Había un agricultor que cultivaba maíz de excelente calidad.
Cada año ganaba el premio al mejor maíz cultivado.
En una ocasión, llegó un reportero de un periódico a entrevistarlo.
Descubrió que el agricultor compartía su semilla de maíz con los vecinos.
"¿Porque señor", dijo el granjero, “el viento recoge el polen del maíz maduro y lo lleva de campo en campo.
Si mis vecinos cultivan maíz inferior, la polinización cruzada degradará constantemente la calidad de mi maíz.
Si quiero cultivar un buen maíz, debo ayudar a mis vecinos a cultivar también un buen maíz".
Así ocurre en nuestras vidas...
Aquellos que quieren vivir bien y de manera significativa, deberían ayudar a enriquecer las vidas de los demás, pues el valor de una vida, se mide por las vidas que toca.
Y aquellos que eligen ser felices, deben ayudar a otros a encontrar la felicidad, porque el bienestar de cada uno está vinculado al bienestar de todos.
Autor desconocido
F: Noticias Guisheft
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