miércoles, 27 de septiembre de 2017

Siria: hay que impedir que Asad e Irán impongan una política de hechos consumados

Por David Adesnik 

trump-siria
"A menos que EEUU se comprometa con impedir el avance de esas fuerzas, Irán será el gran vencedor en el conflicto sirio"
El secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, se reunió la semana pasada, en los encuentros que suelen celebrarse al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas, con representantes de 17 países con puntos de vista similares para discutir sobre el futuro de Siria. Posteriormente, el embajador David Satterfield, ejerciendo de asistente del secretario de Estado para asuntos de Oriente Próximo, dijo que EEUU y sus socios se oponen firmemente a “aceptar un fait accompli” por el que el régimen de Asad y sus patronos iraníes consoliden su dominio sobre Siria tras laprevisible derrota del Estado Islámico.
Satterfield adujo que la urgente de necesidad de contribuir a la reconstrucción de Siriafinalmente compeliría a Asas y a sus patronos a comprometerse con “un proceso político creíble que refleje la voluntad de la mayoría de los sirios”. Sin ese proceso, dijo, “no van a conseguir la implicación internacional en [la reconstrucción de] Siria, y es vital. El régimen lo necesita. Rusia lo necesita”.
EEUU de ninguna manera debería financiar la reconstrucción de un país dominado por Asad. Y hay pocas razones para creer que retener esa ayuda vaya a influir en los cálculos del régimen asadista y de sus patronos en Teherán. La manera efectiva de ejercer presión en la mesa negociadora consiste en consolidar y expandir la influencia de las fuerzas aliadas de EEUU en el este de Siria, especialmente de los elementos suníes presentes en las Fuerzas Democráticas Sitias (FDS).
Ahora bien, EEUU ha mandado señales contradictorias sobre su disposición a competir con el eje iraní por la influencia en el este de Siria, o incluso a reconocer que dicha competición existe. A principios de este mes, el presidente Trump manifestó: “Tenemos muy poco que hacer en Siria aparte de matar al ISIS. Lo que hacemos es matar al ISIS”. De igual manera, Satterfiled consideró la derrota del Estado Islámico la gran prioridad, seguida de la necesidad de “acabar con la violencia”.
En contraste, Tillerson dijo el mes pasado que acabar con la “influencia militar de Irán” en Siria es uno de los dos objetivos esenciales de EEUU. A tal fin, el Ejército de EEUU está apoyando la ofensiva de las FDS para impedir que el régimen de Asad y sus patronos establezcan una posición dominante en la provincia de Deir Ezzor, rica en petróleo. Los periodistas están hablando de la pugna entre las FDS y Asad como una carrera por el este de Siria que evoca la que protagonizaron EEUU y las fuerzas soviéticas para hacerse con la parte del león del territorio alemán en 1945.
Uno de los aspectos más preocupantes de la ofensiva del régimen asadista en el este es el prominente rol desempeñado por Hezbolá y por otros peones iraníes, como la División Fatemiyún, compuesta por combatientes chiíes procedentes de Afganistán. A menos que EEUU se comprometa con impedir el avance de esas fuerzas, Irán será el gran vencedor en el conflicto sirio, con lo que expandirá su influencia por todo el Medio Oriente y sentará las bases para un futuro conflicto, con los Estados suníes y con Israel. Así las cosas, esto no sería el final de una guerra sino el inicio de otra.
© Versión original (en inglés): Foundation for Defense of Democracies (FDD)
© Versión en español: Revista El Medio

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.