martes, 5 de mayo de 2015

Contextos

La estrafalaria cuenta de Twitter del líder de Irán

Por Michael J. Totten 

Alí Jamenei, Líder Supremo de la República Islámica de Irán.
"El gobernante de Irán está haciendo lo que la Unión Soviética solía hacer y lo que Hugo Chávez hizo más recientemente: usar el lenguaje de derechos humanos de Occidente como arma contra Occidente mientras se resiste contra todo lo que defienden los activistas occidentales por los derechos humanos"
¿Quiere usted viajar a Ridiculandia? Pues pásese por el Twitter del “Guía Supremo” de Irán, elayatolá Jamenei.
Es absurdo que, aun siendo negro el presidente, se sigan cometiendo estos crímenes contra los negros de Estados Unidos. #lasvidasnegrasimportan #FreddieGray.
No, su cuenta no ha sido hackeada por Al Sharpton. Ni es una parodia. Es el altavoz online del dictador iraní.
A este pálido anciano le importa una higa la gente negra, especialmente la que vive en Estados Unidos. Cuando él y sus lacayos cantan “Muerte a América” no se refieren sólo a los americanos blancos sino a todo el país, desde nuestro presidente negro hasta los inmigrantes indocumentados, pasando por todos los que están en medio.
Estos son algunos de los tuits que publicó en el Día del Trabajador.
No era un mero gesto que el #Profeta besara las manos de los #trabajadores, sino una lección para todos nosotros. #DíaDelTrabajador
El Gobierno no debe comprar fuera de #Irán los bienes de consumo que pueden ser producidos domésticamente. Es una manera de honrar a los trabajadores de Irán.
Éste es mi favorito:
La Policía estadounidense mata a la gente con cualquier excusa; esa clase de poder no asegura la seguridad sino que conduce a la inseguridad. #Baltimore
Cuando unos terroristas apoyados por Irán asesinaron al primer ministro del Líbano, Rafik Hariri, con una bomba gigantesca en pleno centro de Beirut, ¿eso condujo a más seguridad o a menos? Y los escuadrones de la muerte proiraníes que operan en Irak, ¿aportan seguridad o inseguridad? ¿Y la toma del Yemen por las fuerzas huzis, respaldadas por Irán? ¿Cómo va eso?
¿ Y qué pasa con la milicia Basij de Jamenei, que partió cabezas y torturó a activistas opositores durante la Revolución Verde?
Ok, quizá esté siendo injusto. Incurrir en el y-qué-pasa-con es cosa de estudiantes, no de analistas serios. Quizá los comandantes de la Guardia Revolucionaria de Irán podrían venir aquí y dar lecciones de sensiblidad a los oficiales de policía. Los basiyis de incógnito podrían instruir a nuestros policías de paisano para que se vuelvan a producir sucesos como éste. Los jueces iraníes que condenan a los homosexuales a morir colgados de grúas podrían ser profesores invitados en las nuestras facultades de Derecho. Quizá la MSNBC podría invitar al director de la prisión de Evin a presentar uno de sus shows de la próxima temporada.
Bueno, mejor no. El periodista Jason Resaian, del Washington Post, ciudadano norteamericano, languidece ahora mismo en Evin. Fue detenido el año pasado y machacado con ridículos cargos de “espionaje” y “hacer propaganda contra el establishment”.
Hace mucho que perdí la cuenta del número de veces que los paranoicos de Oriente Medio pensaron que yo era un espía mientras trabajaba allí -muchos de ellos piensan que todos y cada uno de los periodistas del mundo son espías-, pero no puedo recordar la última vez que me lo tomé en serio.
Sin embargo, esa segunda acusación, “hacer propaganda en contra del establishment”, es algo con lo que todo periodista que trabaje en Oriente Medio tiene que tener cuidado. Casi cualquier país de la zona es un Estado policial de un tipo u otro que puede arrestar a cualquiera por cualquier razón, o ninguna.
En 2005 un portavoz de Hezbolá -la organización terrorista libanesa fundada, financiada y controlada por el régimen iraní que ahora tuitea que “las vidas negras importan”-, me llamó a casa y me dijo: “Sabemos quién eres, leemos cada cosa que escribes y sabemos dónde vives”. Me acusó de “hacer propaganda en contra del partido” porque conté un chiste sobre Hezbolá en mi blog. En esa misma entrada dejé claro que era una broma, para que no hubieran malentendidos.
Desde el punto de vista de Hezbolá e Irán, cualquier cosa que no esté en concordancia con la línea del partido es propaganda en contra del establishment del partido. Asegurarse de que todo el mundo lo sepa, y saber que las consecuencias pueden ser terribles para que estúpido o temerario que se plante, forma parte de su declaración de principios.
¿Y se supone que tenemos que creer que a quien está a cargo de todo esto le importan lo más mínimo la violencia policial en Estados Unidos o los derechos de los trabajadores en el Primero de Mayo?
Por favor.
Jamenei tiene 120.000 seguidores en Twitter pero él solo sigue cinco cuentas. Para saber quiénes eran esos cinco afortunados, di al clic y descubrí que tres de ellas son de él mismo, otra es del fantasma de su predecesor, el ayatolá Jomeini, y la última es una en la que se pide a la gente que se haga selfies con sus citas preferidas del Corán. ¿Seguir a otras personas? Eso es para la gente que quiere saber algo de alguien, o al menos para los que estamos pasivamente interesados en lo que otros tienen que decir.
El gobernante de Irán está haciendo lo que la Unión Soviética solía hacer y lo que Hugo Chávez hizo más recientemente: usar el lenguaje de derechos humanos de Occidente como arma contra Occidente mientras se resiste contra todo lo que defienden los activistas occidentales por los derechos humanos. Por una parte era mero cinismo, pero por otra era una denuncia de la supuesta hipocresía occidental.
Podría usted alegar que no estoy sino haciendo lo que Jamenei, pero hay una diferencia, y es crucial. Yo verdaderamente me preocupo por los derechos humanos, no sólo por los de los americanos, también por los de los iraníes y los de todos los demás. Muchos iraníes se preocupan también por los derechos humanos, pero es casi seguro que ninguno de ellos forma parte del Gobierno iraní.
Quizá el más tonto de entre nosotros esté convencido de que los tiránicos dictadores de la otra punta del mundo se preocupan más por estas cosas que nosotros. Hey, ¡quizás el líder iraní es uno de los nuestros! ¡Tal vez todo lo que dice nuestro Gobierno es mentira!
Cada pueblo tiene su tonto. Moscú consiguió llevarnos al huerto durante la era soviética con esta clase de numeritos, al menos por algún tiempo. También el venezolano Hugo Chávez engañó a un buen puñado. Durante años la embajada de la República Bolivariana en Washington inundó mi bandeja de entrada con comunicados de prensa leídos como si hubieran sido escritos por Elizabeth Warren.
El bloque comunista era una formidable prisión que ocupaba más de un continente, pero un pequeño porcentaje de occidentales que no tenían tiempo para reparar en esas nimiedades veían elevados sus utópicos ideales. En cambio, los ideales utópicos del régimen revolucionario iraní nunca cobrarán fuerza entre los que no somos chiíes.
El tirano de Irán no va a conseguirlo, pero es divertido ver cómo lo intenta.
© Versión original (inglés): World Affairs Journal
© Versión en español: elmed.io

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