Repugna el uso de la frase de Nike como recurso publicitario!
Nike se enfrenta a una reacción violenta por el eslogan "Nunca más, hasta el año que viene" en el Maratón de Londres
"Gritar 'nunca más, hasta el próximo año' es exactamente lo que Hamas prometió: repetir el 7 de octubre una y otra vez", dijo el juez británico retirado Nigel Litman.
La frase "Nunca más" está ampliamente asociada con el Holocausto y representa un compromiso mundial para evitar que vuelvan a ocurrir atrocidades similares. Su uso en una campaña de marketing ha desatado la ira.
"Como judío que vive en Londres, me sentí conmocionado, herido y enojado al ver el uso de palabras en este contexto, aunque sin duda en referencia al dolor temporal de correr 26 millas", dijo el juez británico retirado Nigel Litman, a Walla.
"'Nunca Más' es una frase relacionada con el Holocausto y el asesinato de seis millones de judíos.
Está dirigida como una plegaria al mundo para que no permita que semejante horror se repita.
Y en los últimos 18 meses, se ha utilizado más que nunca, mientras lamentamos la bárbara matanza de más de 1.000 israelíes y anhelamos el regreso de los rehenes secuestrados a los túneles de Gaza".
"El hecho de que la frase se utilice como una herramienta de marketing para el maratón es muy indicativo de la forma en que se trata.
De hecho, corear 'nunca más, hasta el próximo año' es exactamente lo que Hamas prometió: repetir el 7 de octubre una y otra vez", agregó Litman.
Aclaró: "No estoy argumentando que Nike se refería a un acto antisemita, pero demostró cómo un comentario serio e importante se deja de lado como de poca importancia, a pesar de que para muchos judíos es de enorme importancia".
El maratón tuvo lugar solo tres días después del Día de Conmemoración del Holocausto en Israel, en medio de un aumento más amplio del antisemitismo mundial.
Solo Gran Bretaña experimentó su segundo peor año en incidentes antisemitas en 2024, con más de 3.500 casos registrados. Aproximadamente 56.000 corredores participaron en el Maratón de Londres.
Por ARIELA OHRENSTEIN
The Jerusalem Post
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