domingo, 3 de diciembre de 2017

**Tu Madre, La Tierra**

Y un día escucharás la voz de la tierra, no pienses que has enloquecido, la tierra
suele hablarle a sus hijos, cuando sus hijos piensan, con justa razón, que el amor
de la tierra es como el amor de la madre.
Amamos la tierra como lo hacemos con la madre; porque de ellas venimos y a
ellas nos consagramos.
La tierra es una amante exigente, abre sus brazos y nos recibe, con amor y cariño,
nos protege, nos ofrece su alimento, su educación y la oportunidad de vivir, en ella,
hasta el fin de nuestros días. Nos permite que hagamos nuestro techo, nuestro
hogar, nuestros hijos, nuestra vida.
Es una amante exigente; cuando nota que su existencia corre peligro, es cuando
escuchamos su voz, firme y clara, exigiéndonos, nuestro pecho, defendiéndola,
del malvado invasor.
En ese momento es cuando escuchamos su voz, cuando nos exige nuestro sacrificio,
nuestra vida, en defenderla con ardor. No pensemos en rehusar esa lucha, para no caer
en la cobardía, del que huye y comete la traición, a su patria, a su madre, a su honor.
A ustedes, llamados desertores, espero que mi mensaje les llegue, para que la vida
sea vuestra vergüenza, escarnio, befa, grosería.

¡ Ya no son desertores, son traidores a vuestra propia madre ¡ MARIO BEER-SHEVA

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