domingo, 24 de mayo de 2015

Obama: “Si queremos defenderlo, debemos criticar a Israel”

 

Barack Obama y Benjamín Netanyahu.
El presidente norteamericano defiende en esta entrevista con Jeffrey Goldberg para The Atlanticlas críticas realizadas al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, argumentando que eso le da credibilidad para defender el Estado judío en la escena internacional.
Obama rechaza los intentos de equiparar sus críticas al Gobierno israelí con el antisemitismo. Según el presidente norteamericano, Israel fue fundado gracias a las lecciones aprendidas tras las dificultades y persecuciones, y menciona a Moshé Dayán y a Golda Meir como dos de sus referentes.
Pregunté a Obama si los saudíes le han prometido no iniciar el camino nuclear: ¿cuáles son las consecuencias si otros países de la región dicen: “Vale, ¿sabéis qué? Ellos tienen 5.000 centrifugadoras, así que nosotros tendremos también 5.000 centrifugadoras”.
Obama respondió minimizando esos informes de los medios y diciendo: “No hay indicios de que los saudíes u otros países [del Consejo de Cooperación del Golfo] tengan intención de iniciar su propio programa nuclear. Una de las razones por las que no intentarán llevar a cabo su propio programa atómico –suponiendo que hemos tenido éxito en prevenir que Irán continúe sus trabajos para conseguir el arma nuclear– es que la protección que les proporcionamos como socios es mucho más disuasiva que la que ellos podrían alcanzar desarrollando su propio arsenal nuclear o tratando de alcanzar una capacidad inicial cuando se trata de armas nucleares.
Ben Cohen hace para The Tower Magazine un repaso a los últimos discursos de los presidentes de EEUU al pueblo iraní con motivo de Nowruz, el Año Nuevo persa. Mientras que los prdecesores de Obama se han referido siempre a Irán de manera genérica, sin mencionar al régimen actual, el actual inquilino de la Casa Blanca no ha tenido reparos en dirigirse a la “República Islámica de Irán”, el régimen erigido por los ayatolás. Además, evita cualquier mención a las violaciones de los derechos humanos que el relator de la ONU, Ahmed Sahid, viene documentando año tras año.
Quizá el aspecto más inquietante de los mensajes de la Administración Obama a Irán es la impresión resultante de que el régimen es, en el peor de los casos, ligeramente autoritario. La omisión de reformas en lo relacionado con los derechos humanos fundamentales como una medida necesaria para que, en palabras de Obama, “la República Islámica de Irán asuma su lugar legítimo en la comunidad de naciones” asigna a las organizaciones de derechos humanos la responsabilidad de evitar cualquier pulido adicional en la imagen de Irán.
Con ese título, la web de noticias de la cadena norteamericana CNN hace un balance de la campaña contra el grupo terrorista islamista. Entre los fracasos más sonados, los autores señalan la caída de Mosul y, más recientemente, Ramadi en manos de los terroristas, así como las campañas de llamamiento del EI para que lobos solitarios cometan atentados en Occidente. Entre los éxitos, la CNN incluye la muerte de Abu Sayaf, líder del grupo terrorista que podría ser el responsable del contrabando de gas y petróleo con el que se financia la organización.
El sábado, Estados Unidos anunció que un hombre conocido por el nombre de guerra de Abu Sayaf murió durante un ataque de la Delta Force estadounidense en el este de Siria.
La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Bernadette Meehan, dijo que era un importante líder del EI que supervisaba las operaciones ilícitas de crudo y gas, una fuente clave de ingresos para el grupo.
(…) Michael Weiss, autor de ‘ISIS: dentro del Ejército del Terror’, dijo que Abu Sayaf era ampliamente conocido por los observadores más cercanos a la organización. Y añadió que el EI no ha ingresado cantidades significantes de dinero por la captura de los pozos petrolíferos desde que los bombardeos estadounidenses comenzaron a golpear esas infraestructuras.
El Gobierno Interino Sirio (SIG, por sus siglas en inglés) es un órgano constituido en el exilio por grupos rebeldes que combaten a Bashar al Asad. Se trata de un puzle muy complejo en el que conviven grupos moderados con otros salafistas o incluso abiertamente yihadistas, y cada uno recibe dinero de un país distinto. Esta diversidad complica la tarea de formar una fuerza de combate en la que no haya presencia de elementos yihadistas, como pretende el Pentágono.
En el restaurante Istasyon, uno de los muchos negocios que sirios adinerados han erigido en Gaziantep, Firaz, un alto cargo del SIG, desvela algunos detalles de las negociaciones entre Estados Unidos y Turquía: “El primer paso fue seleccionar las brigadas menos radicales. Se han asignado distintos colores a cada una de ellas, en función de lo moderadas o radicales que sean”, comenta. El equipo americano ya ha rechazado a casi 4.000 combatientes, según informa ‘The Wall Street Journal’, y 400 se encuentran en el segundo paso de las pruebas. En el SIG creen que no se obtendrán resultados hasta 2016. “Nos llevará, al menos, todo el año 2015 formar buenos combatientes”, comentan.
(…) el plan, que incluye adiestramiento, así como el envío de armamento y tecnología militar, se ha retrasado dos meses. Los ejercicios iban a comenzar en marzo y para un número de milicianos superior, algo que da muestra de las dificultades que está teniendo el Pentágono (…). “El problema es que tanto Turquía como nosotros queremos que la prioridad sea combatir al régimen de Asad (…) Estados Unidos, en cambio, sólo quiere que el objetivo sea acabar con el Estado Islámico”, explica Firaz.

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