martes, 1 de mayo de 2012

VICTIMAS JUDIAS OLVIDADAS

fUENTE: Yedioth Ahronoth- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba por Giulio Meotti 24/4/12 Antes de partir para los Juegos Olimpicos, todo atleta israeli rinde homenaje en las tumbas de 11 compatriotas asesinados en Munich en 1972 por terroristas palestinos. Ese año, la vergonzosa decision de no detener todo fue moralmente bancarrota, y dio una luz verde a futuras masacres de judios inocentes. La celebracion olimpica estaba muerta, pero la competencia siguio y siguio. Es una desgracia que el Comite Olimpico Internacional, debido al oportunismo politico, ahora elija olvidar a los israelies masacrados. El Comite recien rechazo un pedido de las familias de los atletas israelies para organizar una conmemoracion oficial en su nombre. No hay nada como los Juegos Olimpicos para traer nuestros sentimientos colectivos de paz, deportismo y competencia justa y el recuerdo de los israelies tenia una posibilidad de convertirse en una realidad en los juegos de verano de Londres 2012. Pero el comite olimpico capitulo, una vez mas, ante el rescate arabe. En el año 2000, el Comite Olimpico de Palestina objeto una conmemoracion en Sidney recordando la masacre de Munich. Las valientes viudas de dos de las victimas han hecho campaña hace tiempo para llevar a cabo una conmemoracion, sea a traves de un momento de silencio o de una mencion en los comentarios de apertura del presidente del Comite. "Nosotras queremos que el Comite Olimpico... con todos los 10000 jovenes atletas frente a ellos, diga, 'No nos olvidemos de lo que sucedio en Munich.' Nosotras queremos esto solo por una razon, para que nunca mas suceda nuevamente," dijo recientemente Ankie Spitzer, cuyo esposo, Andre, fue uno de los israelies asesinados. Si uno va a identificar un inicio de la matanza de civiles israelies, uno debe retornar a esa infame mañana en el 31 de la Connollystrasse en la Villa Olimpica de Munich. Dado el telon de fondo olimpico supuestamente apocaliptoco, la vista de deportistas judios, con los ojos vendados y esposados, arrastrandose a su destino en Alemania, agito la repulsion internacional. Desgracia y vergüenza Algunos de los atletas israelies asesinados por los escuadrones de la muerte de Arafat eran sobrevivientes del Holocausto, mientras que otros eran “sabras" nacidos en Israel. Cada una de sus historias llama al llanto y oracion. Cada uno de ellos era un miembro del gran cuerpo de Israel. Como Amitzur Shapira, el padre de cuatro bellos hijos y maestro en Herzliya. Como Shaul Ladani, quien contrajo fiebre tifoidea en el campo de concentracion de Bergen-Belsen. Como Yosef Romano, quien el dia antes de ser asesinado habia dicho, "Esta es mi ultima competencia; yo no tengo suficiente tiempo para mis hijos." Como David Berger, un judio idealista y pacifista de Cleveland, quien se suponia se casara despues de regresar de las Olimpiadas. Como Mark Slavin, quien beso el suelo judio a su llegada a Israel desde Minsk, donde habia luchado contra los comunistas que encarcelaron a miles de judios que, como el, querian llegar a Jerusalem. Como Ze’ev Friedman, quien hablaba una maravillosa mezcla de idish y ruso y era el ultimo varon de su familia, incinerada en las camaras de gas. Como Kehat Schorr, quien habia combatido contra las tropas nazis en los Carpatos. Como Yakov Springer, quien enseñaba en las escuela en Bat Yam y uno de los pocos sobrevivientes de la revuelta armada en el gueto de Varsovia. Como Eliezer Halfin, quien habia perdido a todos sus parientes en el Holocausto. Como Yosef Gutfreund, quien paso meses en prision en Rumania bajo la acusacion de “propaganda sionista." El edificio que albergaba a los atletas israelies estaba localizado a menos de 10 millas del campo de concentracion de Dachau. Ellos fueron los primeros judios asesinados en Alemania por ser judios desde 1945. Desde entonces, su asesinato desaparecio del recuerdo internacional. Los parientes de las victimas pedian solo por “30 segundos” de silencio. El Comite Olimpico lo rechazo. La proxima distribucion de medallas de plata y oro estara manchada en la desgracia y la vergüenza. Los 11 israelies murieron una segunda vez. Giulio Meotti, periodista de Il Foglio, es el autor del libro Una Nueva Shoah: La Historia No Contada De Las Victimas De Israel Del Terrorismo.