Tres Cuchillos en el Alma de un Hombre.
Se llevaron la risa,
las manitas tibias buscando refugio,
el aroma dulce de una madre que canta.
Se llevaron la vida,
Tres cuchillos en la carne del destino:
Uno, cuando arrancaron a la madre de su hogar,
cuando su voz se perdió en la oscuridad.
Otro, cuando las pequeñas llamas pelirrojas,
inocentes, frágiles,
fueron apagadas sin razón.
El último, el más cruel,
cuando Yarden regresó
y encontró el silencio.
¿Qué hace un hombre con tanto vacío?
¿Cómo se camina sobre el polvo de lo amado?
Las tumbas no abrazan,
las piedras no devuelven el calor de un beso.
Pero el viento susurra sus nombres,
los globos naranja flotan alto,
y en algún rincón del universo,
donde la maldad no puede tocar,
ella sigue siendo madre,
y ellos siguen riendo.
Que sus memorias sean bendecidas.
Fuerza familia Bibas .
El dolor de ustedes es el dolor de todos.
Escrito por Reina Benarroch Garzón
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