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'Ushpizin', los 7 invitados de la fiesta de Sucot, y qué podemos aprender de ellos

Cada noche durante Sucot, estos invitados sagrados descienden de los reinos espirituales a nuestra sucá, trayendo sus bendiciones y la oportunidad de encarnar los valores que representan.

Sucot es una de las festividades judías más alegres, y la celebramos construyendo una cabaña temporal, llamada sucá, para recordar el tiempo en que nuestros antepasados vagaron por el desierto.

Durante Sucot existe la costumbre de invitar a siete invitados simbólicos —figuras de la historia judía— a nuestra sucá. Estos invitados llamados 'ushpizin' (invitados en arameo), representan valores fundamentales como la bondad, la fortaleza y la perseverancia.
Los ushpizin son los siete patriarcas y líderes del pueblo judío: Abraham, Itzjak, Yaacov, Moshé, Aarón, Iosef y David.
El Zohar (Emor 103a), el principal texto místico del judaísmo, enseña que cada noche estos invitados sagrados descienden de los reinos espirituales a nuestra sucá, trayendo sus bendiciones y protección.
Al invitarlos, no solo honramos su presencia, sino que también atraemos la luz espiritual y los valores que encarnan, enriqueciendo nuestras vidas.
Cada noche de Sucot damos la bienvenida a uno de estos invitados espirituales, lo que nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre sus características y lo que pueden enseñarnos sobre vivir una vida significativa

Los ushpizin moldean nuestro ADN espiritual y sus características son modelos a seguir para vivir nuestras vidas.

A continuación, una mirada a quién fue cada uno de ellos, los valores que representan y cómo podemos conectarnos con sus enseñanzas en la vida diaria.

1. Abraham – Jésed (Bondad)
braham es el padre del pueblo judío. Su vida se definió por su hospitalidad radical, incluso hacia los desconocidos.

Fue el primero en abrir su corazón a los demás y en reconocer la presencia de Dios en el mundo. Como judíos, heredamos el legado de bondad de Abraham.
Su rasgo de jésed nos desafía a crear un mundo acogedor y compasivo, comenzando en nuestros propios hogares. Cada vez que extendemos una mano a alguien necesitado, nos conectamos con la generosidad infinita de Abraham.
Conexión práctica: Comienza tu día con un pequeño acto de bondad: ya sea ofreciendo ayuda a un amigo, mostrando paciencia con tu familia o simplemente ofreciendo un saludo cálido a un desconocido. Al hacerlo, canalizas la bondad de Abraham.
2. Itzjak – Guevurá (Fortaleza y disciplina)
La vida de Itzjak estuvo marcada por una fortaleza silenciosa y una disciplina interior.

Cargó con el peso de haber sido atado en el altar, una experiencia que le enseñó el valor de la moderación y la profunda confianza en Dios.

Estamos conectados con Itzjak a través de nuestra capacidad de soportar desafíos con fe. Cada vez que nos mantenemos firmes en nuestros valores, incluso en situaciones difíciles, estamos canalizando la fortaleza de Itzjak.
Su rasgo de guevurá nos recuerda que el verdadero poder a menudo proviene del autocontrol y la paciencia.Conexión práctica: Cuando enfrentes una situación difícil, haz una pausa y practica la autocontención.
Ya sea conteniendo una palabra dura o manteniéndote fiel a un compromiso desafiante, estarás encarnando la fuerza interior de Itzjak.

3. Yaacov – Tiferet (Armonía y verdad)
Yaacov, el padre de las 12 tribus, representa la belleza del equilibrio.

Su vida fue un viaje en busca de la verdad y la armonía, ya sea reconciliándose con su hermano Esav o esforzándose por crear paz en su familia. Como descendientes de Yaacov, debemos buscar tiferet, el equilibrio entre la bondad y la fortaleza, entre los ideales espirituales y la realidad de la vida cotidiana.
Cuando llevamos esta armonía a nuestras relaciones, continuamos el legado de Yaacov de verdad y equilibrio.
Conexión práctica: Busca oportunidades para crear armonía en tus relaciones. Ya sea resolviendo un conflicto o equilibrando demandas competentes con gracia, canaliza la habilidad de Yaacov para traer paz y verdad a tu vida.

4. Moshé – Nétzaj (Perseverancia y liderazgo)
Moshé, el más grande de nuestros profetas, lideró al pueblo judío de la esclavitud en Egipto hacia la libertad la Tierra Prometida.

Su vida fue de dedicación incansable a su pueblo y a Dios. Como judíos, estamos eternamente conectados con Moshé a través de la Torá, el mayor regalo que nos dio.
Cada vez que estudiamos Torá o persistimos en una tarea difícil, nos estamos conectando con el rasgo de nétzaj de Moshé, la resiliencia para seguir adelante, sin importar lo abrumador que sea el desafío.
Conexión práctica: Cuando enfrentes una situación difícil o una tarea que parezca desalentadora, recuerda la perseverancia de Moshé. Da un pequeño paso firme hacia adelante, confiando en que la persistencia te llevará al éxito.

5. Aarón – Hod (Humildad y gratitud)
Aarón, el hermano de Moshé y el primer Sumo Sacerdote, era conocido por su humildad y su capacidad para crear paz. Tenía un don especial para unir a las personas, incluso en medio de conflictos.

Personificamos el rasgo de hod de Aarón cuando nos acercamos a la vida con humildad y buscamos hacer las paces en nuestras propias comunidades. Cada vez que dejamos de lado el orgullo y ofrecemos una palabra de reconciliación, estamos siguiendo los pasos de Aarón y encarnando su sentido de gratitud y armonía.
Conexión práctica: Busca oportunidades para ser un pacificador. Ya sea en una discusión familiar o en el trabajo, intenta unir a las personas con humildad y compasión, tal como lo hizo Aarón.

6. Iosef – Yesod (Conexión e integridad)
La historia de Iosef es una de resiliencia e integridad. A pesar de haber sido vendido como esclavo por sus hermanos, Iosef ascendió al poder en Egipto y, en última instancia, salvó a su familia de la hambruna.

Su capacidad para mantenerse fiel a sus principios morales, incluso frente a la adversidad, es algo con lo que los judíos nos sentimos profundamente conectados. El rasgo de integridad de Iosef nos recuerda que las relaciones fuertes y honestas, ya sea con la familia, los amigos o con Dios, son la base de una vida significativa.
Conexión práctica: Fortalece tus relaciones dedicando tiempo a conversaciones significativas. Practica la honestidad y la integridad en tus interacciones, manteniéndote fiel al legado de conexión y moralidad de Iosef.

7. David – Maljut (Liderazgo y responsabilidad)
El Rey David, guerrero y poeta, estableció la monarquía en Israel y sentó las bases para la futura línea mesiánica. El liderazgo de David se basaba en la humildad y su profunda relación con Dios.

Como judíos, nos conectamos con David a través de nuestro sentido compartido de responsabilidad por el mundo. Cada vez que asumimos un papel de liderazgo, ya sea en nuestra familia, comunidad o trabajo, estamos encarnando la realeza de David. El verdadero liderazgo, nos enseña David, se trata de servicio y responsabilidad, no de poder.
Conexión práctica: Acepta tus responsabilidades con humildad. Ya sea en tu papel como padre, líder comunitario o incluso en tus relaciones personales, esfuérzate por servir a los demás, como lo hizo el Rey David.Al celebrar Sucot, los ushpizin nos recuerdan que los rasgos que encarnan no son solo virtudes históricas, sino lecciones para una vida significativa hoy.
Sus enseñanzas sobre bondad, perseverancia e integridad son atemporales, guiándonos para ser mejores compañeros, amigos y miembros de nuestra comunidad.
Al darles la bienvenida a nuestra sucá y reflexionar sobre sus lecciones, estamos facultados para llevar su legado más allá de esta festividad, abrazando la fortaleza y sabiduría que nos ofrecen cada día.

Devora Levya

Aish Latino