Una adolescente se ha recuperado notablemente en Jerusalén, tres meses después de haber sido trasladada en avión desde Ucrania cuando estaba en coma y se pensaba que tenía una pequeña posibilidad de sobrevivir.
A medida que el sistema de salud se desmoronaba a su alrededor en Ucrania esta primavera, Anna Kosma tenía varias convulsiones al día.
Una ambulancia la esperaba para llevarla al Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalén, donde estaba, hasta ahora, en la Unidad de Terapia Intensiva.
"La subimos a la ambulancia y la llevé directamente a cuidados intensivos, sin siquiera detenerme en la sala de emergencias, ya que no tenía sentido dada la gravedad de su condición", dijo el Dr. Stefan Mausbach, director de cuidados neurointensivos, a The Times of Israel.
“Ella había estado teniendo convulsiones durante semanas".
Kosma había pasado por una rara infección bacteriana o viral que le causó epilepsia y una serie de reacciones graves.
“Al llegar, ella no reaccionaba en lo absoluto; totalmente en coma", dijo Mausbach, explicando que la posibilidad de daño cerebral seroso en tales escenarios es muy alta.
“Estimé sus posibilidades de supervivencia entre el 1% y el 2%".
La colega de Mausbach, la Doctora Roni Eichel, directora de neurología de Shaare Zedek, explicó que se enfrentó a un raro caso de fiebre convertida en epilepsia que es "muy difícil de tratar con medicamentos, por lo que el paciente en la mayoría de los casos sufre de daño cerebral severo, y en muchos casos existe un riesgo de muerte".
Los médicos profundizaron su coma a un estado llamado anestesia cerebral, ya que esto le permitió ser tratada con una menor probabilidad de daño cerebral.
Mantuvieron este estado durante cuatro días. Después ke cambiaron todos sus medicamentos y vieron cierta mejoría.
Mausbach dijo: "Comenzó a reaccionar más, pero incluso entonces, tuvo alrededor de 20 convulsiones al día durante otra semana".
Siguió un largo y laborioso proceso de probar diferentes enfoques y diferentes medicamentos, y hace unos días, a pesar de la posibilidad de que quedara algún daño cerebral duradero, Anna dejó los cuidados intensivos por su cuenta, y entró en rehabilitación.
"Estaba muy emocionada y muy contenta de que le dieran de alta", dijo Mausbach.
“Nos esforzamos mucho para ayudarla, trabajando con ella todo el día y toda la noche. Lo que acabamos de presenciar es algo que los médicos ven una vez en la vida.
Tenemos muchas miserias en cuidados intensivos, así que ver algo como esto es genial".
Por: Nathan Jeffay
F: The Times of Israel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.