lunes, 11 de junio de 2012

La primera semana de junio

Tal vez sea una coincidencia, tal vez no, pero la primera semana de junio ha tenido connotaciones muy especiales en la breve vida del estado. Por lo menos en tres oportunidades Israel ha tenido que iniciar acciones bélicas en dicha semana para poder seguir existiendo. En la tres oportunidades se logró un amplio éxito militar. En las tres oportunidades las consecuencias políticas fueron terriblemente negativas para nuestra historia. En 1967, el 6 de junio para ser más precisos, Israel comienza la ofensiva de lo que ha sido sin duda la más sorpresiva y eficiente acción de guerra que se recuerda. La operación duró solamente seis días, y así se recuerda ese memorable acontecimiento. Israel venia siendo jaqueado en todas sus fronteras. Las incursiones de tropas de los países vecinos eran diarias. Las amenazas de destrucción total, permanentes. Luego de una ofensiva aérea sin precedentes se invade casi simultáneamente superficies de Egipto, Jordania y Siria y en sólo una semana los ejércitos árabes se ven obligados a capitular. La Guerra de los Seis Días fue una bisagra en la historia de Medio Oriente. El pequeño país, que parecía inofensivo se convertía en un gigante. El mundo había visto con simpatía a Israel hasta esa fecha. Era el pequeño David, acorralado por varios Goliat. Luego, David mostró el poder de su honda y todo fue distinto. Israel retiene territorios vecinos y se manifiesta que se retenía los mismos para poder negociar una paz duradera. Tardó décadas de duras tratativas diplomáticas pero al final se devolvió todo el Sinaí y se firmó la paz con Egipto e igual procedimiento se siguió con Jordania. Con Siria aún el conflicto está vigente. Pero la perspectiva del mundo cambió. Ahora los pobres e indefensos eran los palestinos. Israel era el agresor. No interesó que la lucha fue por su supervivencia. Los factores del poder del petróleo y los petrodólares cambiaron la situación. Israel paso de ser el bueno y pobre de la película al fiero y cruel expropiador. Lo que ganaron nuestros honrosos militares, lo perdieron los políticos. En 1981 vuelve a producirse un acto similar. El 8 de junio para ser exactos. Por ese entones Irak estaba con preparativos para poder construir una bomba atómica. Gobernaba Irak Saddam Hussein, por ese entonces en la cumbre del poder máximo, y una empresa francesa con más de 150 técnicos de ese país se encargaba de la instalación. Los diarios de aquella época escribieron " La aviación israelí bombardeó y «destruyó completamente» el domingo el centro nuclear iraquí de Tammuz, situado cerca de Bagdad, anunció ayer por la tarde un comunicado del Gobierno israelí. El Consejo del Mando de la Revolución Iraquí, por su parte, ha divulgado una nota, a través de la agencia oficial INA, en la que reconoce que nueve aviones israelíes, de fabricación norteamericana, efectuaron el domingo una incursión dirigida contra instalaciones nucleares de Bagdad". Inmediatamente el Gobierno de los Estados Unidos de Norte América emite un comunicado que textualmente decía "El ataque judío contra Tammuz es «un acontecimiento muy grave y muy preocupante», declaró ayer un portavoz del Departamento de Estado, que condenó la agresión. A la condena estadounidense se ha añadido la del Gobierno francés. El secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, ha expresado también su «extrema preocupación» por la acción israelí. El Gobierno de Bagdad, por su parte, pidió anoche la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. El ataque al Centro Atómico de Tammuz fue un éxito militar, indispensable para la tranquilidad y seguridad de la población de Israel. El peligro existía. El deseo de S Husseim de eliminar a Israel era por todos conocidos. Fue un acto de ataque en defensa propia. Años después, las mismas potencias que censuraban a Israel atacaban a Irak aduciendo que este país poseía armas nucleares, cuando la realidad demostró que ni siquiera estaban capacitados para fabricar fuegos artificiales. El ataque israelí costó sólo una vida. Los muertos en el ataque encabezado por USA se han contado por millares. El tercer acontecimiento se producía el 6 de junio de 1982. Ese día el gobierno de Israel, cansado de los constantes ataques que soportan las poblaciones del norte de Israel decide invadir el Líbano. La ofensiva duró hasta el día 22. Los planes originales era terminar con los focos armados de las fuerzas de la O.L.P. que respondían a Yaser Arafat, acabar con ellas y regresar. Es por todos conocido que sobre la marcha se cambian los planes y el comandante de las tropas israelíes, el por entonces general Arik Sharon y Rafael Eitán continúan casi hasta las puertas de Beirut. Pero eso es tema de otra nota. La OLP es evacuada a Túnez y la "Paz para Galilea", así se llamó la ofensiva israelí logra su objetivo. Lo cierto es que la ocupación duró hasta el año 2000. Otra vez la historia se repite. Fin justificado ampliamente. Triunfo militar sin atenuantes. Censura mundial contra la actuación de Israel. De víctimas a victimarios. Ya nuevamente ubicados en 2012, debo confesar que tenía un poco de miedo que la historia vuelva a repetirse. Las fuerzas en conflicto existen. Por un lado Israel en su obligación de defender a su población, y por el otro, el gobierno fundamentalista musulmán de Irán donde día a día manifiestan que Israel debe desaparecer. "El tema de un ataque a las centrales atómicas de Irán está en estudio. Hemos leído en un reportaje del periódico Idiot Hajaronot que la mayoría de los jefes de los organismos de defensa se oponen a un ataque". "Oficialmente, la posición de Israel es que todas las opciones están sobre la mesa; sin embargo, el rotativo afirma que el jefe del Estado Mayor de Tzáhal (Ejército de Defensa de Israel), Benny Gantz, el director del Mosad, Tamir Pardo y varios altos jefes de éste último servicio secreto se oponen a un ataque en este momento". "Dentro del exclusivo mini-gabinete de defensa, conformado por nueve integrantes, el primer ministro, Biniamín Netanyahu, el ministro de Defensa, Ehud Barak, y el canciller Avigdor Lieberman apoyan un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes. En cambio, el viceprimer ministro, Moshé Yaalón, el líder del partido Kadima, Shaúl Mofaz, y los ministros Dan Meridor, Benny Begin, Eli Yshai, y Yuval Steinitz se oponen". "Sin el apoyo de Gantz, las posibilidades de montar un ataque son pequeñas", afirmó una fuente política citada por el diario de mayor tirada del país. "Israel debe presionar a la comunidad internacional para que imponga sanciones más severas a la economía iraní. Esto es lo que importa ahora". "Las sanciones deberían hacer pedazos la economía iraní. Estados Unidos y Europa aún parecen dudar, mayormente por razones políticas y por miedo a un súbito aumento de los precios del crudo", señaló la fuente. "Aún debemos ver a dónde conducen las negociaciones nucleares, pero parece que no pasa nada allí – los iraníes siguen aún con sus actividades de enriquecimiento de uranio", aseveró. Israel debe tener presente en forma permanente, y como prioridad uno, el desarrollo nuclear de Irán. Pero debe entender que si bien es su problema, no es un problema sólo para Israel. Irán con armas nucleares es un peligro para el mundo todo. Hay que concientizar a las grandes potencias que se debe cerrar el cerco a los fanáticos ayatolias que dirigen la política de Irán. Para estos todo no militante musulmán es infiel. Y todo infiel debe ser eliminado. La tarea de Israel en concientizar a los países democráticos del mundo a modificar la situación interna de Irán. Pero que la guerra directa y unipersonal es un riesgo muy grande a correr, costará muchas víctimas y, si bien sería totalmente justa, luego sería censurada por todos los países que directa o indirectamente podrían caer bajo el ataque iraní, Pero ya sabemos, en política todo es posible y lamentablemente los políticos son un mal necesario. Por ahora solo deseamos manifestar nuestra gran alegría porque la "tradición" no se ha cumplido. Transcurrió la primera semana de junio en paz. Amén. Amén. Cont. Víctor Vaisman Editor Responsable olei