Hoy (13 de Elul) es el aniversario de fallecimiento de Rabi Yosef Jaim de Bagdad, conocido como el ‘Ben Ish Jay’.
Cada año, cuando llegaban a la Parashá de Ki Tetze que leímos el previo Shabat, el compartía un mensaje muy importante sobre el primer versículo, “Cuando salgas a la guerra contra tu enemigo”, y decía: “El mayor enemigo de la persona es su propio instinto de mal”.
Él solía contar que una vez el instinto del mal se presentó delante de Hashem y le pidió que le enviara a un Tzadik (justo) para vencerlo, y hacerlo pecar.
Hashem puso a su disposición un Tzadik dedicado totalmente al trabajo espiritual, que en las noches acostumbraba a estudiar Torá hasta que le daba sueño.
El “Yetzer Hará”, lo incitó a ir a una discoteca, donde observó que todos cantaban y bailaban sin sentarse hasta agotar sus últimas energías. Al volver a casa, la esposa del Tzadik se preocupó al escucharlo llorar y gritar, frente a lo cual ella le preguntó sobre el motivo de su estado, y él respondió: “Lloro y me lamento porque estoy avergonzado por mis acciones; después de todo, he visto gente corriente sumergida en su vanidad hasta las últimas horas de la noche, mientras yo me acuesto normalmente a dormir mucho más temprano, así que a partir de ahora, voy a estar despierto por más horas en la noche, para poder estudiar Torá aún más tiempo: ¡si ellos pueden yo también puedo!”.
Eso es lo que el Pasuk nos quiere decir cuando plantea que “cuando salgas a luchar contra tu enemigo (el Yetzer Hará), debes cautivar a sus prisioneros”, lo cual significa que tenemos que aprender de la forma con la cual nuestro instinto del mal nos cautiva, para con la misma actuar contra él y vencerlo, usando su mismo método, pero en sentido positivo.
Así que: ¡Cautivemos a sus prisioneros!
Por: Ishai Harari
F: Tora en UNO
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