**Tus Ojos Color Café**
Hoy por la mañana, camino a la plaza, donde me
encuentro con otros jubilados, me la crucé. Ella con una mano en la pared y
otra en su bastón, su espalda encorvada y sus
ojos color café.
¡ Como olvidar esos ojos ¡ Que tanto amé…
Nuestro amor fue tan intenso, nuestro gozo
inolvidable, nuestros besos interminables.
Fuimos amantes durante varios años, nos
escondíamos de la gente para amarnos y
besarnos en cualquier parque, a toda hora y en
cualquier lugar. Estábamos convencidos que nuestro amor sería inmortal.
Con el tiempo comenzamos a tener peleas por
pequeñas cuestiones, por los celos que nuestro propio amor creaba. La sombra de
la tormenta se cernía sobre nosotros.
Casarnos no podíamos, separarnos no queríamos.
¿ Como vivir separados ? Si el amor que
generábamos era nuestro propio sentido
de vivir, era nuestro aire, era nuestro día, era nuestro sol. Estábamos
soldados uno con otro,
para no caer en el abismo de la desesperación.
Hoy, recuerdo nuestra última pelea, por alguna
tontería, que no vale recordar. Diste un
portazo y bajaste las escaleras de madera,
como tambores de guerra invitando a pelear.
En otras ocasiones, en ese momento, yo corría
tras de ti, llorando y pidiendo que vuelvas a mi.
Tu llorando me pedías perdón. Nos abrazábamos,
nos perdonábamos y como locos enamorados volvíamos gozosos a disfrutar de
nuestro amor.
Ese día no te seguí, ese día tu no lloraste.
Dejé que te vallas, te arranqué de mi alma, te
eché de mi corazón.
Los primeros días fueron terribles, me faltaba
la droga que tu me dabas, me faltaba el alma y el corazón que tu llevabas.
Los años indiferentes fueron pasando y la
herida fue cerrando, dejando una cicatriz, que
como hoy, alegra mi memoria.
Hoy ,tus ojos color café, entraron en mis ojos
y sin una sola palabra, nuestros ojos lloraron. ¡ No por hoy ¡ por el ayer, que
no llegó al hoy.
Mario Beer-Sheva
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