Hoy en la historia judía / Israel devuelve el dominio de la Península del Sinaí a Egipto
Itongadol/AJN.- El 25 de abril de 1982 el Estado de Israel devolvió a Egipto el dominio de la Península del Sinaí, de una extensión de 60.000 kilómetros cuadrados, que había ocupado durante la Guerra de los Seis Días en junio de 1967.
Lo hizo según lo establecido en el acuerdo de paz firmado entre ambos países el 26 de marzo de 1979, con el que culminaron las negociaciones iniciadas, muchas de ellas secretas y otras públicas, luego de finalizada la Guerra de Yom Kipur el 18 de enero de 1974. Además, el 11 de noviembre del año anterior se había firmado el acuerdo de separación de las tropas que estaban en los lugares que dominaban al establecerse el cese del fuego entre Israel y Egipto.
Dichas negociaciones se aceleraron luego del triunfo electoral del Likud en el Estado de Israel a mediados de 1977, que incluyeron el viaje de Anwar el-Sadat a Jerusalem, invitado por el primer ministro israelí Menajem Begin, el 19 de noviembre de ese año y su discurso en la Knesset (parlamento israelí) al día siguiente, donde abogó por la paz entre los dos países.
En dichas negociaciones Estados Unidos actuó como una especie de mediador que culminó en septiembre de 1978 con el denominado acuerdo de Camp David, firmado por Menajem Beguin, Anwar el Sadat y Jimmy Carter, que sería el anticipo del acuerdo de paz que se redactó durante los seis meses siguientes y que fue aprobado por la Knesset el 22 de marzo de 1979 por 95 votos a favor y 18 en contra.
Este establecía, como ítems principales, la culminación del estado de guerra entre los dos países, que la frontera entre Egipto y el Estado de Israel fuese la reconocida entre Egipto y el Mandato Británico, lo que significaba que Israel se retiraba de la península del Sinaí, el completo desmantelamiento de las poblaciones israelíes establecidas en ese territorio a partir de la finalización de la Guerra de los Seis Días, limitaciones a la presencia de las fuerzas armadas egipcias en ciertas zonas de la península del Sinaí y que ambas partes aplicasen entre ellas las previsiones de la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional que rigen las relaciones entre Estados en tiempo de paz. A la vez implicaba también el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Egipto y el Estado de Israel, y la libre navegación por el Canal de Suez tanto de naves israelíes como de otras embarcaciones que tenían como destino puertos israelíes.
Lo hizo según lo establecido en el acuerdo de paz firmado entre ambos países el 26 de marzo de 1979, con el que culminaron las negociaciones iniciadas, muchas de ellas secretas y otras públicas, luego de finalizada la Guerra de Yom Kipur el 18 de enero de 1974. Además, el 11 de noviembre del año anterior se había firmado el acuerdo de separación de las tropas que estaban en los lugares que dominaban al establecerse el cese del fuego entre Israel y Egipto.
Dichas negociaciones se aceleraron luego del triunfo electoral del Likud en el Estado de Israel a mediados de 1977, que incluyeron el viaje de Anwar el-Sadat a Jerusalem, invitado por el primer ministro israelí Menajem Begin, el 19 de noviembre de ese año y su discurso en la Knesset (parlamento israelí) al día siguiente, donde abogó por la paz entre los dos países.
En dichas negociaciones Estados Unidos actuó como una especie de mediador que culminó en septiembre de 1978 con el denominado acuerdo de Camp David, firmado por Menajem Beguin, Anwar el Sadat y Jimmy Carter, que sería el anticipo del acuerdo de paz que se redactó durante los seis meses siguientes y que fue aprobado por la Knesset el 22 de marzo de 1979 por 95 votos a favor y 18 en contra.
Este establecía, como ítems principales, la culminación del estado de guerra entre los dos países, que la frontera entre Egipto y el Estado de Israel fuese la reconocida entre Egipto y el Mandato Británico, lo que significaba que Israel se retiraba de la península del Sinaí, el completo desmantelamiento de las poblaciones israelíes establecidas en ese territorio a partir de la finalización de la Guerra de los Seis Días, limitaciones a la presencia de las fuerzas armadas egipcias en ciertas zonas de la península del Sinaí y que ambas partes aplicasen entre ellas las previsiones de la Carta de las Naciones Unidas y los principios del derecho internacional que rigen las relaciones entre Estados en tiempo de paz. A la vez implicaba también el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Egipto y el Estado de Israel, y la libre navegación por el Canal de Suez tanto de naves israelíes como de otras embarcaciones que tenían como destino puertos israelíes.
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