domingo, 17 de junio de 2012

VEINTE AÑOS DE ILUSION ACERCA DEL ISLAMISMO

por Daniel Pipes 2 de junio del 2012 Fuente: National Review Online- Traducido por Luisa Kasvin especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba Las grandes lineas del gobierno de EEUU, otro gobierno, y generalmente la politica del establishment hacia el islamismo fue establecida el 2 de junio de 1992, cuando el Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Cercano Oriente y Sur de Asia, Edward P. Djerejian, dio un importante discurso, "Los EEUU y el Medio Oriente en un Mundo Cambiante," en el Meridian House International, en Washington, DC. Despues de algun carraspeo sobre el colapso de la Union Sovietica, la Guerra de Kuwait y el conflicto arabe-israeli, Djerejian dio lo que ha sido llamado "el primer gran pronunciamiento del gobierno americano sobre el Islam fundamentalista", y, en precisamente mas de 400 palabras, esbozo una politica que ha sido sostenida con destacable consistencia durante los subsiguientes 20 años. Djerejian comenzo destacando que "el rol de la religion [en el Medio Oriente) se ha vuelto mas manifiesto, y que esta siendo prestada mucha atencion a un fenomeno variadamente nombrado Islam politico, renacer islamico, o fundamentalismo islamico." El elogio al Islam como "uno de los grandes credos del mundo", mientras destacaba que su legado cultural "es uno rico en las ciencias, artes, y cultura y en tolerancia del Judaismo y la Cristiandad." Djerejian entonces analizo al movimiento islamista: En paises a lo largo del Medio Oriente y Norte de Africa, nosotros... vemos grupos o movimientos buscando reformar sus sociedades de acuerdo con los ideales islamicos. Hay considerable diversidad en como son expresados estos ideales. Nosotros no detectamos una campaña internacional monolitica o coordinada detras de estos movimientos. Esa diversidad esta bien, prosiguio, en tanto haya real dialogo politico entre gobierno por un lado y el pueblo y partidos y otras instituciones por el otro. Los que esten preparados para tomar pasos especificos hacia las elecciones libres, crear poderes judiciales independientes, promover el imperio del derecho, reducir las restricciones sobre la prensa, respetar los derechos de las minorias, y garantizar los derechos individuales nos encontraran dispuestos a reconocer y apoyar sus intentos, asi como los que se estan moviendo en la direccion opuesta nos encontraran listos para hablar francamente y actuar en forma acorde. ... Los que busquen ampliar la participacion politica en el Medio Oriente, por lo tanto, nos encontraran apoyando, como lo hemos estado en otras partes en el mundo. De hecho, Washington "tiene relaciones buenas y productivas con paises y pueblos de todas las religiones a traves del mundo, incluidos muchos cuyos sistemas de gobierno estan firmemente basados en principios islamicos." Pero el gobierno americano es "sospechoso de los que usarian el proceso democratico para llegar al poder, solo para destruir ese mismo proceso a fin de retener el poder y la dominacion politica. Aunque nosotros creemos en el principio de 'una persona, un voto', no apoyamos 'una persona, un voto, una vez.' Djerejian luego adujo la regla general, que la preocupacion es politica no religiosa. En sus palabras: "la religion no es un determinante -- positivo o negativo-- en la naturaleza o calidad de nuestras relaciones con otros paises. Nuestra lucha es con el extremismo y la violencia, la negacion, la intolerancia, la intimidacion, la coercion, y el terror que muy a menudo la acompañan." Lo cual lleva a una cita tomada del discurso: "el gobierno americano no ve al Islam como el proximo 'ismo' enfrentando al Occidente o amenazando la paz mundial. Esa es una respuesta abiertamente simplista a una realidad compleja. La Guerra Fria no esta siendo reemplazada con una nueva competencia entre el Islam y el Occidente." Comentario: Djerejian hace una presuncion fundamentalmente defectuosa aqui, a saber que los islamistas pueden ser agentes para "ampliar la participacion politica." Esa ilusion continua siendo, dos decadas mas tarde, la esperanza permanente del Departamento de Estado y casi todo el establishment. No, dicho simplemente, una ideologia profundamente anti-democratica no puede traer democratizacion. Los islamistas han recogido esta esperanza e invariablemente, incluso ahora mismo en la campaña por la carrera de elecciones presidenciales en Egipto, se presentan como democratas. Pero ellos nunca lo son.