martes, 23 de diciembre de 2025

 

Israel exporta tecnología agrícola para proteger los cultivos europeos

El fungicida Gilboa, desarrollado por la empresa israelí de tecnología agrícola Adama, llegará pronto a los campos europeos gracias a una colaboración estratégica con el gigante químico alemán BASF.

La asociación busca ofrecer soluciones pioneras para el manejo de enfermedades de los cultivos y ayudar a los agricultores a mantener cosechas saludables.

Con base en Tel Aviv, Adama se consolidó como un líder global en protección de cultivos, ofreciendo soluciones prácticas para enfrentar malezas, insectos y enfermedades.

Florian Wagner, vicepresidente ejecutivo de Portafolio e Innovación de la compañía israelí, destacó que los agricultores necesitaban «una protección confiable y resistente frente a una amplia gama de enfermedades«.

El acuerdo de ambas empresas se centra en el desarrollo conjunto y la comercialización de Gilboa, incluyendo nuevas formulaciones basadas en su molécula y los productos propios de Adama.

Según un comunicado conjunto, ambas compañías decidirán de forma independiente sus conceptos, precios, ventas y estrategias de comercialización.

«La colaboración combina la innovación y experiencia en mezclas de Adama con la capacidad de desarrollo y acceso al mercado de BASF, garantizando que los agricultores tengan acceso más rápido a soluciones de última generación», indicaron las empresas.

Marko Grozdanovic, vicepresidente senior de Marketing Estratégico Global de BASF Soluciones Agrícolas, recordó que durante la última década ambas compañías colaboraron con éxito en múltiples proyectos.

«Ahora combinamos la amplia cartera de fungicidas y la experiencia en el mercado de BASF con la innovadora experiencia de Adama en ingredientes activos y productos, asegurando un acceso más rápido a soluciones de vanguardia», añadió.

Según las dos compañías, la creciente presión regulatoria en Europa y la eliminación gradual de otros ingredientes activos hacen que los agricultores busquen herramientas nuevas, eficaces y fiables para proteger sus cultivos.

En ese sentido, Gilboa ofrece un mecanismo de acción novedoso para los cereales y pertenece al Grupo 32 del FRAC (metabolismo de ácidos nucleicos), reconocido a principios de este año.

Además, según Adama, es una plataforma versátil para desarrollar soluciones de control de enfermedades de amplio espectro y larga duración, que permite a los agricultores garantizar tanto el rendimiento como la calidad de sus cosechas.

Imagen: Nikolett Emmert/ Unsplash

Israel Economico


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