El fotógrafo más famoso de Israel: Sus fotos más icónicas!
Aqui les publico nuevamente parte de su trabajo para que le den un vistazo.
La vida de David Rubinger fue un reflejo de la vida del estado de Israel, al cual él ayudó a fundar, y cuya historia documentó de forma tan memorable.
Nacido en Viena, se salvó del Holocausto al conseguir un lugar en un barco de jóvenes sionistas que viajaban en 1939 a Palestina, y posteriormente peleó en la Segunda Guerra Mundial como parte de la famosa Brigada Judía del ejército británico, combatiendo en Malta e Italia.
Después de eso luchó también en la Guerra de Independencia israelí y luego se asentó como reportero noticioso, trabajando para periódicos israelíes e internacionalmente para Time-Life.
En el año 2004, Rubinger se encontró brevemente en el centro de las noticias internacionales.
Luego de que su esposa de 54 años, Anni, falleciera en el año 2000, Rubinger comenzó a salir con una viuda de 78 años de Jerusalem llamada Ziona Spivak.
En el año 2004, Spivak fue brutalmente asesinada en su hogar por un hombre palestino a quien ella alguna vez había empleado, y a quien frecuentemente le había dado caridad en el pasado.
Escribiendo sobre su amor en el periódico israelí Yedioth Ajronot, en aquel entonces, Rubinger agudamente explicó que “incluso tarde en la vida, el amor puede arder tan ferozmente como lo hace en la juventud”.
Las fotografías de David Rubinger expresan la belleza y pasión de Israel durante las últimas seis décadas.
Rubinger falleció en el año 2017 a los 92 años de edad. He aquí algunas de las imágenes más destacadas que capturó sobre la vida de la nación que él mismo ayudó a construir
El 29 de noviembre de 1947, las naciones del mundo votaron por particionar Palestina en un estado judío y uno árabe.
Los líderes árabes rechazaron la votación y prometieron declarar la guerra al eventual estado judío, jurando empujar al naciente estado judío al mar. La comunidad judía celebró extáticamente la votación.
Rubinger recordaba la escena en Jerusalem: “Para cualquiera que haya tenido el privilegio de vivir en aquel entonces, ese seguramente fue uno de los momentos más trascendentales que uno podría haber imaginado. Nosotros, junto a nuestros vecinos, estábamos pegados a la radio.
A media noche, fue anunciado que la mayoría había votado por el establecimiento de un estado judío en Palestina.
La ciudad se llenó de multitudes bailando, cantando y celebrando en las calles”.
Luego de la Guerra de Independencia de Israel, las fuerzas de Jordania ocuparon la mitad este de Jerusalem, incluyendo la famosa Ciudad Vieja, que contiene el Muro Occidental y otros lugares sagrados. Ningún judío tenía permitido vivir en o visitar la parte este de la ciudad, y las casas judías cerca del borde eran frecuentemente blanco de disparos de francotiradores de Jordania.
En esa tensa atmósfera, un paciente de un hospital católico localizado en el borde se inclinó por una ventana abierta y accidentalmente perdió su dentadura postiza. Devolvérsela requería de una gran operación internacional. Los directivos de la ONU declararon que devolver la dentadura era una prioridad, y enviaron un oficial israelí, un oficial francés ondeando una gran bandera blanca para avisar a los francotiradores jordanos, y varias monjas del hospital. Luego de buscar en los escombros de la tierra de nadie, una monja, la Hermana Agustina, vio algo en el suelo, se arrodilló, y triunfantemente levantó la dentadura perdida.
La fotografía de Rubinger apareció en la revista Life, donde proveyó un rayo de luz en medio de la implacable oscuridad de la violencia y ocupación jordana.
En medio de la Guerra de los Seis Días, David Rubinger cubrió el combate en Jerusalem. Abriéndose rápidamente paso hacia las líneas frontales en la Ciudad Vieja de Jerusalem, llegó al Muro Occidental unos pocos minutos después de que las tropas israelíes tomaran control del lugar más sagrado para el judaísmo. Rubinger recordaba: “Para obtener la imagen más efectiva… fue necesario recostarme en el suelo y fotografiar hacia arriba, cosa de poder capturar tanto a los victoriosos paracaidistas israelíes como al Muro Occidental en la mayor medida posible”.
Tocando el Shofar en el Muro Occidental (7 de junio de 1967)
Cuando las tropas israelíes llegaron al Kótel, el Rabino en Jefe del Ejército de Israel, Rav Shlomo Goren, tocó el shofar, marcando la primera ocasión en 1997 años que el Muro Occidental, el remanente del Templo de Jerusalem, estaba nuevamente bajo control judío.
David Rubinger recordaba las intensas emociones del momento: “La escena alrededor mío era extremadamente emocional… La gente lloraba de alegría y alivio, y debo admitir que, mientras tomaba las fotografías, también corrían lágrimas por mis mejillas”.
David Rubinger acompañó al artista Marc Chagall alrededor de la Knéset, el parlamento israelí, mientras hacía bosquejos de lo que eventualmente se transformaría en los hermosos tapices que adornan sus murallas y los mosaicos que decoran los pisos. En el día de la inauguración de los tapices, Rubinger tenía su cámara enfocada en las obras de arte cuando de repente se dio cuenta que podría fotografiar los tapices en cualquier momento que quisiera. Sin embargo esta era su única oportunidad para capturar la reacción del artista y de la primer ministro Golda Meir.
“Por lo tanto, en lugar de eso”, recodaba Rubinger, “me di media vuelta y tomé una imagen de primer plano de Chagall cuando se inclinaba y agarraba el codo de Golda justo en el momento en que el cobertor era removido de sus tapices. Escuché que le dijo en ídish, "Nu se gefaelte dir, Goldie?" ('Bueno, ¿te gusta, Golda?'). La vi respirar agitadamente mientras la obra era descubierta, creo que estaba sobrecogida. Él le sonrió con evidente satisfacción”.
En 1976, un vuelo de Air France que llevaba 244 pasajeros desde Atenas a París fue secuestrado por el Frente Popular para la Liberación de Palestina, con la ayuda de la banda alemana Baader-Meinhof. El avión fue forzado a aterrizar en Libia para recargar combustible, y luego voló hasta Entebbe en Uganda.
Allí los secuestradores separaron a los pasajeros judíos y/o israelíes, liberaron a los pasajeros no judíos, y luego demandaron la liberación de decenas de terroristas palestinos de las prisiones del mundo a cambio de los prisioneros judíos. Israel se rehusó a negociar con los terroristas y organizó en su lugar una audaz misión de rescate. 100 de los 103 rehenes fueron rescatados; un oficial israelí, Yoni Netanyahu (hermano del primer ministro actual, Benjamín Netanyahu) fue asesinado.
David Rubinger capturó el momento en que los héroes aterrizaron en Israel: “Yo estaba en el aeropuerto para dar la bienvenida a nuestros bravos y corajudos muchachos, y fotografié al piloto que lideró los cuatro aviones Hércules de rescate mientras era sostenido entre los hombros de la multitud”. Años después, Rubinger conoció al piloto que había fotografiado, quien no estaba para nada contento, diciéndole a Rubinger: “Luego de que aparecí públicamente en tu fotografía en la revista Time, ¡nuestro servicio de seguridad me forzó a utilizar una peluca durante un año para evitar que fuera reconocido y atacado!”
En los años 50, la revista Life le encargo a Rubinger pasar unos días con Golda Meir, entonces ministro del exterior de Israel.
A pesar de ser una formidable y capaz líder, Golda Meir también tenía un lado más tierno, el cual Rubinger capturó en sus fotografías.
Luego recordó: “La vi en un verdadero rol doméstico, poniendo los platos para una cena diplomática en su casa, yendo de compras, comprando caramelos y ropas para sus nietos, y cocinando para la familia.
Esa cocina se hizo conocida como ‘La cocina de Golda’, un lugar en el que, cuando era ministro del exterior y posteriormente primer ministro, fueron tomadas muchas importantes decisiones políticas y militares”.
Rubinger estuvo presente cuando el primer ministro israelí, Menájem Begin, y el presidente egipcio, Anwar Sadat, se reunieron para negociar el tratado de paz entre Israel y Egipto.
La operación Salomón fue el rescate de 14.000 judíos etíopes de Addis Ababa en una masiva operación de 36 horas, el 24 y 25 de mayo de 1991.
David Rubinger fotografió los aviones aterrizando y recordaba la increíble escena: “Muchos de la comunidad etíope de Israel que habían llegado en una aliá anterior, estaban en el aeropuerto para recibir a sus parientes, así que te puedes imaginar cuán conmovedores eran los reencuentros familiares.
Era una instancia sumamente emotiva.
Yo cubrí una de esas historias, la de un joven que había llegado a Israel de niño pero que ahora era sargento en las FDI, estaba felizmente asentado y esperando a su familia para que se le uniera”.
(Todas las citas son de “Through My Lens: Sixty Years as a Photojournalist, de David Rubinger, con Ruth Corman, Abbeville Press Publishers, Londres: 2007).
Por: Yvette Alt Miller
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