El dolor no terminó cuando terminó la fiesta.
Shirel Golan sobrevivió al festival Nova, pero no pudo seguir cargando con la herida que dejó.
Detrás de las palabras y los testimonios hay una realidad dura: sobrevivientes que luchan cada día con el trauma, el miedo y la soledad.
La historia de Shirel es un recordatorio doloroso de que el trauma no siempre se ve y de que la ayuda debe llegar a tiempo.
Que su memoria sea bendita. 


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