jueves, 27 de marzo de 2025

De Spiked

 ISRAEL TIENE TODO EL DERECHO DE ELIMINAR A HAMAS

Un cese del fuego con el grupo terrorista islámico no iba a durar mucho tiempo.

Por Andrew Fox
Marzo 19, 2025
traducida por Marcela Lubczanski

El cese del fuego en Gaza colapsó esta semana. Ahora se han reanudado los ataques aéreos de las FDI, tomando como blanco la infraestructura y eliminando a funcionarios de alto rango de Hamas. Israel también ha emitido una orden de evacuación para la zona fronteriza entera de Gaza, señalando probablemente una renovada invasión terrestre. Cuando yo estuve hablando con los israelíes informados en Jerusalén hace algunas semanas, se me sugirió que pueden ser desplegadas cinco divisiones enteras. Un despliegue de esta escala probablemente significa la captura de toda Gaza por parte de las FDI.

El quiebre del cese del fuego en Gaza era predecible, inevitable y únicamente responsabilidad de Hamas. En lugar de actuar como un socio genuino en la paz, se ha vuelto evidente que Hamas utilizó el alto al fuego como una pausa táctica para reagruparse, rearmarse y prepararse para la siguiente ola de violencia. Israel – confrontada con la falla de Hamas en negociar de buena fe para la liberación de los rehenes y la fase dos del cese del fuego – está completamente justificada en reanudar los esfuerzos para desmantelar a Hamas como una amenaza militar de una vez por todas.

La insistencia del presidente estadounidense Donald Trump en un cese del fuego en Gaza presentó retos significativos para Israel. Cuando fue acordado en enero, la tarea fue sólo completada a medias. Hamas continuó reteniendo el poder y los rehenes permanecieron atrapados en Gaza. Sin embargo, después de semanas de negociaciones, un resultado positivo de esta pausa ejecutada ha sido la reunión de muchos rehenes con sus familias.

El alto al fuego también ha expuesto la naturaleza verdaderamente monstruosa de Hamas. La difícil condición de los rehenes devueltos – tanto como el espectáculo grotesco de las liberaciones de rehenes, en las cuales los ataúdes de inocentes fueron hechos desfilar ante turbas y cámaras – sirvió como un agudo recordatorio de la barbarie de Hamas. Mientras tanto, ver a Israel devolviendo gazatíes bien alimentados ha despejado las nociones de genocidio o hambruna deliberada para cualquier observador cuerdo.

Desde entonces, la fase dos de las conversaciones de cese del fuego ha fracasado (a pesar de la Casa Blanca negociando directamente con Hamas, por sobre la cabeza de Israel). Hamas lanzó una mirada burlona tanto a los israelíes como a la Casa Blanca, habiendo sido advertido por Trump de lo que sucedería si continuaba estancándose en liberar a los rehenes restantes. Ahora, Trump ha dado a los israelíes la luz verde para reanudar la toma como blanco de los miembros de alto rango de Hamas. 

El cese del fuego de Trump probablemente nunca iba a ser más que una recuperación temporaria para Hamas. Después de todo, el grupo sigue estando fundamentalmente comprometido con la destrucción de Israel – un objetivo cocinado en su estatuto fundacional. Cualquier acuerdo con una organización cuya razón de ser es el conflicto sólo puede ser de vida corta. Desde el 7 de octubre del 2023, cuando Hamas lanzó su masacre sin precedentes contra civiles en el sur de Israel, el grupo terrorista a demostrado repetidamente que no reconoce la paz. Más bien, utiliza las pausas en el combate para recuperar fuerza.

Luego del colapso de las conversaciones de cese del fuego, Israel tuvo poca opción aparte de reanudar las operaciones. Permitir a Hamas reconstruir su infraestructura, reabastecer sus depósitos de armas y reconstituir sus capacidades terroristas sólo llevaría a mayor violencia y pérdida de vida. El retorno a las hostilidades, aunque trágico, no es meramente predecible – es moralmente necesario.

Los críticos argumentan que las operaciones militares en Gaza exacerban las crisis humanitarias, pero finalmente es Hamas el que carga la mayor responsabilidad por el sufrimiento civil. Se inserta deliberadamente en áreas densamente pobladas y posiciona sus activos militares en hospitales, escuelas y mezquitas. Esto es porque Hamas entiende las restricciones éticas bajo las cuales opera Israel. Israel toma medidas extraordinarias para mitigar las bajas civiles, incluido ordenar a los civiles que evacúen, emitiendo advertencias previas, empleando ataques de precisión y abortando misiones cuando los misiles están en riesgo.

La comunidad internacional puede pedir aun más restricción, pero restricción no puede significar pasividad frente a una amenaza existencial. Israel está obligada, moral y estratégicamente, a desmantelar la capacidad de Hamas de librar la guerra. La reciente reanudación de ataques no es agresión, sino un acto necesario de defensa propia dirigido directamente a terminar la capacidad de Hamas de amenazar las vidas israelíes y la estabilidad regional. 

Argumentar lo contrario es insostenible e irresponsable. Israel no debería absorber ataques eternamente, negociar con un actor fundamentalmente hostil o aceptar un ciclo de violencia y toma de rehenes como el status quo. Tal posición condenaría tanto a los israelíes como a los palestinos a la inseguridad perpetua – y condenaría a los palestinos de Gaza a una vida bajo el régimen islámico implacable de Hamas.

La reanudación de las operaciones militares de Israel es un paso enteramente justificado y necesario hacia terminar un conflicto que, durante demasiado tiempo, ha causado enorme sufrimiento a ambos lados. Hasta que Hamas sea derrotado de forma decisiva, la paz verdadera en Gaza – y la seguridad para Israel – seguirán siendo trágicamente elusivas.
Andrew Fox es un ex oficial del ejército británico y un miembro asociado en la Henry Jackson Society, especializado en defensa y el Medio Oriente.

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