante las Naciones Unidas.
Desde la caída de Assad ante las fuerzas islamistas, Israel ha desplegado tropas en una zona de amortiguación controlada por la ONU que separa a las fuerzas israelíes y sirias en los estratégicos Altos del Golán desde 1974.
“Queremos pedir al Consejo que presione a Israel para que se retire de Siria”, declaró al-Shaibani en su primer discurso ante la ONU.
Israel también ha lanzado ataques aéreos en Siria, que al-Shaibani condenó el viernes como “no solo una flagrante violación del derecho internacional y la soberanía siria, sino también una amenaza directa a la estabilidad regional”.
“Hemos anunciado repetidamente nuestro compromiso de que Siria no constituirá ninguna amenaza para ninguno de los países vecinos ni para ningún país del mundo, incluido Israel”, afirmó.
El ministro de Asuntos Exteriores sirio, Asaad al-Shaibani, interviene durante una reunion del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Oriente Medio en la sede de la ONU en Nueva York, el 25 de abril de 2025. (Foto de ANGELA WEISS / AFP)
También pidió el levantamiento de todas las sanciones impuestas por el gobierno anterior.
Las sanciones económicas han afectado gravemente al país, con más del 90 % de los sirios viviendo por debajo del umbral de la pobreza, según la ONU.
Al-Shaibani recibió el respaldo del enviado especial de la ONU a Siria, Geir Pedersen, quien advirtió que las violaciones de la integridad territorial de Siria por parte de Israel están socavando la transición.
Afirmó que el enfoque "altamente confrontativo" de Israel "no se justifica" dado el margen para la diplomacia.
Un día después de la caída del régimen de Assad, Israel envió sus tropas a una zona de seguridad patrullada por la ONU que separa a las fuerzas israelíes y sirias en los estratégicos Altos del Golán, donde ahora mantiene presencia militar. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han descrito su presencia en la zona de contención del sur de Siria como una medida temporal y defensiva, aunque el ministro de Defensa, Israel Katz, ha declarado que las tropas permanecerán desplegadas en la zona "indefinidamente".
Israel también ha llevado a cabo una serie de ataques con el objetivo de destruir el arsenal militar y los depósitos de armas químicas del régimen anterior para que no caigan en manos del nuevo régimen.
Israel ha declarado repetidamente su desconfianza hacia Hayat Tahrir al-Sham, la facción islamista que derrocó a Assad y que surgió de un grupo afiliado a Al Qaeda hasta que rompió vínculos con ella en 2016. Israel también ha expresado su intención de evitar que Siria caiga en manos de un régimen hostil.
Pedersen también pidió que se flexibilice la aplicación de las sanciones.
Algunos países europeos y occidentales han flexibilizado ciertas sanciones contra Siria, mientras que otros, incluido Estados Unidos, han dicho que esperarán a ver cómo ejercen su poder las nuevas autoridades, optando en su lugar por exenciones puntuales y temporales.
La visita de Shaibani a la ONU se produce después de que el gobernador del banco central y el ministro de finanzas de Siria asistieran esta semana a las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, por primera vez en más de 20 años, según The Times of Israel.
Pedersen afirmó que la transición del país tras la era de Assad se encontraba en un momento crítico.
Se ha logrado mucho, pero "la situación es extremadamente frágil", advirtió, y pidió mayor inclusión política y acción económica.
Pedersen, quien estuvo en Damasco hace dos semanas, destacó el "desafío urgente" que enfrenta la comunidad alauita.
A principios de marzo, la minoría —asociada con Assad— fue blanco de masacres, especialmente en la costa, que se cobraron la vida de más de 1700 personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
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