jueves, 10 de abril de 2025

DEL WSJ

 POR QUE LOS AVANCES NUCLEARES DE IRAN HACEN MAS DIFICIL UN ACUERDO ESTA VEZ

Desde el acuerdo nuclear del 2015, Irán se ha acercado más a construir un arma y obtuvo experiencia en enriquecimiento que es difícil de revertir.

Por Laurence Norman
Abril 8, 2025
traducida por Marcela Lubczanski
 
Mientras EE.UU. se prepara para negociar nuevas restricciones a las ambiciones nucleares de Irán, enfrenta un reto que podría hacer má difícil llegar a un acuerdo esta vez: Mucho del progreso que Irán ha hecho en su trabajo nuclear desde el acuerdo nuclear del 2015 será difícil de revertir. 
La administración Trump está pidiendo un desmantelamiento completo del programa nuclear de Irán, yendo más allá del acuerdo del 2015 negociado por la administración Obama y del cual el Presidente Trump sacó a Estados Unidos en el año 2018. Ese acuerdo colocó restricciones ajustadas pero temporarias sobre el trabajo nuclear de Irán.
Pero Irán en la década pasada se ha acercado a poder construir un arma nuclear, de acuerdo con funcionarios occidentales. También ha actualizado masivamente su programa de enriquecimiento. Incluso si Irán acuerda reducir algo de ese trabajo, ha obtenido experiencia nuclear vital que no puede ser desmantelada, dicen los funcionarios.
Construir armas nucleares
El cambio más consecuencial en el programa nuclear de Irán desde el 2015 es cuan cerca ha llegado Irán de poder construir algún tipo de arma nuclear básica. Aunque Irán insiste en que su trabajo nuclear es para propósitos puramente pacíficos, funcionarios de inteligencia de EE.UU. dicen que Teherán ha subsanado las deficiencias en su conocimiento de construcción de armas aunque ellos no creen que haya sido tomada una decisión de construir una bomba.
El año pasado, los servicios de inteligencia estadounidenses dijeron que Irán estaba llevando a cabo experimentos de modelado informático y metalurgia que lo ayudarían a construir armas nucleares. Los funcionarios y expertos de EE.UU. dicen que a Irán le llevaría pocos meses construir un arma nuclear básica, una que sería demasiado grande para ser enviada por misiles balísticos pero podría tener poder explosivo similar a las bombas estadounidenses originales arrojadas sobre Japón.iew on WatchView on Watch
Eso significaría que un nuevo acuerdo requeriría poderes mucho más grandes para que los inspectores vayan a sitios donde sospechan que está teniendo lugar trabajo relativo a armas. Eso podría incluir acceso a sitios militares donde se cree que ha tenido lugar investigación en los últimos años. Irán ha presionado duro para no permitir eso.
Poner fin al enriquecimiento
La decisión de la administración Obama en el 2013 de permitir a Irán alguna forma de enriquecimiento futuro de uranio fue una concesión clave que ayudó a desbloquear el acuerdo nuclear del 2015. La insistencia de Irán en su derecho a enriquecer en virtud del derecho internacional ha sido la más roja de las líneas rojas que ha establecido Teherán en torno a su programa nuclear.
Desde el 2021, Irán está produciendo uranio enriquecido altamente por primera vez. Ahora está acumulando material al 60% al ritmo de aproximadamente una bomba nuclear mensual. A Irán le llevaría apenas una semana o dos convertir suficiente de ese material al 60% en combustible en grado de armas al 90% para una bomba. Teherán puede concordar en reducir su enriquecimiento y desechar parte de su material fisible como hizo en el 2015. Irán puede demandar sanciones para contemplar siquiera desmantelar sus instalaciones de enriquecimiento.
El conocimiento de Irán
Además de su conocimiento en armas, Irán ha mejorado su conocimiento en otras partes cruciales de un programa nuclear en la década pasada. Ahora es adepto a producir y montar centrifugadoras más rápidas, las máquinas intrincadas que giran el uranio a niveles de enriquecimiento más elevados. Irán ha reanudado el trabajo en metal uranio, una actividad que no se creía había llevado a cabo desde la década del 2000. Irán ha dominado cómo producir uranio enriquecido altamente a partir de material enriquecido bajo, significando que puede ser obtenido mucho más rápido. Sus programas de misiles balísticos y espacial, claves para el envío de armas nucleares, están entre los más avanzados de la región.
Ese conocimiento no puede ser revertido, lo que significa que la cronología básica en el corazón del acuerdo del 2015—mantener a Irán a 12 meses de distancia de poder producir suficiente material fisible para un arma nuclear—será muy difícil de replicar prohibiendo un desmantelamiento completo de todas sus plantas de enriquecimiento. Incluso hace cuatro años, cuando la administración Biden trató de revivir el acuerdo nuclear, los funcionarios estadounidenses admitieron que el llamado tiempo de ruptura de Irán sería mucho más bajo en virtud de un acuerdo revivido debido a lo que había aprendido.
Brecha de confianza
Uno de los retos más grandes en restaurar el acuerdo nuclear para el equipo Biden fue la demanda de Irán de garantías creíbles que un futuro gobierno estadounidense no renunciaría nuevamente a un acuerdo nuclear. Con el retorno de Trump, esa demanda es probable que será aun más central.
Incluso si un acuerdo fuera ratificado en el Congreso—el acuerdo del 2015 no lo fue—es casi imposible legalizar un acuerdo que no podría ser revocado por un futuro presidente. El líder supremo ayatola Ali Khamenei, quien toma las decisiones militares y nucleares claves de Irán, ha exigido repetidamente garantías. 

Investigación del trabajo pasado de Irán
Teherán desde el 2019 ha estado obstaculizando una investigación de la agencia atómica de Naciones Unidas del material nuclear encontrado en Irán que no fue divulgado—una violación de las normas básicas de no proliferación que ha llevado a Teherán a ser censurado formalmente por la organización con base en Viena. El material probablemente se originó a partir del trabajo en armas nucleares que se cree ampliamente que ha hecho Irán antes del año 2003. 
El acuerdo del 2015 atrajo grandes críticas de los republicanos en el Congreso porque no detallaba todo el trabajo anterior de Irán. El Congreso puede presionar a la administración Trump para obtener esta vez un informe completo del trabajo anterior en armas nucleares de Irán. Eso presentaría un gran problema para Teherán, cuyo liderazgo siempre ha negado que Irán trabajó en armas nucleares.
Las potencias europeas están trabajando con Washington para incrementar la presión sobre Irán. El deterioro de las relaciones transatlánticas en otras cuestiones hasta ahora no ha afectado el enfoque compartido sobre el expediente nuclear iraní.
Gran Bretaña, Francia y Alemania han amenazado con retrotraer todas las sanciones levantadas en virtud del acuerdo del 2015 si Teherán no coopera con la agencia atómica. Ellos tienen hasta octubre para hacerlo. Irán ha advertido que si restauran las sanciones, Teherán podría echar a los inspectores y elegir desarrollar armas nucleares.

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