Los judíos que llegaron a Córdoba no fueron la excepción y, al igual que la gran mayoría de los que vinieron a la Argentina, se dedicaron al campo.
Con el correr de los años, la vida comunitaria empezó a crecer y, en 1915, se creó el Centro Unión Israelita de Córdoba, producto de la fusión de dos instituciones preexistentes: el Centro Israelita y la Unión Israelita. El próximo 10 de octubre, esta organización celebrará su centenario.
Integrada por 1.000 familias asociadas –aunque un censo de 2006 reveló que hay entre 8.000 y 10.000 judíos-, la kehilá de Córdoba posee tres principios fundantes, basados en el Talmud (Pirkei Avot 1:2): Educación (Torá), Culto (Avodá) y Práctica del bien (Guemilut Jasadim). A partir de estos tres pilares, explican los representantes de la comunidad, se basan todas sus actividades.
Con 13 instituciones en funcionamiento, incluidos templos, escuela, club deportivo y un cementerio, el Centro Unión Israelita encabeza varios proyectos propios y también forma parte de planes integrales plurireligiosos y multiculturales.
Esta Kehilá realiza diferentes actividades a lo largo de la semana. En lo que atañe a lo religioso, el Rabino y el Seminarista de la comunidad, además de encabezar los rezos diarios, acompañan a los enfermos y deudos en los momentos más difíciles, se encargan de brindar una palabra de aliento, realizan las ceremonias para los difuntos, brindan cursos de Talmud Torá, conmemoran los Jaguim y acompañan a las familias en la celebración de cada uno de los hitos del ciclo de la vida. Por otro lado, el Centro Unión Israelita cuenta con un departamento de asistencia social (que en realidad hoy funciona como un brazo autónomo de la institución) a partir del cual se realizan acompañamientos económicos y ayuda social. Es decir, el concepto de tzedaká está permanentemente presente. Al ser la educación uno de los pilares sobre los cuales se basa la filosofía de esta comunidad, existen instancias educativas para todas las etapas, tanto formal como no formal, desde el jardín maternal e inicial, pasando por el colegio primario y el secundario, hasta un centro de capacitación para docentes en estudios judaicos. Este último nivel también se articula con la Universidad Bar Ilámn de Israel, de manera tal que la finalización de dicha carrera puede ocurrir en el Estado judío.
A su vez, la comunidad tiene la posibilidad de asistir a diversos talleres: cátedras de judaísmo, capacitaciones sobre el movimiento masortí, actividades de shabat, charlas para jóvenes, conferencias, espacios para mujeres, coros, un grupo de adultos mayores con talleres diarios, seudot de shabat, dos
Recorrido por las kehilot argentinas: hoy, Córdoba |
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JAI - Los orígenes de la comunidad judía de Córdoba se remontan al decenio comprendido entre 1860 y 1870, cuando inmigrantes que huían del antisemitismo y de la pobreza de Europa vinieron a este lado del mundo en búsqueda de una vida más próspera. |
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Los judíos que llegaron a Córdoba no fueron la excepción y, al igual que la gran mayoría de los que vinieron a la Argentina, se dedicaron al campo.
Con el correr de los años, la vida comunitaria empezó a crecer y, en 1915, se creó el Centro Unión Israelita de Córdoba, producto de la fusión de dos instituciones preexistentes: el Centro Israelita y la Unión Israelita. El próximo 10 de octubre, esta organización celebrará su centenario.
Integrada por 1.000 familias asociadas –aunque un censo de 2006 reveló que hay entre 8.000 y 10.000 judíos-, la kehilá de Córdoba posee tres principios fundantes, basados en el Talmud (Pirkei Avot 1:2): Educación (Torá), Culto (Avodá) y Práctica del bien (Guemilut Jasadim). A partir de estos tres pilares, explican los representantes de la comunidad, se basan todas sus actividades.
Con 13 instituciones en funcionamiento, incluidos templos, escuela, club deportivo y un cementerio, el Centro Unión Israelita encabeza varios proyectos propios y también forma parte de planes integrales plurireligiosos y multiculturales.
Esta Kehilá realiza diferentes actividades a lo largo de la semana. En lo que atañe a lo religioso, el Rabino y el Seminarista de la comunidad, además de encabezar los rezos diarios, acompañan a los enfermos y deudos en los momentos más difíciles, se encargan de brindar una palabra de aliento, realizan las ceremonias para los difuntos, brindan cursos de Talmud Torá, conmemoran los Jaguim y acompañan a las familias en la celebración de cada uno de los hitos del ciclo de la vida. Por otro lado, el Centro Unión Israelita cuenta con un departamento de asistencia social (que en realidad hoy funciona como un brazo autónomo de la institución) a partir del cual se realizan acompañamientos económicos y ayuda social. Es decir, el concepto de tzedaká está permanentemente presente. Al ser la educación uno de los pilares sobre los cuales se basa la filosofía de esta comunidad, existen instancias educativas para todas las etapas, tanto formal como no formal, desde el jardín maternal e inicial, pasando por el colegio primario y el secundario, hasta un centro de capacitación para docentes en estudios judaicos. Este último nivel también se articula con la Universidad Bar Ilámn de Israel, de manera tal que la finalización de dicha carrera puede ocurrir en el Estado judío.
A su vez, la comunidad tiene la posibilidad de asistir a diversos talleres: cátedras de judaísmo, capacitaciones sobre el movimiento masortí, actividades de shabat, charlas para jóvenes, conferencias, espacios para mujeres, coros, un grupo de adultos mayores con talleres diarios, seudot de shabat, dos coros propios, clases de rikudim, una tienda de artículos judíos, entre otros.
En lo que respecta a lo religioso, la kehilá de Córdoba cuenta actualmente con tres templos en permanente funcionamiento. Uno de ellos destacado por su nombre: Jalalei Tzahal. Fue llamado así en honor a los soldados caídos del Ejército de Israel. Es la única sinagoga en el mundo que posee dicha denominación.
Quien desee tener una vida ligada al judaísmo estará en perfectas condiciones de hacerlo en la provincia de Córdoba, ya que además de haber centros educativos, culturales y religiosos, los alimentos kasher no son difíciles de conseguir. De hecho, la misma kehilá se encarga de producir pollos faenados según las leyes judaicas.
Por otro lado, también es para destacar que la comunidad cordobesa apadrina a otras dos kehilot, más chicas, de la Argentina: la de Río Cuarto (en Córdoba) y la de San Luís.
Actualmente, la comunidad cordobesa tiene como principal objetivo tener una mayor llegada a los jóvenes. Para eso, busca generar nuevos espacios, ofreciendo distintas actividades comunitarias y ampliando los servicios.
En lo que respecta a los proyectos multiculturales, es para destacar el COMIPAZ, organización que fue creada hace 17 años y que integrada por los cuatro grandes credos de la provincia: judíos, armenios, católicos y musulmanes. Así, se realizan distintas actividades en conjunto, como charlas para erradicar la discriminación, la xenofobia y el racismo, oficios religiosos, debates, etc. Una de las acciones más destacadas se realiza los jueves, cuando los chicos de diferentes colegios hacen un recorrido por los distintos templos de la ciudad. Este programa está aprobado por el Ministerio de Educación de Córdoba.
Durante los días miércoles, las distintas instituciones religiosas de Córdoba reciben la visita de los turistas, en un circuito especialmente diseñado para la ocasión. Entre otras acciones destacadas, el COMIPAZ formó parte de la mesa de negociaciones que ayudó a calmar las aguas durante los saqueos ocurridos en el año 2013.
El COMIPAZ, aseguran desde la Unión Israelita, ayudó a disminuir los casos de antisemitismo en Córdoba. La comunidad de dicha provincia no ha registrado graves incidentes en los últimos años.
Agradecemos al Lic. Matías Sigal, Coordinador Institucional de la Kehilá de Córdoba, por la información proporcionada. |
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