martes, 30 de agosto de 2016

ENLACE JUDÍO MÉXICO- KHALED ABU TOAMEH

Ni Hamas ni la AP toleran medios de comunicación libres e independientes




Uno podría preguntarse si los grupos de derechos humanos pasan por alto estos abusos debido a su continua obsesión con destruir a Israel.

Los periodistas palestinos están en lo más alto de la lista de blancos de la Autoridad Palestina (AP) y Hamas en la represión que está ocurriendo junto a los preparativos para las elecciones locales y municipales palestinas, agendadas para el 8 de octubre.

La represión es parte de una campaña en curso por parte de los dos partidos rivales para silenciar a los críticos en la Margen Occidental y Franja de Gaza. Ni Hamas ni la AP toleran medios de comunicación libres e independientes — especialmente en vísperas de una elección crucial que podría tener consecuencias políticas de largo alcance en la escena palestina. Una victoria de Hamas en las próximas elecciones sería catastrófica para el Presidente Mahmoud Abbas y su Autoridad Palestina. Tal resultado electoral sería equivalente a un voto de no confianza en sus políticas y actuación.

Hamas, por su parte, está invirtiendo una gran cantidad de recursos en la campaña electoral, en la esperanza que los resultados fomentarían más su posición entre los palestinos. Hamas teme que una derrota debilitaría su poder en la Franja de Gaza y allanaría el camino para su colapso.

A medida que se calienta la elección, queda en claro que Hamas y la AP acuerdan en una cosa: intensificar sus medidas represivas contra los periodistas palestinos.

Esta represión a los medios de comunicación es ignorada esencialmente por las organizaciones internacionales de derechos humanos. ¿Por qué? Una razón es que cuando no está involucrada Israel, los ataques contra la libertad de los medios y de expresión no les interesan.

Algunos periodistas y activistas occidentales de derechos humanos también tratan estos casos como “cuestiones internas palestinas” que no son de relevancia para la opinión pública internacional. Una historia sobre un periodista palestino que es arrestado por Israel es noticia. Un periodista palestino encarcelado o amenazado por la Autoridad Palestina o Hamas no lo es.

Consideren, por ejemplo, el caso de Ahmed Said, un periodista de la Franja de Gaza. La semana pasada, él fue arrestado por fuerzas de seguridad de Hamas, las que también confiscaron su computadora personal. Said tiene un programa de radio en la estación de radio Sawt Al Sha’ab (Voz del Pueblo), donde los palestinos llaman para expresar sus quejas y hablar abiertamente sobre los problemas que están enfrentando bajo el régimen de Hamas en la Franja de Gaza.

Antes de ser arrestado, Said había telefoneado al portavoz de la fuerza policial de Hamas, Ayman Al Batnihi, para discutir el reciente aumento en casos de homicidio en la Franja de Gaza. Según el periodista, el portavoz furioso lo amenazó: “Nos estás causando muchos problemas e incitando a la gente. Sé como lidiar con la gente. Tienes que ser colgado.”

Said no es ajeno a este tipo de encuentros. El año pasado fue convocado para investigación por “incitación” contra la Municipalidad de Ciudad Gaza. La medida llegó después que Said usó su programa de entrevistas para hablar sobre el caso del vendedor callejero Mohamed Abu Assi, quien trató de cometer suicidio ingiriendo veneno después que inspectores de la Municipalidad le prohibieron vender choclo en la playa.

Anteriormente, Hamas arrestó a otro periodista palestino, esta vez por razones poco claras. Mahmoud Abu Awwad, quien trabaja para el diario palestino Al-Quds, fue arrestado en su hogar en el campamento de refugiados Shati el 25 de julio. A él también le incautaron su computadora personal y teléfono celular.

Pero a la familia de Abu Awwad se le ha prohibido verlo en prisión desde entonces. Hamas les dijo que su hijo está siendo retenido por “razones de seguridad.” Abu Awwad, quien ha estado trabajando para Al-Quds durante los últimos tres años, había estado informando más que nada sobre las dificultades que enfrentan los palestinos en la Franja de Gaza. Además, estuvo informando también para el diario saudí pan-árabe con base en Londres, Asharq Al Awsat.

“Hamas está intentando difundir mentiras para distorsionar la imagen de mi hijo y justificar su arresto”, dijo el padre de Abu Awwad a Al-Quds. “Fue arrestado porque fue crítico de la situación en la Franja de Gaza y del gobierno de Hamas.”

Said y Abu Awwad tienen algo en común. Ambos periodistas cometieron el error de informar sobre el sufrimiento de los palestinos que viven bajo el gobierno de Hamas. Estos no son el tipo de historias que Hamas desea ver antes de las elecciones locales y municipales. En su lugar, Hamas quiere ver impresas mentiras de prosperidad.

En el contexto de su campaña electoral, Hamas ha publicado un vídeo mostrando nuevas casas y vecindarios, tanto como parques verdes y limpios y niños sonrientes. Titulado, “Gracias, Hamas,” el vídeo busca persuadir a los votantes palestinos que la vida bajo Hamas es lo mejor que podría sucederles. Y ese es el motivo por el cual tienen que ayudar a Hamas a extender su control de la Franja de Gaza a la Margen Occidental a través de elecciones locales y municipales. Periodistas tales como Said y Abu Awwad están arruinando el efecto con sus verdades inconvenientes.

Hamas, sin embargo, es el proverbial que ve la paja en el ojo ajeno. Frente a su propia represión masiva a periodistas, Hamas se atreve a criticar a la Autoridad Palestina por tomar medidas similares en la Margen Occidental.

Como Hamas, el liderazgo de la AP siempre ha sido intolerante hacia los periodistas palestinos (y a veces no palestinos) que osan no apegarse a la línea del partido. Difícilmente pasa una semana sin escuchar sobre otro periodista palestino que ha sido arrestado o convocado para investigación por la Autoridad Palestina.

En las últimas semanas, la represión contra periodistas en la Margen Occidental parece haberse incrementado en vista de las próximas elecciones. La AP quiere también quitar de la escena a cualquier periodista que podría dañar las posibilidades de sus leales de ganar la elección local y municipal. En este sentido, los periodistas son presa fácil.

Una de las recientes víctimas es Mohamed Abu Khabisah, quien informa sobre cuestiones económicas para la agencia noticiosa turca, Anadolu. Funcionarios de seguridad palestinos que allanaron su casa poco después de medianoche en Al Bireh, cerca de Ramala, incautaron su computadora personal y documentos antes de llevarlo en custodia. Su esposa, Hana, dijo que ella también fue interrogada brevemente acerca de la fuente de ingresos de su esposo y de la naturaleza de su trabajo. Las fuentes palestinas dicen que él al parecer fue arrestado por informar sobre la corrupción financiera en la agencia noticiosa oficial Wafa de la Autoridad Palestina.

Abu Khabisah fue el sexto periodista en ser arrestado por la AP desde que fue tomada hace dos meses la decisión de celebrar elecciones locales y municipales. Los otros cuatro son Yehya Saleh, Raghid Tabisah Ibrahim Al Abed, Mohamed Abu Jheisheh y Ziad Abu Arrah. En otro incidente reciente, oficiales de seguridad palestinos allanaron la casa del periodista Musab Kafisheh e incautaron su computadora personal, pero no lo arrestaron.

Es la ansiedad la que está impulsando a Hamas y a la Autoridad Palestina en su represión contra periodistas palestinos. Las “razones de seguridad” que ellos promueven como una excusa para su represión es una cubierta para su sensación de inestabilidad: cuanto menos seguros se sienten políticamente, más despojan a los periodistas de su capacidad de informar como se encuentran realmente las cosas en la Franja de Gaza y en la Margen Occidental.

Hasta ahora, todo va bien, desde el punto de vista de Hamas y la AP. Los periodistas palestinos han sido disuadidos como es debido. Pero están lejos de ser los únicos afectados.

Los periodistas extranjeros dependen casi por completo de “arregladores” y productores palestinos para información sobre lo que está sucediendo bajo la Autoridad Palestina y Hamas. Ahora, los palestinos locales pensarán diez veces antes de proporcionar información a sus empleadores extranjeros. Sin embargo, hay un misterio en cuanto a por que los periodistas extranjeros eligieron no informar sobre la campaña de intimidación que enfrentan sus colegas palestinos.

Uno podría preguntarse si los grupos de derechos humanos descuidan estos abusos debido a su obsesión continua con destruir a Israel.

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