"Si estás gritando 'genocidio' pero te mantuviste en silencio sobre la masacre del 7 de octubre, es posible que odies a los judíos. Si estás pidiendo un cese al fuego pero no la liberación de rehenes, es posible que odies a los judíos. Si te opones al derecho de a defenderse pero no dices nada sobre Hamas, la Yihad Islámica, Hezbollah y los lanzamientos de misiles en curso desde Siria a la población civil de Israel, puedes odiar a los judíos. Si hablaste en contra del trágico bombardeo de a un hospital en Gaza, pero no respondiste una vez que te enteraste de que en realidad fue hecho por la Yihad Islámica, es posible que odies a los judíos.
"Si usas un lenguaje de incitación hacia Israel, no importa lo corrupto que sea su gobierno, pero usas terminología moderada y de disculpa hacia Hamas, una organización terrorista que claramente declara su intención de matar judíos, puedes odiar a los judíos. Si cantas "des-colonización" pero no condenas las llamadas a "enviar a los judíos al gas" en mítines, en las calles de la ciudad y en universidades de todo el mundo, es posible que odies a los judios. Si te duele debido a la trágica pérdida de vidas palestinas, como lo es para el resto de nosotros, pero no asumes ninguna responsabilidad por difundir una retórica similar a la propaganda preholocausto, es posible que odies a los judíos.
"Era necesario darnos a nosotros, al pueblo judío, el lugar para llorar, y en su lugar deberíamos usar toda nuestra energía para proteger no sólo nuestro derecho a llorar sino también nuestro derecho a existir. Y si no estás de acuerdo con esta declaración, es posible que odies a los judíos".
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