EL MES DE ADAR Y LA ALINEACION DE LOS PLANETAS.
(Un conjunto de secretos que te da la vida).
Comienza el mes de Adar.(Rosh Jodesh) y con él,
la alineación de los planetas.
Hoy 28 de febrero puede verse como un recordatorio del orden y la armonía que rigen el universo.
- En el judaísmo, el cosmos no es solo un espectáculo celestial, sino una manifestación del Creador, quien diseñó cada estrella y cada órbita con precisión infinita.
- El Talmud menciona que los astros no determinan el destino de Israel (Ein mazal le’Israel), pues el pueblo judío trasciende la influencia de los signos celestiales al vivir con emuná (fe) y libre albedrío.
Sin embargo, los cielos sí cuentan la gloria del Creador, como dice el Salmo 19:2:
- “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento proclama la obra de Sus manos”.
Esta alineación nos invita a reflexionar sobre el equilibrio en nuestra propia vida.
Así como los planetas giran en armonía, cada alma debe encontrar su propia órbita, alineando sus actos con su propósito más elevado.
- No es coincidencia que en el judaísmo el concepto de tikún olam (reparar el mundo) nos llame a alinear nuestra existencia con la voluntad divina, trayendo luz y orden a lo que parece caos.
- Así como los planetas siguen su curso con exactitud, nuestra vida también tiene un camino trazado, pero depende de nosotros si lo recorremos con conciencia y propósito.
La alineación celestial nos recuerda que, aunque todo el universo parezca inmenso e inalcanzable, cada uno de nosotros es una chispa de esa gran sinfonía cósmica, con la capacidad de iluminar y transformar su entorno.
- El hecho que esta alineación planetaria ocurra justo al inicio del mes de Adar nos trae un mensaje aún más profundo. Adar es el mes de la alegría, de la transformación y de la capacidad de convertir la oscuridad en luz.
En este mes celebramos Purim, donde un destino de tristeza se transformó en salvación, recordándonos que incluso en los momentos más inciertos, la alegría puede ser la llave para cambiar la realidad.
- Así como los planetas se alinean en perfecta armonía, Adar nos invita a alinear nuestra alma con la alegría verdadera, aquella que nace de la emuná (fe) y la confianza en que todo tiene un propósito.
No es una alegría superficial, sino una fuerza interior que nos da la capacidad de elevarnos por encima de las dificultades y ver la mano del Creador incluso en los desafíos.
Que esta alineación celestial y el comienzo de Adar nos inspiren a encontrar orden en el aparente caos, a transformar nuestras sombras en luz y a recordar que, cuando el alma se llena de alegría genuina, el universo entero resplandece con ella.
¡Mishenichnas Adar, marbim besimjá! (Cuando comienza Adar, aumentamos la alegría).
¡Con mucho gusto!
Que este Shabat sea una fuente de luz y armonía, como los planetas alineados en el firmamento.
Que encuentres paz, inspiración y conexión con el Creador en cada instante. ¡Shabat Shalom!
Escrito e ilustrado con todo mi Amor
Reina Benarroch Garzon
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