jueves, 25 de agosto de 2016

Revista de Prensa

La valiosísima alianza EEUU-Israel

 

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El exministro israelí Yair Lapid, líder del partido liberal Yesh Atid (“Hay Futuro”), escribe enForeign Policy sobre las relaciones entre Washington y Jerusalén –que han vivido momentos muy difíciles durante los ocho años de Administración Obama–, con la vista puesta en el Memorándum de Entendimiento que entrará en vigor en 2018, y que procurará a Israel 3.900 millones de dólares al año durante un decenio en concepto de asistencia militar.
Uno de los momentos más difíciles en la memoria colectiva judía tiene que ver con la asunción de que, cuando venían a matarnos, nadie acudía a recatarnos. Esa es la razón de la fundación de Israel, y de que jamás dejemos nuestro destino en manos ajenas. Pero el hecho de que el país más poderoso de la historia esté de nuestro lado es absolutamente crucial.
Así lo ve Jalaf Ahmad al Abtur, influyente hombre de negocios emiratí, que ha escrito al respecto en la página web de Al Arabiya.
No hace tanto desde que Turquía era agasajada en el CCG [Consejo de Cooperación del Golfo] como un relevante país hermano, un país del que podía confiarse se alineara con el mundo árabe suní. Esas alianzas nuevas y extrañas y esos chocantes giros de 180 grados empiezan a ser sentidos como una puñalada en la espalda.
(…)
¡Basta de ir como sonámbulos al infierno que nos están preparando! Debemos apuntalar nuestras capacidades defensivas, unificar nuestros ejércitos y, si fuera necesario, tener los uniformes listos. Cuando empecemos a depender de nosotros mismos, en vez de estar colgados de las faldas de EEUU, estaremos más seguros, nosotros y nuestros seres queridos.
Gershon Baskin, fundador y copresidente de Ipcri (Israel Palestine Creative Regional Initiatives) advierte de las funestas consecuencias que pueden derivarse de las muy difíciles condiciones en que vive la población de la Franja y propone reconectar el enclave al mundo, en manos de la organización terrorista islamista Hamás.
Reconectarla no convertirá Gaza en Singapur, pero es el remedio primario para poner a los gazatíes nuevamente manos a la obra.
No es una cuestión de seguridad. Israel tiene el control total de la frontera, y cada camión que sale de Gaza puede ser inspeccionado dentro y fuera [de la Franja]. En vez de hablar de crear islas artificiales en la costa de Gaza, un puerto y otras infraestructuras de calado que probablemente jamás se construyan y que [costarían] miles de millones de dólares, que nadie quiere aportar, la reconexión de Gaza con el mundo a través de Israel y de Egipto es la solución más barata, rápida y segura, y nadie más que Israel ha de tomar la decisión sobre su puesta en marcha

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