DEL NYT (Artículo de Bret Stephens)

 BONDI BEACH ES COMO SE VE 'GLOBALICEN LA INTIFADA'

Por Bret Stephens

Diciembre 14, 2025

Credit...Saeed Khan/Agence France-Presse — Getty Images

Hay cierto consuelo en el hecho que el ataque terrorista del domingo en un evento de Januca en Bondi Beach de Sydney, que dejó al menos 15 personas muertas y muchas más heridas, también produjo un héroe. Un hombre descripto en los relatos noticiosos — pero no confirmado todavía por el Times — como un dueño de un negocio local llamado Ahmed al-Ahmed desarmó sin ayuda a uno de dos terroristas y sobrevivió recibiendo dos disparos, en una escena que fue capturada en cámara y desde entonces se ha vuelto viral.

Ese acto de valentía no sólo salvó vidas; también sirvió como un recordatorio esencial que la humanidad siempre puede trascender los límites culturales y religiosos.

Pero la masacre de Januca también representa la incapacidad continua del gobierno de Anthony Albanese, primer ministro de Australia, de salvaguardar a la comunidad judía del país. En octubre del 2024, un restorán kosher en Bondi fue el blanco de un ataque incendiario; seis semanas más tarde, una sinagoga ortodoxa fue atacada con bombas incendiarias. Esos ataques fueron atribuidos al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, y el gobierno de Albanese respondió como es debido expulsando al embajador iraní en Canberra y cerrando su propia embajada en Teherán.

Tristemente para Australia, los actores extranjeros solos no son el problema. El año pasado, Jillian Segal, el enviado especial del gobierno para combatir el antisemitismo, advirtió que "el comportamiento antisemita está no sólo presente en muchos campus, sino que es una parte inserta de la cultura.” Tras el ataque de Hamas el 7 de octubre del 2023, la legisladora Jenny Leong de los verdes se lanzó a una diatriba acusando a "los tentáculos" del "lobby judío y el lobby sionista" de "infiltrarse dentro de cada aspecto de lo que son los grupos comunitarios étnicos.” Hogares, barrios y un centro de cuidados de día judíos han sido atacados por vándalos e incendiarios. Al menos uno de los presuntos tiradores en el ataque del domingo era conocido por las autoridades, "pero no una perspectiva de amenaza inmediata", según un alto funcionario de la inteligencia australiana.

Escuché gran cantidad de voces de alarma de los líderes comunitarios judíos cuando visité la última vez Australia en junio del 2024, pero nada pareció cambiar. El domingo, la Australian Jewish Association (Asociación Judía Australiana) publicó un mensaje en Facebook: “¿Cuántas veces advertimos al gobierno? No sentimos ni una vez que ellos escucharan."

Ellos probablemente están escuchando ahora. Pero el problema para el gobierno de Albanese, el cual en septiembre reconoció un estado palestino y ha sido expresivo en su condena a las acciones israelíes en Gaza, es que la línea moral entre la demonización de rutina de Israel y los ataques contra los judíos que se presume apoyan a Israel no es necesariamente clara. El domingo, Albanese dijo que “el mal que fue desatado en Bondi Beach hoy está más allá de la comprensión.” En verdad, es enteramente comprensible. Para los fanáticos que han sido llevados a creer que el estado judío es la apoteosis del mal, asesinar judíos representa una retorcida noción de justicia. Aun cuando las víctimas son civiles desarmados. Aun cuando ellos están celebrando una festividad antigua y alegre.

Hay una lección más grande aquí que va mucho más allá de Australia.

Aunque probablemente nos enteraremos más en las semanas por delante acerca del pensamiento de los asesinos del domingo, es razonable conjeturar que lo que ellos pensaban que estaban haciendo era "globalizar la intifada.” O sea, ellos estaban tomando al pie de la letra consignas como "la resistencia está justificada" y "por cualquier medio necesario," que se han vuelto ubicuos en las concentraciones contra Israel en todo el mundo. Para muchos de los que cantan esas líneas, ellas pueden parecer abstracciones y metáforas, una actitud política en favor de la libertad palestina en lugar de un llamado a asesinar a sus presuntos opresores.

Pero siempre hay quienes lo toman literalmente — y son los que lo toman literalmente quienes generalmente creen que sus ideas deberían tener consecuencias en el mundo real. El domingo, esas consecuencias fueron escritas con sangre judía. La historia nos dice que no será la última vez.