El presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Brian Mast (republicano por Florida), ha ordenado al personal del comité que se refiera a “Cisjordania” por su nombre bíblico hebreo, Judea y Samaria.
“En reconocimiento de nuestro vínculo inquebrantable con Israel y el derecho inherente del pueblo judío a su antigua patria, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, de ahora en adelante, se referirá a “Cisjordania” como Judea y Samaria en la correspondencia, comunicación y documentación formales”, escribió Mast en el memorando al personal.
“Las raíces judías en esta región se remontan a siglos atrás y debemos reconocer ese hecho tanto en palabras como en hechos.
“Mucho antes de que Hamás matara a estadounidenses e israelíes el 7 de octubre, vimos actos viles destinados a deshumanizar al pueblo judío en todo el mundo y destruir los derechos de Israel a vivir en paz”, continúa el memorando.
“Como comité y como representantes del pueblo estadounidense, debemos hacer nuestra parte para detener esta reprensible ola de antisemitismo y reconocer el legítimo derecho de Israel a la cuna de la civilización judía.
“Mientras tenga el honor de servir como presidente de este gran comité, me aseguraré de que Estados Unidos esté del lado de nuestro aliado Israel”, agregó Mast.
El presidente Donald Trump ha dicho que anunciará una decisión a principios de marzo sobre si apoyará la anexión formal del territorio por parte de Israel.
La Doctrina Pompeo
Durante el primer mandato de Trump, el Secretario de Estado Mike Pompeo reconoció públicamente la validez de la presencia de Israel en la región el 18 de noviembre de 2019.
El Secretario de Estado Antony Blinken, bajo la administración del Presidente Joe Biden, revocó inmediatamente la decisión de acuerdo con las afirmaciones internacionales de que Israel no tiene derecho a estar allí.
El actual Secretario de Estado Marco Rubio aún no ha tomado medidas al respecto. La decisión de Pompeo, consagrada en una declaración formal, se conoció como la Doctrina Pompeo. El texto completo a continuación, según Jewish Press.
“Pasando ahora a Israel, la administración Trump está revirtiendo el enfoque de la administración Obama hacia los asentamientos israelíes.
Las declaraciones públicas de Estados Unidos sobre las actividades de asentamiento en Judea y Samaria han sido inconsistentes durante décadas. En 1978, la administración Carter concluyó categóricamente que el establecimiento de asentamientos civiles por parte de Israel era incompatible con el derecho internacional. Sin embargo, en 1981, el Presidente Reagan no estuvo de acuerdo con esa conclusión y declaró que no creía que los asentamientos fueran inherentemente ilegales.
Los gobiernos posteriores reconocieron que la actividad de asentamientos sin restricciones podía ser un obstáculo para la paz, pero reconocieron sabia y prudentemente que insistir en posiciones legales no hacía avanzar la paz. Sin embargo, en diciembre de 2016, al final del gobierno anterior, el Secretario Kerry cambió décadas de este enfoque cauteloso y bipartidista reafirmando públicamente la supuesta ilegalidad de los asentamientos.
Después de estudiar cuidadosamente todos los aspectos del debate legal, este gobierno está de acuerdo con el presidente Reagan. El establecimiento de asentamientos civiles israelíes en Judea y Samaria no es per se incompatible con el derecho internacional.
Quiero destacar varias consideraciones importantes.
En primer lugar, miren, reconocemos que, como lo han hecho los tribunales israelíes, las conclusiones legales relacionadas con asentamientos individuales deben depender de una evaluación de hechos y circunstancias específicos sobre el terreno. Por lo tanto, el gobierno de los Estados Unidos no está expresando ninguna opinión sobre el estatus legal de ningún asentamiento individual.
El sistema legal israelí ofrece una oportunidad para cuestionar la actividad de asentamientos y evaluar las consideraciones humanitarias relacionadas con ella. Los tribunales israelíes han confirmado la legalidad de ciertas actividades de asentamiento y han concluido que otras no pueden sostenerse legalmente.
En segundo lugar, no estamos abordando ni prejuzgando el estatuto definitivo de Judea y Samaria. Esto es algo que deben negociar los israelíes y los palestinos. El derecho internacional no obliga a un resultado particular ni crea ningún obstáculo legal a una solución negociada.
En tercer lugar, la conclusión de que ya no reconoceremos los asentamientos israelíes como incompatibles per se con el derecho internacional se basa en los hechos, la historia y las circunstancias singulares que presenta el establecimiento de asentamientos civiles en Judea y Samaria. Nuestra decisión de hoy no prejuzga ni decide conclusiones jurídicas sobre situaciones en otras partes del mundo.
Y, por último, decir que el establecimiento de asentamientos civiles es incompatible con el derecho internacional no ha funcionado. No ha hecho avanzar la causa de la paz.
La dura verdad es que nunca habrá una resolución judicial del conflicto, y los debates sobre quién tiene razón y quién no, en el marco del derecho internacional, no traerán la paz. Se trata de un problema político complejo que sólo puede resolverse mediante negociaciones entre israelíes y palestinos.
Estados Unidos sigue profundamente comprometido a ayudar a facilitar la paz, y haré todo lo que pueda para ayudar a esta causa. Estados Unidos alienta a los israelíes y a los palestinos a resolver el estatuto de los asentamientos israelíes en Judea y Samaria en cualquier negociación sobre el estatuto definitivo.
Además, alentamos a ambas partes a encontrar una solución que promueva y proteja la seguridad y el bienestar de palestinos e israelíes por igual”.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío
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