AMIGOS DE ISRAEL - CORDOBA (ARGENTINA)

 El simbolismo del Lulav y el Etrog.

El ritual de agitar el lulav en Sucot, está muy lleno de simbolismo y significado.

Mantenemos el lulav y el etrog, también llamados "las cuatro especies" (arba minim en hebreo).

Se nos manda tomar estos cuatro artículos y usarlos para "regocijarnos frente a Adonai".

Las cuatro especies en cuestión son: un etrog (un cítrico similar a un limón nativo de Israel; una rama de palma (en hebreo, lulav); dos ramas de sauce (aravot); y tres ramas de mirto (hadassim).

Las ramas de la palma, el sauce y el mirto se unen, y se conocen colectivamente como lulav, porque la rama de la palma es, con mucho, la parte más grande.

El etrog se mantiene separado. Con estas cuatro especies en la mano, se recita una bendición, y las agitamos en las seis direcciones (este, sur, oeste, norte, arriba y abajo), simbolizando el hecho de que Dios está en todas partes.

Particularmente interesante y espiritual de este ritual, es que los místicos judíos creían que el lulav con sus tres especies representa nuestro cuerpo (ojos, boca y columna vertebral) y el etrog, nuestro corazón.

Si analizamos las diferentes plantas, podemos ver esto: la palma de la mano es como la columna vertebral, la hoja de sauce tiene la forma de nuestra boca, y las hojas del mirto tienen la forma de nuestros ojos.

Entonces, cuando sostenemos el lulav y el etrog juntos, y los agitamos en las seis direcciones mientras rezamos la bendición, u oramos a Dios, con todo nuestro ser (todo nuestro cuerpo), reconocemos que la Presencia Divina existe sobre nosotros.

Además, después de toda esta introspección y arrepentimiento durante Rosh Hashaná, Yom Kipur (y el período intermedio), ofrecemos la bendición y cualquier otra oración allí en la sucá a Dios, con un alma pura, un alma limpia de todas sus transgresiones.

El acto de agitar o sacudir el lulav, se convierte en una ayuda para acercar a la persona que pide la bendición de Dios.

También tenemos una maravillosa enseñanza sobre la composición de las personas y la comunidad asociadas al lulav y el etrog.

Comienza así: el gusto representa el aprendizaje. El olor representa buenas acciones. El Etrog sabe y huele.

El Lulav tiene sabor, pero no fragancia.

El mirto huele, pero no tiene sabor.

Y el sauce no tiene ninguno de los dos. Cada uno representa un tipo diferente de individuo .

Algunos tienen aprendizaje como buenas acciones;otros hacen buenas obras, pero no aprenden; están aquellos que poseen el aprendizaje, pero no realizan buenas acciones, y otros que no hacen ni tienen ni aprendizaje, ni buenas acciones.

La verdadera comunidad comprende a todo este tipo de personas unidas y reunidas bajo un mismo techo.

Creo que existe una lección en esta enseñanza sobre cómo aceptar a todo tipo de personas, ya que todos formamos la comunidad del mundo.

En este sentido, el ritual de abanicar el lulav, es una parte extremadamente importante y hermosa de la fiesta de Sucot.

F: Mendy Tal

Politólogo y activista comunitario

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