PEORES QUE LOS TERRORISTAS QUE MATARON A LA FAMILIA BIBAS SON LOS OCCIDENTALES QUE LOS DEFIENDEN
Los pequeños hermanos Bibas fueron secuestrados no sólo por terroristas en uniforme y pasamontañas, sino también por gente común de Gaza, los famosos "civiles" que fueron a observar el espectáculo terrorista islámico.
traducida por Marcela Lubczanski
Por Giulio Meotti
Febrero 20, 2025
El ataque de Hamas del 7 de octubre produjo miles de imágenes horrorosas. Los cuerpos de israelíes jóvenes y ancianos asesinados, torturados y violados. Sus cuerpos mutilados y sin vida llevados por las calles de Gaza.
Pero la imagen de una joven madre aterrorizada, Shiri Bibas, secuestrada por los terroristas, con sus dos hijos pequeños, Ariel, de 4 años y Kfir de 9 meses, envueltos a su alrededor en una manta, es el símbolo de la amenaza que es Hamas y el Islam radical, pero también de la cobardía de los líderes políticos y culturales del Occidente llamado educado.
Los ataúdes conteniendo a los rehenes muertos y entregados cerrados por los terroristas que no entregaron las llaves correctas para abrirlos. Antes de abrir los ataúdes, Israel revisó que no hubiera trampas caza bobos.
Las escenas de Gaza parecen una película de horror, pero todo es real: la Cruz Roja, los "periodistas" falsos filmando, las turbas de "civiles" gazatíes con sus hijos celebrando… Tuvieron una fiesta con los judíos muertos delante de ellos. Dos niños judíos y su madre muertos. Y decenas de millones de occidentales también participaron de forma remota.
Una turba de antisemitas robó a un bebé de nueve meses de su casa. Ellos grabaron su secuestro, tan orgullosos estaban de haber raptado a este infante. Ellos subieron la imagen online para que otros aborrecedores de judíos, de Gaza y el Occidente, pudieran babearse.
Ellos han aniquilado a tres generaciones de la misma familia Bibas (abuelos, madre e hijos) y millones los defienden como la causa que debe sobrepasar a todas las otras.
Para mucho del mundo, los niños Bibas fueron sólo "propaganda sionista", no seres humanos tratados brutalmente por el único crimen de ser judíos. Ellos llamaron "liberación" a estos crímenes.
Kfir y Ariel Bibas se volvieron un símbolo. Su caso es la guerra contra los judíos reducida a su esencia más mínima.
Incluso en la Alemania nazi hubo alemanes que salvaron judíos, pero ningún gazatí ha salvado a un solo rehén. Tampoco informaron los paraderos de un rehén a pesar de la recompensa que ofreció Israel. Muchos no sólo tomaron parte en el secuestro y asesinato, sino que así también salieron a las calles hoy como el 7 de octubre para celebrar el regreso de niños judíos en ataúdes.
Los hermanitos Bibas fueron secuestrados no sólo por terroristas en uniformes y pasamontañas, sino también por la gente común de Gaza, los famosos "civiles" que fueron a observar el espectáculo de los terroristas islámicos.
Los videos muestran a los chicos palestinos persiguiendo a los vehículos de la Cruz Roja que transportan los cuerpos de niños israelíes asesinados. Hay una enfermedad maligna en tal sociedad.
Pero en el Occidente no es mejor.
-Un cartel de Ariel Bibas de cuatro años de edad con su cara oscurecida por pintura y una caricatura de Hitler están en la Universidad de Harvard.
-Carteles de los hermanos Bibas fueron vandalizados también en Cedarvale Park de Toronto.
-En un cartel de Kfir Bibas escribieron: “Todavía tiene puesta la cabeza”.
Los occidentales que atacaron los carteles de Kfir y Ariel – y los otros rehenes – estuvieron prometiendo su lealtad a Hamas.
-Los carteles de los Bibas fueron vandalizados en Londres también.
-También en Londres, una empresa de publicidad quitó las carteleras mostrando a los Bibas y otros rehenes después de protestas y amenazas.
Mientras tanto, los líderes occidentales no han dicho casi nada sobre la familia Bibas. “Tal vez ustedes se olvidaron del pequeño Kfir Bibas,” se enfureció el embajador de Israel ante la ONU el mes pasado. "Nosotros no lo hemos hecho.”
Dede Bandaid y Nitzan Mintz, la pareja de artistas que lanzaron la campaña con las caras de los israelíes secuestrados por los terroristas de Gaza, dijeron la frase que a menudo me ha venido a la mente durante los últimos dieciséis meses:
“Si esta fuera una campaña para perros o gatos perdidos, nadie osaría arrancar sus fotos."
Ariel Bibas adoraba a Batman. Pero en lo que respecta a niños judíos secuestrados y asesinados en Gaza, el Occidente resultó ser el Guasón.
A veces siento ganas de ir a Roma, poner dos carteles uno al lado del otro, uno de los niños Bibas y el otro de un perro perdido. Y ver cual van a arrancar.
Y no son sólo los niños Bibas.
Carteles de otras dos niñas israelíes de tres años de edad, Emma y Yuli Cunio, quienes fueron secuestradas del kibutz Nir Oz el 7 de octubre, fueron profanados con bigotes de Hitler en Londres.
Los dos hermanitos Bibas y su madre regresaron a Israel en un ataúd. Dos ataúdes pequeños. Pero para una parte del Occidente odioso y perdido, ellos ya estaban muertos. Y aun cuando no lo dirán en verdad, tal vez todavía un poco avergonzados - pero no demasiado - ellos piensan que así es como tenía que ser.
Mientras tanto, desde su cama de hospital, el Papa Francisco, quien nunca ha tenido tiempo de decir una palabra para los niños Bibas, llama a la parroquia de Gaza todos los días para saber si han comido. No se preocupe, está lleno de comida, aun cuando Hamas la roba y la revende, mientras la guerra resurge en suelo europeo y con ella la consciencia de la tragedia. Desde Munich a Villach, esta semana han sido asesinados o heridos más niños por alguien que gritaba "Allahu Akbar".
Esta traición será nuestra némesis. Y pagaremos. Pagaremos. Mientras tanto, que Dios bendiga a Yarden Bibas y lo consuele por su bella familia que ya no está más con nosotros y que El maldiga a los enemigos de la civilización.
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