jueves, 10 de abril de 2025

 Los científicos están cada vez más cerca de demostrar que un yacimiento turco descubierto en la década de 1990 es el Arca de Noé bíblica, con muestras de suelo que coinciden con la presencia de madera en descomposición, informó The Sun el domingo.

Muestras de suelo cerca del monte Ararat muestran diferencias en una formación con forma de barco que apuntan a la presencia de madera en descomposición.
El Dr. Memet Salih Bayraktutan, geólogo turco, recolectó 22 muestras del interior y del exterior de la posible estructura el año pasado.
Un análisis realizado en la Universidad Ataturk mostró que el suelo del interior tenía un pH más bajo, más potasio y un mayor porcentaje de materia orgánica que el del exterior.
"Estos cambios son consistentes con la presencia de madera en descomposición", declaró al periódico británico el investigador estadounidense Andrew Jones, quien ha estado estudiando el yacimiento desde la década de 1990. Según el relato bíblico, Dios le ordenó a Noé que construyera el arca con vigas de ciprés.
Un segundo hallazgo que, según los investigadores, indica una construcción artificial, es que la hierba del interior se vuelve más clara y amarillenta en otoño que la de los alrededores.
Estas pruebas de suelo, según Jones, "sugieren que esta formación no es simplemente parte del flujo de lodo circundante, sino un objeto distinto".
En 2019, el equipo de investigación utilizó un georradar para escanear la formación con forma de barco hecha de limonita, un mineral de hierro, en el yacimiento de Durupinar, a unos 30 km al sur del monte Ararat, cuyas dimensiones se correlacionaban estrechamente con las medidas citadas en el Génesis para el arca más famosa de la historia, según World Israel News.
Los patrones revelados por los estudios de georradar parecen asemejarse a habitaciones, posiblemente bajo una plataforma similar a una cubierta.
En un segundo estudio de los escaneos, otro geofísico afirmó haber visto "un largo pasillo que se abría a un gran espacio central", informó The Sun.
El grupo científico busca obtener más pruebas perforando las cavidades abiertas que se encuentran a unos 6 metros bajo la superficie para instalar una cámara que podría "ayudarnos a confirmar si los ángulos rectos y los patrones geométricos que observamos en los escaneos de GPR son estructuras artificiales o simplemente formaciones naturales", explicó Jones.
Sin embargo, no avanzan demasiado rápido debido a las condiciones del terreno.
"El lugar se encuentra en un flujo de tierra activo con inviernos rigurosos, por lo que proteger la zona es nuestra principal prioridad", declaró Jones.
"En los próximos años", señaló, "nuestras universidades turcas asociadas realizarán [más] pruebas no destructivas", tomando muestras de suelo adicionales y realizando escaneos complementarios.
"Solo después de reunir suficientes pruebas y contar con un plan de conservación adecuado, consideraremos excavar", concluyó.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.