“No están dadas las condiciones para que reconozcamos a Palestina como Estado(...) con Israel tenemos una relación de acercamiento y cada vez recibimos más turistas de allí”.
-Imma Tor, Ministro de Asuntos Exteriores de Andorra.
73 judíos de Andorra están orgullosos de mantener una pequeña comunidad en un pequeño país.
Al sur, en España, manifestantes ruidosos, envalentonados por el reciente reconocimiento de "Palestina" por parte de su gobierno, están instando al primer ministro Pedro Sánchez a ir aún más lejos y cortar las relaciones diplomáticas con Israel.
Y al norte, en Francia, los judíos temen una escalada del antisemitismo tras tras unas elecciones en la que el partido de extrema izquierda obtuvo la mayor proporcion de votos.
Sin embargo, entre estos dos grandes países hay uno pequeño en el cual las manifestaciones contra Israel son desconocidas, los lazos con Israel siguen siendo fuertes, y los judíos disfrutan de vidas prósperas y tranquilas, siempre y cuando no llamen oficialmente sinagoga a su centro cultural subterráneo.
Bienvenidos a Andorra, un microestado montañoso de 82.000 habitantes enclavado en los Pirineos orientales.
- Con apenas 460 kilómetros cuadrados (aproximadamente tres veces más grande que Washington DC), este principado es un paraíso para esquiar y realizar compras libres de impuestos.
- Andorra es también la única nación del mundo que se declara catalana y, desde su fundación en 1278, su religión estatal ha sido el catolicismo romano.
Esto no parece ser un problema para la comunidad judía local, cuyos miembros se estiman en sólo 73 miembros.
- “No oculto que soy judía. Estoy orgullosa de ello”, afirma Mercedes Abitbol, de 52 años, una funcionaria del grupo financiero MoraBanc nacida en Andorra que, una tarde reciente, lucía un pequeño collar de plata con la palabra “Jai” mientras estaba sentada en una terraza de una cafetería de esta pintoresca ciudad, que a 930 metros sobre el nivel del mar es la capital más alta de Europa.
A diferencia de Francia y España, Andorra no tiene antecedentes de antisemitismo.
- Tal vez se deba a que durante la mayor parte de su existencia no vivió ni un solo judío aquí.
- De hecho, no hay registro de presencia judía en esta nación sin salida al mar hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando se convirtió en un refugio temporal para judíos franceses y otros que huían de los nazis, una nota histórica a la que se alude en la miniserie de Netflix de 2023 "Transatlantic".
Entre 2.000 y 3.000 judíos franceses y otras personas escaparon de la Francia de Vichy a través de la neutral Andorra en circunstancias increíblemente duras, según el montañista e historiador local Joan Janer Rossell.
- “Los guías llevaban a esta gente, entre ellos polacos, alemanes y húngaros, a pie para cruzar los Pirineos hacia España”, dijo.
- “Esta gente de las montañas era muy pobre y las condiciones eran muy malas. Algunos se aprovechaban de los refugiados, les robaban el dinero e incluso los mataban. Muchos llegaron a España, pero otros murieron en el camino”.
Rossell, de 66 años, fue criado en la fe católica, pero más tarde descubrió que su padre tenía raíces judías.
Visitó Israel en 1980 y se tatuó en el antebrazo la frase “Am Israel Jai” (El Pueblo de Israel Vive) en hebreo.
Sabe cantar el himno nacional de Israel, “Hatikvah”, y también ha escrito varias novelas en catalán, incluida una historia de los Pirineos andorranos.
“Los judíos de aquí siempre me han aceptado como amigo”, dijo Rossell. “Todos los años, el embajador de Israel en España visita Andorra y siempre me invitan a su cóctel de bienvenida”.
- Oficialmente, el país está gobernado por dos copríncipes: el presidente francés y el obispo de Urgel, una región de España. Y, por minúsculo que sea, Andorra no es el microestado más pequeño de Europa: Liechtenstein, Malta, Mónaco, San Marino y el Vaticano son considerablemente más pequeños.
Prácticamente todos los andorranos hablan con fluidez francés y español, además de su lengua materna, el catalán. El inglés también se entiende ampliamente, al igual que el portugués, y los extranjeros representan dos tercios de la población.
En 1962, Andorra, que entonces tenía sólo 11.000 habitantes, fue objeto de una parodia pacifista del cantante folk Pete Seeger, un no judío que solía cantar en hebreo y que había visitado Israel varias veces.
Fue en esa época cuando los judíos empezaron a llegar de nuevo a Andorra, esta vez desde Marruecos, pasando por España.
Isaac Benchluch Ayach, ex profesor de educación física, es ahora director de un instituto, la Escola Andorrana de Sant Julià, y presidente de la comunidad judía local.
- “Los judíos estuvieron en Marruecos casi 500 años, pero cuando se creó el Estado de Israel empezaron los problemas. Mi madre fue amenazada varias veces por sus vecinos musulmanes”, afirma Benchluch, que explica que sus padres se marcharon a Barcelona con la idea de ganar algo de dinero y luego emigrar a Estados Unidos.
- "Pero en Barcelona", dijo, "se enteraron que Andorra buscaba trabajadores, así que vinieron aquí".
- En los años 60, las autoridades locales, con la esperanza de transformar el país de una nación agrícola pobre a un centro turístico y bancario, comenzaron a desarrollar estaciones de esquí y a construir la red de transporte.
Hoy, Andorra se encuentra a tres horas en coche de Toulouse o Barcelona. En 2023, atrajo a 10,2 millones de turistas y, gracias a los estrictos controles de inmigración en las fronteras francesa y española, tiene muy poca delincuencia, cero desempleo y prácticamente ninguna población sin hogar.
- A diferencia de la mayoría de los destinos europeos, Andorra no cuenta con lugares de interés judío.
- Sin embargo, ofrece majestuosos paisajes montañosos, docenas de iglesias medievales, pintorescas calles adoquinadas, una red de rutas de senderismo y un museo nacional del automóvil con 80 coches antiguos en exposición.
- Aunque utiliza el euro como moneda, Andorra no forma parte de la Unión Europea, lo que significa que los licores, perfumes, cigarrillos y productos electrónicos que se venden en sus numerosas tiendas libres de impuestos son mucho más baratos que en los países vecinos.
Baruj y Miriam Rodríguez, ambos de 62 años, son pilares de la comunidad judía de Andorra, la mayoría de cuyos miembros trabajan en la industria de importación-exportación o comercio minorista.
- “Mis padres son de Andalucía. Durante la Guerra Civil española huyeron y vinieron a Andorra por motivos políticos, ya que mi padre era comunista”, explica Baruj, farmacéutico y converso al judaísmo.
- “Pero prácticamente el 100% de esta comunidad es de origen marroquí, sobre todo de la ciudad de Larache”.
Miriam, una inmigrante de Casablanca que pasó dos años en un kibutz en Israel antes de establecerse aquí, añade:
“Por el momento, no hay antisemitismo en Andorra. A veces hacen preguntas y hacen muecas, pero la gente de aquí no sabe realmente nada de judaísmo”.
- En 1998, los judíos locales formaron la Asociacion Cultural Israelita de les Valls d"Andorra, o ACIV, en una gran sala de reuniones escondida en un nivel subterráneo de un edificio de consultorios médicos que solía ser un almacén.
- “Técnicamente no es una sinagoga, porque eso estaría prohibido”, dijo Baruj, citando las regulaciones andorranas que prohíben la consagración de cualquier lugar de culto no católico.
- “Antes de esto, usábamos una casa privada con vista desde el segundo piso. Pero eso era demasiado obvio, así que elegimos este sitio”.
No hay ninguna señalización exterior en la entrada del ACIV (ni siquiera una mezuzá), sólo una pequeña etiqueta sobre el timbre.
- Sin embargo, en el interior hay un espacio lo suficientemente grande para 150 personas, con libros de oraciones judíos, un gran muro conmemorativo, una menorá de plata y un arca que contiene tres rollos de la Torá donados, incluido uno de Gibraltar.
- “Cada Shabat tratamos de conseguir un minyan, pero es muy difícil”, dijo Baruj Rodríguez, señalando que a medida que pasa el tiempo, cada vez menos personas asisten, particularmente en el verano, cuando la mayoría de los judíos están de vacaciones.
Una de las razones, según Miriam, es que “los jóvenes se casan tarde y luego se van. Aquí no hay judíos de entre 13 y 30 años. Los buenos empleos están en el extranjero y, por lo general, no quieren casarse con personas de otras etnias”.
- Baruj Rodríguez dijo que él y Meir Muyal, de 82 años, son los únicos judíos de Andorra que aún practican el kashrut.
- El país nunca ha tenido su propio rabino, aunque para las Altas Fiestas, la congregación trae rabinos de Toulouse o París.
- Benchluch, presidente de la comunidad, tiene cuatro hijos: Malka, Meir, Yosef y Nathaël. Su esposa, Lidia, de origen católico, se convirtió al judaísmo bajo la supervisión de dos rabinos ortodoxos de Barcelona.
“Aquí no hay mikve, así que tuvo que hacerlo allí”, dijo, y explicó que para realizar la circuncisión ocasional es necesario traer mohalim de Toulouse o Barcelona.
- “Andorra no tiene restaurantes kosher y la cocina catalana se basa en la carne de cerdo. Es muy difícil vivir como judío aquí”.
Morir como judío en Andorra también es problemático.
- Debido a la limitación de espacio, la mayoría de los andorranos son incinerados, lo que no supone ningún problema para los católicos, pero tradicionalmente es un tabú en el judaísmo. Sin embargo, como Andorra carece de un cementerio judío, los judíos locales suelen optar por ser enterrados en Toulouse o Barcelona.
- Sin embargo, eso podría cambiar pronto, dijo Benchluch.
- “Tras 20 años de conversaciones, ahora estamos negociando con el gobierno la creación de un cementerio judío en 2025 o 2026. El terreno es muy caro, por eso les pedimos que nos den un terreno en Escaldes para 100 tumbas”, senalo.
Las cosas también están cambiando poco a poco en el plano político.
- Hace aproximadamente un año, el hermano de Benchluch, Salomó, fue elegido miembro del parlamento de 28 miembros de Andorra, convirtiéndose en el primer legislador judío en la historia del país.
Recientemente, España, Irlanda y Noruega reconocieron formalmente a "Palestina" en un intento de presionar a Israel por su guerra contra Ham@s.
En Francia, el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon anunció que presionara de inmediato para reconocer un Estado palestino después del sólido desempeño electoral de su partido.
- En contra de esa tendencia europea, el ministro de Asuntos Exteriores andorrano, Imma Tor, declaro a mediados de junio que Andorra no haría tal cosa.
- “No están dadas las condiciones para que reconozcamos a Palestina como Estado. Creemos que aún no es el momento de posicionarnos en medio de este conflicto”, afirmó, y añadió que “con Israel tenemos una relación de acercamiento y cada vez recibimos más turistas de allí”.
JTA le preguntó a Muyal, el judío más anciano de Andorra, si alguna vez había pensado en mudarse a Israel, como hicieron tantos otros judíos marroquíes.
“No”, respondió sin dudarlo. “Aparte de las dificultades que conlleva ser judío, soy muy feliz aquí. Este es un país maravilloso”.
Para saber sobre las imagenes, pueden entrar a cada una de ellas y alli encontraran la explicacion.
Larry Luxner.
La Pagina Judia.
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