Con grandes sonrisas en sus rostros y con cinco medallas, la delegación israelí de judo volvió ayer del torneo Grand Slam de Abu Dabi. A su arribo al aeropuerto de Ben-Gurión, los esperaban familiares y amigos, quienes se reunieron alrededor de la delegación para cantar el Hatikva (himno nacional israelí), un gesto simple que les fue negado en el torneo de Abu Dabi.
¡Estamos muy orgullosos y contentos de sus logros!
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