martes, 31 de octubre de 2023

 

LA GUERRA GLOBAL CONTRA LOS JUDÍOS 

El antisemitismo aumenta, incluso en Occidente, lo que muestra por qué existe Israel.

Por la Junta Editorial 

Octubre 31, 2023

https://www.wsj.com/articles/israel-hamas-jews-pogroms-russia-u-s-europe-germany-anti-semitism-1a74109c?mod=opinion_lead_pos1

TRADUCIDO POR Marcela Lubczanski

El hecho perturbador del mes pasado es que los judíos están bajo ataque no sólo en Israel y no sólo por parte de Hamas. Las semanas desde la invasión bárbara de Israel el 7 de octubre por parte de Hamas han presenciado ataques físicos contra judíos en todo el mundo, incluyendo EEUU. y Europa. Este, el más moderno de los pogromos—global, televisado, politizado —demuestra exactamente lo que está en juego cuando Israel aumenta su guerra defensiva contra Hamas en Gaza.

El grupo islámico y sus facilitadores occidentales, están buscando o justificando una guerra genocida contra los judíos, no meramente una disputa territorial con Israel. Y como los gobiernos occidentales muy a menudo parecen incapaces de proteger a las minorías judías en su medio, Israel debe defenderse como el único hogar seguro para él pueblo judío. 

Este fin de semana cientos de alborotadores en Dagestán, Rusia, irrumpieron en un aeropuerto en busca de viajeros judíos. Las turbas atacaron hoteles en otras partes del Cáucaso Norte buscando judíos, y un centro comunitario judío en la ciudad de Nalchik fue blanco de un aparente ataque. 

Alemania ha visto una ola de incidentes antisemitas, incluido un ataque con bombas incendiarias contra una sinagoga en Berlín el 18 de octubre. Algunos judíos encontraron estrellas de David pintadas en sus casas, un eco de la persecución nazi. Los políticos alemanes han sido enérgicos en sus denuncias, pero evidentemente no lo suficientemente enérgicos en su vigilancia. 

Dos escuelas judías en Londres cerraron por un período por preocupaciones de seguridad, y algunos judíos británicos ya no se sienten a salvo llevando símbolos visibles de su fe. Ellos  probablemente tengan razón en preocuparse de que el estado no puede protegerlos. Decenas de miles de manifestantes en Londres durante tres fines de semana sucesivos pidieron “yihad” y  cantaron “desde el río al mar,” una demanda para la eliminación de Israel y por extensión de sus ciudadanos. Una multitud en Sydney, Australia, cantó “gaseen a los judíos” después del ataque de Hamas.

A los estadounidenses les gusta creer que tales cosas no podrían suceder en Estados Unidos. Lo hacen. La Liga Anti-Difamación (ADL), la semana pasada informó un incremento del 388% en los incidentes antisemitas desde el 7 al 23 de octubre comparado con el mismo período hace un año. Los 312 incidentes que registró la ADL incluyen un coche llevando individuos con banderas palestinas supuestamente desviándose hacia una familia judía y varios supuestos ataques por parte de manifestantes pro-palestinos. La cuenta de la ADL cuenta 109 marchas anti-Israel que mostraron apoyo a Hamas o a la violencia contra los judíos en Israel.

Estos y demasiados otros incidentes que contar ponen fin a la noción que uno puede distinguir antisionismo de antisemitismo desde el 7 de octubre. Si los manifestantes querían quemar banderas israelíes en un ataque de resentimiento equivocado acerca de una solución de dos estados, eso es una cosa. Sólo el odio contra los judíos puede explicar cómo sinagogas, niños y aeropuertos son blanco de esta indignación.

Aún así muchos intelectuales occidentales—y un número creciente de políticos—insisten en mantener esta falsa distinción. Ellos han visto lo que Hamas ha hecho a civiles israelíes inocentes, y lo que los manifestantes pro-Hamas han dicho y hecho en las calles occidentales. violencia por parte de Hamas o Hezbollah çontra los judíos como desafío anti-colonialista.

Este es el motivo por el cual Israel está luchando, y debe luchar, tan duro como es para su supervivencia como estado. Y por qué es inexcusable que cualquier político occidental demande un cese del fuego en Gaza. Ningún líder que es demostrablemente incapaz de  proteger a los judíos en su país debería tratar de evitar que Israel se defienda. Así es como el Occidente se desliza desde el “nunca más” dentro del “ningún lugar es seguro.”

***

Esta guerra global contra los judíos también aclara lo que está en juego para las sociedades occidentales en esta lucha. EL Occidente pasó las décadas después de la catástrofe civilizacional del Holocausto prometiendo nunca más permitirse caer en tal barbarie. Lo que vemos ahora en los ataques contra los judíos es cómo comenzó esa caída. 

Antes que hubiera un Canciller Hitler en 1933, hubo bandas itinerantes de Camisas Marrones infligiendo violencia política y antisemita en las calles de Alemania. Ellos muy a menudo pasaron sin ser controlados por policía, fiscales y políticos que no entendieron la amenaza, simpatizaron con los delincuentes, o meramente se sentían desbordados por la escala del peligro. Hitler ganó poder en parte porque el estado alemán ya no podía mantener su monopolio sobre la violencia en defensa de los valores democráticos. 

Las amenazas de hoy para la democracia son diferentes, pero una lección es la misma y es clara como el cristal: Una sociedad occidental que no puede o no reunirá la voluntad para defender a sus vecinos y conciudadanos judíos no será capaz de defenderse a sí misma. 

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