domingo, 28 de agosto de 2016

**Brillo De Luna**

La luna se reflejaba en el manso lago con la intensidad de una joya
flotando en el agua. Mi mirada hipnotizada ante tanta belleza me
dejó sin habla y nada pude decirte. Un momento importante de mi
vida dejé que pase sin saber detenerla. Sin medir las consecuencias
de los años por venir.
Tu fuiste bella, la luna también, tu eras calma, como el inmenso lago tu
sonrisa mostraba las estrellas, en su fulgor, tu límpida mirada como la
noche misma. Besé tus labios, besé tus ojos, besé tu frente, como si mi
boca sellaría el silencio de nuestro insípido amor.
A la luna nada se le escapaba, ni el temblor de nuestras manos, buscando
la felicidad en el amor, ni los latidos apurados de nuestros corazones
que adivinaban el inicio de un amor pasional. La noche avanzaba, la luna
miraba; a lo lejos en el horizonte una pequeña claridad se iba perfilando.
La noche terminaba, el amanecer se anunciaba, nuestros cuerpos unidos
se comenzaron a separar.
Sin un adiós, sin un llanto, sólo la tristeza que asomaba en nuestros labios
auguraba la muerte de nuestro amor. Nada quedó sólo la luna que fue
escondiéndose esperando la próxima noche ante la presencia del nuevo
amanecer.
¿Acaso la luna es el oropel de los enamorados?
¿Acaso la luna nos engaña sin piedad?
Quizás otro pueda responderte. ¡No yo!

Mario Beer-Sheva

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