Arbel Yehud pensaba que las historias de división entre los israelíes sobre el tema de traer a los rehenes a casa eran parte del terror psicológico que sus captores cometían contra ella en cautiverio, dijo en un mensaje a la Knéset transmitido por su padre el lunes por la mañana.
"Aprendí árabe en un mes y escuché a los terroristas que me tenían retenida hablando alegremente sobre la división entre la nación respecto a la cuestión de liberar a los rehenes", decía la carta.
Añadió que "sospechaba que estuvieran utilizando el terror psicológico contra mí, [al decir que] la historia de los rehenes se había convertido en un asunto político".
"No lo creí hasta que regresé al país y me encontré con esta dura realidad", dijo Arbel Yehud.
'Lo más difícil de soportar'
Yejiel destacó que esta había sido una de las cosas más difíciles de soportar para los rehenes que regresaron. "Regresan y ven la división en la nación y ven que se convirtió en un asunto político", según The Jerusalem Post.
El mensaje de Arbel confirmó que había estado sola en cautiverio, sin ver ni saber de otro israelí durante 482 días y noches desde el momento en que fue separada de su compañero Ariel Cunio, unas horas después de que los tomaran cautivos juntos y hasta que se encontró con Gadi Moses cuando los liberaron juntos.
"Podéis imaginaros algunos de los horrores que pasé en cautiverio. A pesar de ello, volví centrada y decidida a salvar a Ariel, a mi amor, a David, a su hermano y a los demás rehenes".
Subrayó que necesita que Ariel vuelva para poder sanar.
Su mensaje a la Knéset concluyó con una exigencia de que todos los rehenes vuelvan a casa.
"No asustéis a la nación con la cuestión del precio. Asústense ustedes mismos", dijo a los dirigentes de Israel. "Tal vez eso sea lo que los haga proteger mejor a los ciudadanos del Estado en el futuro".
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