sábado, 23 de julio de 2016

DE SILENCIOS Y SOLEDADES ELEGIDAS
Sabes...
Prefiero callar, aunque me duela, y seguir mi camino.
Sentirme humillado, pero no humillar.
Experimentar la soledad elegida, aunque durante mi vida haya acompañado a muchos extraviados y perdidos.
Prefiero ser juzgado, antes que juzgar.
Suponerme equivocado por completo, antes que luchar por sentir que la razón está de mi lado.
Saberme imperfecto por mi simple condición de hombre.
Recuerdo perfectamente lo que te di, las horas que te escuché, y lo que te enseñé.
Recuerdo que mi casa fue la tuya, que saboreaste mi comida al sentirte hambriento, y que mi techo te sirvió de refugio cuando la vida te dio la espalda.
Sé que estuve cuando me necesitaste; de día, de noche, verano o invierno.
Sé que cuando lloraste, intenté calmarte; y que cuando reíste, también reí contigo.
Y sé que, si la vida fuese equivalente a las matemáticas, la cuenta estaría muy a mi favor.
Lo sé y lo sabes.
Pero prefiero callar, aunque me duela, y seguir mi camino.
Cuando crucemos la Frontera, todo retornará a su sitio.
Y tal vez, recién entonces, puedas volver a mirarme a los ojos.

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