AMIGOS DE ISRAEL - CORDOBA (ARGENTINA)

 ISAAC de LURIA.

El 5 de Av, fue la Hilula del rabino Isaac de Luria, el Arí, una de las mayores autoridades en el lado místico del judaísmo.

Luria nació en Yerushalaim en 1534.

La narración dice que su brit Mila fue hecho por el profeta Eliahu mismo.

A la edad de ocho años ya era considerado un prodigio, habiendo estudiado el Talmud y memorizado docenas de volúmenes.

Tenía una mente realmente privilegiada, capaz de hacer las más difíciles de la Cabalá.

El gran rabino cabalístico enseñó que cada cosa creada posee una "chispa" de energía divina, que constituye su esencia y alma.

Cuando una persona usa algo para un fin Divino, saca a la luz esa chispa, manifestando y percibiendo el propósito para el cual fue creado.

El Arí era conocido por sus ideas innovadoras en la comprensión de la Creación y varios otros conceptos metafísicos.

Él creó la idea de “tzimtzum”, una creencia de que Dios de alguna manera se encogió, dejando un vacío en el que el mundo fue creado.

Luria se convirtió en un visionario.

El percibía que tenía entrevistas frecuentes con el profeta Eliahu, a través del cual fue iniciado en doctrinas sublimes.

Y dijo que mientras dormía, su alma ascendia al cielo y hablaba con los grandes maestros del pasado.

Durante un descanso de Shabat, Luria le contó a su esposa sobre la aparición de Eliahu Hanavi, diciendo que debía mudarse inmediatamente a Safed, Israel, para transmitir las enseñanzas de la Cabalá.

El cambio debería ser rápido, porque, según el profeta, solo le restaban dos años más de vida.

Safed, una ciudad mística, fue el centro de los cabalistas judíos.

Allí, Ari formó un círculo de cabalistas a quienes transmitió las doctrinasñ por medio de las cuales esperaba sentar una nueva base para el sistema moral del mundo.

Isaac Luria declaró que “tikkun olam”, (la reparación del mundo), es la acción más importante de los judíos, y cada mitzvá, es una forma de llevar a cabo esa reparación, y de acercarnos a Dios.

Luria, pozo de bondad y humildad, nos dejó un legado de sabiduría.

En su corta vida, ya que murió a la edad de 38 años, logró el respeto de todos los cabalistas, y sus enseñanzas son debatidas y aceptadas en la vida judía hasta la actualidad.

Mendy Tal

Politólogo y activista comunitario