jueves, 25 de agosto de 2011

los ataques terroristas palestinos y la cantilena de la tregua


En el año 2005, en aras de alcanzar la paz con sus belicosos vecinos árabes-ilusión indubitablemente vana- Israel, luego de 38 años se retiró de manera unilateral de la Franja de Gaza desalojando -como parte del Plan de Desconexión implementado por el gobierno de Ariel Sharon y aprobado por el Parlamento- a 17 asentamientos con numerosa población judía. El gesto conciliador del Estado hebreo, que debe revisar si el irse voluntariamente no fue una desatinada política de seguridad, tuvo como retribución los injustificados disparos de una miríada de misiles y morteros a su territorio que persisten hasta hoy.

Apenas se produjo la evacuación de Gaza por el Ejército de Defensa de Israel (IDF), máquinas excavadoras palestinas, por decisión del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, comenzaron la demolición de la sinagoga del asentamiento de Netzarim. Antes de ello, una multitud de palestinos, incendiaron las sinagogas de los asentamientos de Morag, Neve Dekalim y Kfar Darom, e intentaron destruirlas a martillazos al retirarse el ejército israelí. La profanación de los templos fue calificada de “acto bárbaro” por el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Silvan Shalom. Premonitoriamente, el diputado del Partido Religioso Nacional, Shaul Yahalom, manifestó que los palestinos han demostrado su atrocidad y la Autoridad Nacional Palestina, su incapacidad para impedirlo, además de una total incompetencia. “Esta es la prueba definitiva del futuro terrible que podemos esperar de los terroristas de Gaza”, concluyó el diputado.
Después de una tregua acordada que el grupo terrorista nunca respetó y luego de innumerables advertencias al Hamas para que cesaran los ataques con cohetes hacia su población civil, y colmada la paciencia, el 27 de diciembre de 2008 en una operación que tomó por sorpresa a los palestinos, por el hecho de haberse llevado a cabo el día sagrado judío de Shabat, la Fuerza Aérea de Israel, dio inicio a una acción fulminante, la “Operación Plomo Fundido” que tuvo como objetivo bombardear más de 100 objetivos neurálgicos de Hamas, causando según el poco creíble Centro Palestino para los Derechos Humanos, 1.434 palestinos fallecidos, de los cuales 960 eran civiles, 288 de ellos menores de dieciocho años, mientras que un informe presentado por el ejército israelí reconocía 1.166 palestinos muertos, entre 457 y 295 de ellos víctimas civiles, usados vilmente como escudos humanos. El frustrado candidato a Jefe del Estado Mayor del Estado hebreo, Yohav Galant era partidario de emprender la Operación Plomo Fundido un año y medio antes que se llevara a cabo y no habría esperado hasta diciembre de 2009. También aseveran que su plan consistía no sólo en neutralizar la andanada de cohetes que lanzaba el Hamas a la población del sur de Israel, sino acabar además con el gobierno terrorista en la Franja de Gaza. Su idea fue rechazada, oportunamente entre otros, por el Ministro de Defensa y por el General Ashkenazi. Para Galant la operación fue liviana y de alcance limitado. La persistencia de Hamas de continuar lanzando cohetes contra territorio israelí, sustentan la razón de la teoría de quien fuese Comandante de la Región Sur, que declaró hace un tiempo: “No me gustaría llegar a esa situación, pero si nos vemos forzados, tenemos un plan para ocupar la Franja. “Si continúan los ataques con cohetes y llegan a un nivel insostenible, incluyendo ataques de rango largo, se adoptarán las medidas necesarias, que podrían incluir la reocupación de la Franja de Gaza”.
Es impensable, que cualquier país, a excepción pareciera de Israel, no esté obligado a defender a sus ciudadanos de una agresión externa. La comunidad internacional, alegando inexistentes razones humanitarias, alzó su voz de protesta cuando Israel bloqueó Gaza para evitar el contrabando de armamento procedente de Irán y Siria y como reacción a los ataques contra su territorio. No se escucha el mismo clamor cuando los misiles azotan al Estado judío, que paga las consecuencias de no haber culminado eficazmente la necesaria “Operación Plomo Fundido”, aceptando el cese del fuego impuesto oportunamente por la ONU, EE.UU. y la UE . De todos modos, el Estado judío, que soporta la andanada de misiles durante años, sabe que si reacciona debidamente recibirá las críticas del mundo y de la prensa por el “delito” de defenderse.
El jueves 18 de agosto, cerca del mediodía, un grupo indeterminado de terroristas palestinos fuertemente armados procedentes de Gaza, que cruzaron la frontera de Israel y Egipto, atacaron en la intersección de Netafin, a unos veinte kilómetros de la ciudad de Eilat a dos autobuses, dos automóviles civiles y un vehículo militar en una operación terrorista desdoblada, asesinando a ocho israelíes y causando decenas de heridos. El IDF abatió por su parte a siete terroristas y en la persecución de otros murieron 3 policías egipcios .Aparentemente, un avión del ejército israelí habría matado a los guardias de seguridad mientras sobrevolaba la zona entre las ciudades de Eliat y Taba. Este último incidente generó un conato de retiro del embajador de Egipto en Israel. Los egipcios acusan a Israel de no hacer lo suficiente para proteger la frontera. El Estado judío, presionado por EE.UU., tuvo que pedir disculpas que en rigor, Egipto no merece ya que a partir del derrocamiento de Hosni Mubarak, por incuria o molicie de sus nuevas autoridades, se fugaron de sus cárceles una gran cantidad de peligrosos jihadistas y la península del Sinaí se constituyó en tierra fértil para la libre circulación del variopinto terrorismo islámico. La cada vez mayor gravitación en Egipto de la Hermandad Musulmana, se puede comprobar viendo un video emitido el 21 de agosto por la emisora qatarí Al-Jazeera TV, donde muestra a cientos de manifestantes egipcios reunidos frente a la embajada de Israel en El Cairo , portando pancartas con la esvástica y coreando “las cámaras de gas están listas”.
Pocas horas después de la agresión en Eilat, mientras persistían las escaramuzas con algunos terroristas en la frontera de Sinaí, aviones de guerra israelíes dirigieron sus misiles contra una vivienda en la ciudad de Rafah, en un edificio que conocía de antemano que era un refugio, matando a los cinco máximos dirigentes de los Comités de Resistencia Popular (CRP) creado en 2000 , entre ellos Jaled Shaath y el Comandante Kamal al -Nayrab, conocido por su alias Abu Awad- éste último vinculado al secuestro de Gilad Shalit- quienes habían dirigido el ataque junto con otros grupos palestinos vinculados a Al Qaeda.
Al disponer de 5 cadáveres de terroristas ultimados, le resultó fácil a la Inteligencia israelí determinar de dónde provenían y en qué grupo militaban. Los detonadores de los cinturones explosivos que llevaban son los mismos que usaron en la operación Plomo Fundido, como así también los fusiles de asalto Kalachnikov; y los chalecos antibala que vestían. El hallazgo de esposas, denota que también tenían la intención se secuestrar a otro soldado israelí.
El atentado contra civiles israelíes, mereció el rápido repudio de EE.UU., Gran Bretaña, Italia, de la UE entre otros y el ominoso silencio de muchos países. El Ministro de Relaciones Exteriores alemán Guido Westerwelle también condenó los ataques. "En esta hora difícil estamos al lado de nuestros amigos israelíes. Los responsables deben ser procesados, dijo con candor el Canciller germano, como si existiera una Justicia en Gaza. “Terror y la violencia no debe a torpedear los esfuerzos de paz y negociación en el Medio Oriente”. Por su parte La Liga Árabe condenó el domingo pasado los ataques aéreos israelíes en la franja de Gaza y dijo que las Naciones Unidas deben tomar medidas para poner fin a los ataques, por supuesto sin mencionar porqué se habían llevado a cabo. Traspasando el límite de lo burlesco, el Jefe negociador de la Autoridad Palestina, Saeb Erekat advirtió a Israel contra cualquier "acción irresponsable" en la franja de Gaza en respuesta a los ataques terroristas que mataron a siete israelíes y decenas heridos en el sur. "Israel está avisado de cualquier posible acción agresiva o medidas de castigo colectivo contra la población palestina en Gaza", dijo Erekat en una declaración. El negociador palestino advirtió contra la acción de represalia israelí en Gaza, señalando que como "potencia ocupante" Israel es responsable por el bienestar de los civiles que viven en Gaza.
Parecería que el abuso de fumar algunas sustancias en un narguile, le hizo olvidar a Erekat que Israel se retiró de Gaza hace 6 años. Anteriormente, intuyendo la represalia de Israel, como medida de precaución, Hamas y sus valientes altos mandos, pasaron a la clandestinidad y se escondieron.
El Gobierno español del desprestigiado Zapatero, que anunció respaldará a un estado palestino, equiparando un ataque terrorista a civiles con la natural respuesta militar, ha condenado tanto los atentados perpetrados en el sur de Israel por supuestos milicianos palestinos como la represalia adoptada por el Ejército israelí sobre la Franja de Gaza, a través de un comunicado en el que ha lanzado un llamamiento a la "contención.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki- Moon se sumó a la condena por el atentado múltiple y pidió “moderación” a las partes para evitar una escalada de la violencia. Ban Ki- Moon y muchos de los que hablan de moderación o uso excesivo de la fuerza debieran aprender farsi para comprender cabalmente al cínico negador del Holocausto y presidente de la República Islámica de Irán, quien dijo en una entrevista con una red de noticias rusa que Irán respondería con dureza a cualquier intento de Israel o EE.UU. de lanzar una guerra contra su país. "Tenemos un dicho en nuestro idioma: si alguien le tira una piedra pequeña a usted, debe responder con una piedra más grande."
Desde el ataque punitivo israelí, fueron disparados más de cien misiles por los diferentes grupos terroristas que se congregan en Gaza: Hamas, la Jihad Islámica y el descubierto recién por muchos sorprendidos analistas, Comités de Resistencia Popular.
Cuando la respuesta israelí se intensificaba, alternadamente una de esas facciones, utilizaba el remando recurso de la “hudna” o tregua para evitar ser atacada por el IDF, atribuyéndole la responsabilidad a otro de los grupos y poder a la vez seguir lanzando misiles. La hudna en su significado verdadero, no es un “alto al fuego” convencional, de acuerdo a como lo entendemos los occidentales, sino un medio estratégico que conciben los musulmanes para el logro de ventajas militares. En virtud de ello, los diferentes grupos palestinos que operan desde Gaza, anuncian unilateralmente treguas que no respetan y las violan constantemente. Ese ardid, convertido en una cantilena, ya está agotado y ni merece ser contemplado. Prueba de ello es que el siempre frágil armisticio declarado por los grupos terroristas de Gaza, fue violado una vez más la noche de lunes 22 de agosto, cuando 4 cohetes Qassam fueron lanzaron desde el norte de la Franja de Gaza a las comunidades del sur de Israel.
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Casi un millón de ciudadanos israelíes, especialmente los que viven en las localidades sureñas de Ashdod, Ofakim, Netivot, Beer Sheva y Ashkelon, viven con el sobresalto y la angustia permanente de ser alcanzados por cohetes o morteros. Israel tiene el derecho y la obligación de protegerlos, no sólo desplazando los exiguos sistemas antimisilístico que dispone “Cúpula de Hierro”, sino usando su poderío militar para responder con dureza a cualquier ataque a su territorio, que debe considerar como un “casus belli”, un acto de guerra.

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Rubén Kaplan
http://www.rkpress.com.ar/

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