martes, 25 de abril de 2023

 Una bella e inspiradora historia de la vIda real: "Dos hombres llamados Jaim y el Milagro de la Vida.

Esta es una inspiradora historia real
"Hace poco más de un año viajé con mi esposa a visitar a mis padres en California. Elegimos al azar un Shabat para nuestro viaje.
Otra familia allí que habia celebrado el Bat Mitzvá de su hija, tambien estaban presentes en ese Shabat. Nos quedamos para Kidush(brindis), y el dinámico Rav Mendy Cohen dirigió a toda comunidad, inspirando lecciones de Torá y varios lejín.
La fiesta continuó hasta tarde.
En un momento dado, le pregunté al padre de la niña que estaba haciendo el Bat Mitzvá, de dónde eran originalmente, y me respondio que habia llegado de la Ciudad de México, y se habia convertido al judaísmo muchos años antes de que nacieran sus hijos.
Le pregunté por qué había elegido el nombre "Jaim", como su nombre en hebreo.
Y entonces que conto que una vez, al comienzo de su búsqueda espiritual, estaba en un servicio nocturno de Shabat en una sinagoga en Westchester, Nueva York, y uno de los rabinos le dijo que si llegaba a conocer a un sobreviviente del Holocausto, tendría que recordar esas palabras :
"Un sobreviviente del Holocausto que no cree en Dios... es una persona normal. Un sobreviviente del Holocausto que cree en Dios... Es un ángel".
Durante el servicio del viernes por la noche, cuando estaban todos juntos para darle la bienvenida a la "Reina de Shabat", miró la mano de la persona a su lado y vio que tenía números tatuados.
La emoción de bailar con un "ángel" lo abrumó y no pudo evitar preguntarle al hombre cómo se llamaba.
El anciano sonrió y dijo: "Chaim".
En ese mismo momento, este hombre de México, decidió que cuando llegara el momento de elegir su nombre hebreo, se llamaría a sí mismo por el "ángel" con quien tuvo la suerte de estar. Pasaron los años y nunca volvio a ver a ese anciano.
Entonces le pregunté: "¿Este sobreviviente se llama Chaim Grossman?"
Su mandíbula cayó. "¿Cómo lo sabes?", me preguntó.
Le dije que soy rabino de una sinagoga en Westchester. Uno de mis fieles sobrevivió a Buchenwald, sirvió en la Fuerza Aérea de Israel, y luego emigró a los Estados Unidos. Su nombre era Chaim Grossman.
El hombre comenzó a llorar. Ni siquiera sabía que Chaim Grossman todavía estaba vivo. Me acerqué a él y le dije que Jaim Grossman estaba vivo, y que lo vería en el siguiente Shabat.
Después de Shabat, tomamos esta foto porque quería enviársela a su "padrino".
En el siguiente Shabat, le pedí a Jaim Grossman que se sentara en el centro de la sinagoga cuando comencé mi sermón. Le dije que a 5.000 millas de distancia, vivía un hombre llamado como él, que tenía una familia judía tradicional y practicante.
"Esto es increíble. ¿Qué tan probable es que el mismo Shabat, el único Shabat durante todo el año que viajé a California, sea el mismo Shabat que el Bat Mitzvá de su hija? ¿Cuáles son las posibilidades de que después de horas de celebración, hablemos sobre el origen de su nombre?
¿Y cuáles son las posibilidades de que el Shabat en el que regreso a Nueva York y cuento esta historia a su homónimo sea el Shabat en el que leemos el Parasha Shemot (Éxodo)?
Shemot significa literalmente "Nombres" porque, como enseñaron nuestros Sabios, una de las razones por las que nuestros antepasados pudieron salir de la esclavitud fue porque mantuvieron sus nombres judíos.
Así que tomé la foto, impresa y enmarcada, y miré a los ojos de Chaim.
Cuando levantó el brazo con el número tatuado para recibir la foto del "ahijado", todos comenzaron a llorar. Verás, Jaim nunca fue bendecido con hijos.
Sin embargo, ahora tiene otra mitad judía en el mundo que lleva su nombre, y lo transmitirá a los hijos de los hijos de sus hijos.
Nunca olvidaré el momento en que Jaim se puso de pie y alabó a Dios.
Nunca olvidaré el ensordecedor aplauso que siguió.
Y nunca olvidaré la imagen de este santo sobreviviente del Holocausto saliendo de la sinagoga con sus brazos alrededor de la foto enmarcada de un "milagro".
Como mi padre, Rav Benzion Welton, me enseñó: "La coincidencia es la manera en que Dios permanece en el anonimato".
Pensé que había ido a California de vacaciones, pero en realidad me enviaron a presenciar una profunda lección sobre "Jaim", que significa vida.
Como dice el Talmud: "Si nuestros descendientes están vivos, entonces también nuestros patriarcas están vivos" (Ta'anit 5b).
Fuente: Rav Levi Welton
F: Ghisheft News, via Aish Latino.
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