Mañana del Día de los Caídos.
Un día difícil y escalofriante para el pueblo de Israel.
Somos soldados, y después de una ceremonia en la escuela donde crecimos, paramos en Aroma para tomar un refrigerio por la mañana antes de continuar con la ceremonia en el cementerio militar.
Esta increíble mujer se llama Betsabé, y estaba sentada allí, con una gran sonrisa mezclada con tristeza, en el Día de los Caídos, pagando por cada soldado que entró a consumir en el lugar, con gran amor y aprecio.
Querida Betsabé, muchas gracias desde el fondo de mi corazón; realmente lograste que me brotara una sonrisa cálida en un día tan triste.
Espero que este post llegue a tus ojos.
Traducido por Lilian Rotter para Amando Nuestra Cultura Judia.
F: Malachim

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