jueves, 4 de diciembre de 2025

 El 7 de octubre por la mañana, cuando sonaron las alarmas, Itay y Eti Zak y su hijo Sagi (14) y el perro Soka entraron en la habitación protegida.

Como no había recepción de señal en la habitación protegida, los dos niños mayores, Hadar y Tomer, no pudieron comunicarse durante toda la mañana.
Por la tarde finalmente se logró establecer contacto: los padres dijeron por teléfono que los terroristas estaban cerca, pero se aseguraron de tranquilizarlos diciéndoles que estaban bien.
Éstas también fueron las últimas llamadas de ellos.
Después de más de un día en el que estuvieron separados de toda comunicación, se reveló el trágico panorama.
Los cuatro fueron encontrados muertos en el refugio quemado.
Los habian quemado vivos.
Que su memoria sea bendita.
💔🥀🕯️🇮🇱🙌

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