lunes, 29 de agosto de 2016

Daniel Karpuj

SIMPLEMENTE HUMANOS
Cuánto nos cuesta, a veces, expresar nuestros sentimientos.
Un “obsequio” no es lo mismo que un abrazo.
Un “te quiero” no es igual que regalar una flor.
Un “qué lindo que viniste a visitarme” no equivale a un “te necesito”.
Sólo las personas fuertes interiormente, son capaces de expresar sus sentimientos sin identificarlos con ningún tipo de debilidad.
Porque la verdad jamás debilita sino que, por el contrario, fortalece a quien la expresa.
Y mientras más claro lo enuncie, mucho mejor.
Y, ¿para qué engañarnos?
¡Todos nos necesitamos mutuamente!
Sí, sí, nos necesitamos.
Y pobre de aquel que cree poder siempre solo y sin la ayuda de nadie.
Su aparente fortaleza no es más que la muestra de su inmensa cobardía para aceptarse y asumirse como lo que realmente somos: simplemente humanos.
Así de simple, y así de maravilloso: humanos.

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