Arabia Saudita está decidida a asegurar un pacto militar que requiera que Estados Unidos defienda al reino a cambio de abrir lazos con Israel y no retrasará un acuerdo aunque no ofrezca concesiones importantes a los palestinos en su intento por obtener un estado, dijeron tres fuentes regionales familiarizadas con las conversaciones.
Un pacto podría no alcanzar las garantías de defensa férreas al estilo de la OTAN que el reino buscó inicialmente cuando el príncipe heredero Mohammed bin Salman y Joe Biden discutieron el tema por primera vez durante la visita del presidente de Estados Unidos a Arabia Saudita en julio de 2022.
Podría parecerse a los tratados que Washington tiene con estados asiáticos, dijo una fuente estadounidense, o, si no obtuviera la aprobación del Congreso, podría asemejarse a un acuerdo con Baréin, donde tiene su base la Quinta Flota de la Armada estadounidense. Un acuerdo así no necesitaría el respaldo del Congreso.
Washington también podría endulzar cualquier acuerdo designando a Arabia Saudita como un importante aliado no perteneciente a la OTAN, un estatus otorgado a Israel, dijo la fuente estadounidense.
Pero todas las fuentes coincidieron en que Arabia Saudita no se conformaría con menos que garantías vinculantes de protección estadounidense si enfrentara un ataque, como los ataques con misiles del 14 de septiembre de 2019 contra sus sitios petroleros que sacudieron los mercados mundiales, del que Riad y Washington culparon a Irán, el rival regional del reino, si bien Teherán negó haber tenido algún papel.
Foto publicada por el Palacio Real Saudita del principe heredero saudita Mohammed bin Salman, hablando durante la Cumbre del Consejo de Cooperacion del Golfo (CCG) en Riad, Arabia Saudita, el martes 14 de diciembre de 2021. (Bandar Aljaloud/Palacio Real Saudita via AP) (archivo)
Los acuerdos que otorgan protección estadounidense al mayor exportador de petróleo del mundo a cambio de la normalización con Israel remodelarían Oriente Medio al reunir a dos enemigos de larga data y unir a Riad con Washington después de las incursiones de China en la región. Para Biden, sería una victoria diplomática de la que alardear antes de las elecciones estadounidenses de 2024.
"La normalización será entre Israel y Arabia Saudita. Si los palestinos se oponen, el reino seguirá su camino"
Los palestinos podrían lograr que se aliviaran algunas restricciones israelíes, pero no cumplirían con sus aspiraciones de Estado. Al igual que con otros acuerdos árabe-israelíes forjados a lo largo de décadas, la demanda central palestina de un Estado pasaría a un segundo plano, dijeron las tres fuentes regionales familiarizadas con las conversaciones.
Los saudíes normalizarán las relaciones con Israel, incluso sin los palestinos
"La normalización será entre Israel y Arabia Saudita. Si los palestinos se oponen, el reino seguirá su camino", afirmó una de las fuentes regionales. "Arabia Saudita apoya un plan de paz para los palestinos, pero esta vez quería algo para Arabia Saudita, no sólo para los palestinos".
El gobierno saudí y el Departamento de Estado de Estados Unidos no respondieron a las preguntas enviadas por correo electrónico sobre este artículo.
'Menos que un tratado completo'
Un funcionario estadounidense, que como otros declinó ser identificado debido a lo delicado del asunto, dijo que los parámetros de un pacto de defensa aún se estaban elaborando, y que "no sería un tratado de alianza ni nada por el estilo. ... Sería un entendimiento de defensa mutua, menos que un tratado completo".
Se parecería más a la relación de Estados Unidos con Israel, que recibe las armas estadounidenses más avanzadas y realiza ejercicios conjuntos de fuerza aérea y defensa antimisiles.
MbS (Mohammed bin Salman) había pedido un tratado al estilo de la OTAN, pero Washington es reacio a llegar tan lejos como el compromiso del Artículo 5 de la OTAN de que un ataque a un aliado se considera un ataque a todos.
Los asistentes de Biden podrían considerar un pacto inspirado en los firmados con Japón y otros aliados asiáticos, en virtud de los cuales Estados Unidos promete apoyo militar pero es menos explícito sobre el despliegue de tropas estadounidenses. Según la fuente, algunos legisladores estadounidenses podrían resistirse a tal pacto.
Otro modelo, que no necesitaría la aprobación del Congreso, sería el acuerdo firmado con Baréin el 13 de septiembre, en el que Estados Unidos se comprometió a "disuadir y enfrentar cualquier agresión externa", pero consultando los dos gobiernos para determinar qué medidas se tomarían, si las hubiera.
El SECRETARIO de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, durante una visita a Riad en junio, dijo que trabajaría por la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudita
Para la fuente en Washington, Arabia Saudita podría ser designada un importante aliado no perteneciente a la OTAN, un paso considerado durante mucho tiempo. Este estatus, que tienen varios estados árabes como Egipto, conlleva una serie de beneficios, como la formación.
Según otra fuente regional, Riad estaba cediendo en algunas demandas para asegurar un acuerdo, incluidos sus planes para la tecnología nuclear civil. Arabia Saudita estaba lista para firmar la Sección 123 de la Ley de Energía Atómica de Estados Unidos, dijo, que establece un marco para la cooperación nuclear pacífica de Estados Unidos, una medida que Riad se negó a tomar con anterioridad.
La fuente del Golfo dijo que el reino estaba dispuesto a aceptar un pacto que no coincidía con la garantía del Artículo 5 de la OTAN, pero que Estados Unidos tenía que comprometerse a proteger a Arabia Saudita si su territorio era atacado. Añadió que el acuerdo podría ser similar al de Baréin pero con compromisos adicionales.
Buscando compromisos israelíes
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, elogió la posibilidad de una paz "histórica" con Arabia Saudita, el corazón del Islam. Para ello, Netanyahu tendría que ganarse la aprobación de los partidos de su coalición que rechazan cualquier concesión a los palestinos.
Mohammed bin Salman, en una entrevista de Fox News este mes, dijo que el reino se estaba acercando cada vez más a la normalización de los lazos con Israel. Habló de la necesidad de que Israel "facilite la vida de los palestinos", pero no mencionó la creación de un Estado palestino.
Según diplomáticos y fuentes regionales, MbS insistió en algunos compromisos de Israel para demostrar que no abandonaba a los palestinos y que intentaba mantener la puerta abierta a una solución de dos Estados.
Entre ellos se incluiría exigir a Israel transferir algunos territorios de Judea y Samaria a la Autoridad Palestina (AP), limitar la actividad de asentamientos judíos y detener cualquier paso para la anexión de territorios. Riad también ha prometido ayuda financiera a la Autoridad Palestina.
El presidente palestino Mahmoud Abbas reclama que cualquier acuerdo reconozca el derecho palestino a un Estado dentro de las fronteras de 1967, incluida Jerusalén Oriental, y detenga la construcción de asentamientos israelíes. Sin embargo, todas las fuentes coincidieron en que era poco probable que un acuerdo saudita-israelí abordara esos temas críticos.
Para Netanyahu, los palestinos no deberían tener derecho a vetar ningún acuerdo de paz.
Aún así, aunque Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita estén de acuerdo, ganar el apoyo de los legisladores en el Congreso de Estados Unidos sigue siendo un desafío.
Republicanos y miembros del Partido Demócrata de Biden han denunciado anteriormente a Riad por su intervención militar en Yemen, sus medidas para apuntalar los precios del petróleo y su papel en el asesinato en 2018 del periodista saudí Jamal Khashoggi, que trabajaba para el Washington Post. MbS negó haber ordenado el asesinato.
"Lo importante para Arabia Saudita es que Biden logre la aprobación del pacto por el Congreso", dijo la primera fuente regional, señalando las concesiones que Riad estaba haciendo para asegurar un acuerdo.
Para Biden, un acuerdo que construya un eje entre Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita podría frenar las incursiones diplomáticas de China después del acercamiento negociado entre Arabia Saudita e Irán, a quien Washington acusa de buscar armas nucleares y Teherán lo niega.
"La sensación era de que Estados Unidos había abandonado la región", dijo un diplomático. "Cortejando a China, los sauditas quisieron crear cierta ansiedad que hiciera que Estados Unidos volviera a comprometerse. Ha funcionado".
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