lunes, 29 de agosto de 2011

Se terminaron las vacaciones y otras cosas más


A fines de junio, el Ministro de Educación Gidón Saar, anunció en forma inesperada que este receso escolar iba a ser más corto que de costumbre y que las clases comenzarían antes de finalizar agosto. Saar, uno de los ministros que se está moviendo con mayor acierto en su gestión, argumentó, que la segunda semana de ese mes es un problema para los padres que trabajan, ya que casi todos los jardines de infantes y colonias de vacaciones cierran y es difícil, y altamente costoso encontrar lugares alternativos para dejar a los niños.

Inmediatamente una ola de protesta se alzó contra la medida, fundadas en que los docentes no querían volver antes a sus tareas y que en muchas familias se habían organizado vacaciones para esas fechas. En definitiva la medida no prosperó y se debió trasladarla al período venidero.

Pero no es a esas vacaciones a las que queremos referirnos en esta oportunidad. Estamos hablando de las "vacaciones" que nos han regalado generosamente los terroristas y bandidos que habitan la franja de Gaza.

El pasado 7 de abril, la organización terrorista Hamas declaró un alto el fuego unilateral luego de consultarlo con varios países árabes. Entendieron que tal medida era necesaria para que en setiembre, cuando planteen en el seno de las Naciones Unidas, la creación de un Estado Palestino, podrían ser mejor vistos. No es que no siguieran enviando proyectiles de diverso tamaño sobre nuestro territorio, sino que disminuyó el número de estos. Uno o dos cohetes por día, para ir entrenándose y practicando su puntería seguían cayendo. Pero al no ser efectivos, no eran tomados seriamente por los habitantes de la zona ni por las autoridades, que amenazaban con represalias, pero no las cumplían.

Pero ya el jueves 15 de agosto, poco más de cuatro meses después de declarar el alto el fuego, resuelven también en forma unilateral, comenzar una nueva escalada de atentados terroristas. En cadena, en tres operaciones perfectamente coordinadas, atacan autobuses y autos particulares que se dirigían a Eilat. Siete muertos israelíes y más de una veintena de heridos es el saldo de la operación

Como no podía ser menos, el Ejercito de Defensa de Israel inicia una rápida operación de persecución y represalia abatiendo a una cantidad no confirmada de terroristas que escapaban y dirigentes que se encontraban en sus refugios.

Se pudo determinar que los agresores provenían de la Franja de Gaza y que ingresaron a territorio israelí por la frontera con Egipto. Las fuerzas de ese país nada hicieron para impedir la masacre. Ya, unos días atrás, el Gobierno de Egipto entendía que fuerzas fundamentalistas se habían apoderado del control del Sinaí luego de la caída de Mubarak. De común acuerdo con Israel resolvieron ingresar nuevas fuerzas para controlar a los terroristas. Tanques, blindados y 800 soldados fueron autorizados a ingresar al Sinaí por Israel, excediendo lo acordado con Egipto en la firma del Tratado de Camp Davis. Pero nada de esto sirvió.



En los bombardeos realizados durante la noche, aparentemente aviones de Israel abatieron a cinco soldados egipcios que se encontraban en la zona de las actividades. No hay pruebas suficientes que haya sido el fuego israelí quien causó las bajas, ya que, por estar los cadáveres en suelo Egipto, sólo sus fuerzas tuvieron acceso a estos. Sin duda alguna, los soldados egipcios estaban en la zona como simples espectadores privilegiados de los asaltos que cometían los terroristas. Pero eso de actuar, nada.

Todo el fin de semana se produjeron ataques contra las ciudades de Beer Sheva, Askelón, Ashdod, Ofakim y todas las ubicadas en la zona. También represión por parte de Israel que dejaron más de veinte muertos y docenas de heridos. Todas las actividades militares como consecuencia del hostigamiento permanente al que se somete a las poblaciones del sur. Más de un millón de habitantes han tenido que permanecer el largo fin de semana cerca de los refugios anti aéreos a modo de protección.

El día lunes nuevamente Hamas resuelve un nuevo alto el fuego, también por decisión propia y sin que medie acuerdo previo alguno. Sin duda, sus líderes creen que de seguir las represalias, hasta sus vidas corren peligro.

Israel tiene en claro en estos momentos dos disyuntivas a las que deberá abocarse a resolver.

El movimiento fundamentalista Hamas es el dueño y propietario de la Franja de Gaza. Todo lo que en ese lugar suceda, cuenta con su beneplácito y consentimiento. Lo que ellos llaman células autónomas no las controlan porque esa es su conveniencia. Cuando hay actos de terror, a ellas se adjudican los atentados. Pero no debemos olvidar, son todos hijos del mismo padre. Hamas tiene que perder influencia en Gaza. Israel no debe darles cuartel. Debe perseguir a sus líderes y aniquilarlos sin miramientos. Es un derecho de Israel defender la vida de sus habitantes y una obligación del Gobierno, terminar con sus enemigos.

El otro gran problema que se le presenta a Israel es la relación con Egipto. Este país ha abierto las fronteras con la Franja y por el paso Rafiaj puede introducirse cualquier elemento que se necesite en la zona. También, y lo que es más doloroso, miran hacia el costado cuando se infiltra por los túneles fronterizos, armas y elementos que permiten mejorar las condiciones de guerra de los terroristas. No hay duda que por la frontera de Israel no entran, por mar tampoco. Hacer no las hacen. La duda no es mucha. Egipto permite que los hombres de Hamas tengan cada vez más armas y más poderosas.

No bien ocurrido los acontecimientos descriptos, un grupo de revoltosos manifiesta contra la Embajada de Israel en El Cairo, quema la bandera de Israel y coloca en su lugar una de Egipto. El gobierno árabe retira su embajador en Tel Aviv y exige que Israel brinde las disculpas del caso.

¿Pero y las disculpas de ellos? La pasividad ante la infiltración de terroristas por sus fronteras. El permitir el cruce de armas. El no resguardar el edificio de la Embajada de Israel como lo indican las normas internacionales. ¿Sobre esto, quien debe disculparse?

Sin duda, las relaciones con Egipto se irán deteriorando rápidamente. Hay que estar alerta a sus movimientos y tener listo los elementos para contrarrestar el crecimiento e influencia que los Hermanos Musulmanes tendrán en ese país.

Un dictador menos
Las últimas noticias recibidas indican que el imperio que construyó Gadafi, luego de más de cuarenta años de gobierno se ha derrumbado. Con la ayuda de las fuerzas de la NATO, los rebeldes han logrado hacer caer al sanguinario dictador y su mandato de terror ha sido destruido.

No sabemos que ocurrirá ahora en Libia. Es de esperar que la situación mejore y se logre implantar un sistema democrático en el rico pero desvastado país. No será fácil. Establecer regímenes democráticos en países musulmanes no es tarea sencilla. Su fundamentalismo, su fanatismo y su escasa vocación democrática atentan contra el propósito.

Sin duda el mundo sin Gadafi será mejor. Pero no es seguro que Libia con el nuevo gobierno que ahora surja, tendrá mejor vida y libertad.

La Alianza del Atlántico Norte ha sido determinante para hacer caer al régimen. Es de dudar que sin esa ayuda los rebeldes hubiesen triunfado. Ahora queda la tarea más difícil. Una reconstrucción sana, positiva y no fundamentalistas. ¿Se podrá?

¿Y los indignados?

Este último fin de semana no ha habido "desfile de indignados". La jornada trascurrió en paz y por la noche la población estaba más pendiente de los actos terroristas que sacudían el sur del país que de las serias y lógicas demandas de los organizadores de las manifestaciones.

Sin duda una lástima. Ya formaba parte de nuestro folklore ir a marchas de protesta en motzet shabat (sábados por la noche), poder presenciar en forma gratuita un recital de buena música como los brindados por Shlomo Arzi o Margalit Zanani (antes de tener que pasar a disposición de la policía por presuntas actividades en conjunto con la mafia israelí) y departir con amigos y familiares.

El número de carpas va disminuyendo, Muchas ya están vacías. Escribimos la semana anterior, que luego del comienzo de las clases muy pocos "acampantes" quedarán en pié, Incluso ha corrido la voz que el ejército llamará a mayor número de reservistas, por los atentados en el sur. En ese caso, muchos de los "indignados" deberán dejar a un lado sus cómodos pantalones cortos y ojotas veraniegas, para volver a calzar las pesadas botas rojas o negras y calurosos "madines" (ropas del ejercito), Y sin duda alguna, ninguno, dejará de hacerlo.

Es de esperar que todo este movimiento no haya sido solamente un "amor de verano". Los problemas existen. Ni ignorarlos, ni patearlos para adelante. Se debe seguir insistiendo con la Comisión Trajtemberg para que se continuen haciendo los estudios para mejorar la situación de la clase baja y media de la población, para que las propiedades sean accesibles, y que la crianza de los niños, más sencilla.

No hay que esperar el milagro de que en pocos meses todo se solucione. Pero no hay que renunciar a los objetivos que son serios y ciertos. El Gobierno deberá ser medido en sus respuestas para no modificar y desequilibrar el presupuesto. Los demandantes, deberán comprender que todo lleva su tiempo.

Volvemos a insistir en la creación de un nuevo partido que represente a los jóvenes que trabajan, que estudian, que son profesionales y que tiene todo el derecho de vivir con comodidad. Preocuparse por los cientos de miles de habitantes que sólo perciben el sueldo mínimo y dar mayor cobertura a la necesidades de los olim (inmigrantes).Las estructuras legales lo permiten. Vivir en democracia. Exigir la democrácia. Ese debe ser el objetivo.

Los partidos actuales, con líderes perpetuos, atornillados a sus sillas, no serán la solución. Nuevas ideas, requieren nuevas estructuras.

Víctor Vaisman

Editor

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